John Fogerty sobre la Creedence: «tienen 80 años y siguen con las demandas» Miusyk
John Fogerty lleva años viendo cómo sus compañeros en la Creedence Clearwater Revival se demandan legalmente. Él mismo comenta la situación.
El músico ha pasado por un infierno para recuperar el catálogo de canciones que grabase con Creedence Clearwater Revival. Para hacerlo, ha demandado a las discográficas y a las empresas que son las poseedoras de los derechos. Semejante lucha le ha dejado emocionalmente agotado y con un cabreo considerable. Por suerte, ganó el juicio y ahora puede tocar sus canciones sin problemas. En una reciente entrevista concedida a CBS Sunday Morning indicaba qué piensa sobre todo.
Tras ver unas imágenes suyas de joven añadía que «creo que ver eso no me molesta y me hace sentir bien. La verdad es que ha habido mucha tensión en todo este tiemop y hemos terminado teniendo serios problemas con Saul Zaentz, el dueño de la discográfica. No es una compañía grande, pero la discusión se convirtió en un caso personal, ya que sabíamos que este señor nos estaba timando».
«Ahora no me importa ver las imágenes de la banda cuando éramos jóvenes porque todo ha salido bien. Durante muchos años, miraba las fotos y me sentía triste, ya que era como una tragedia. Siempre recuerdo que quería ser mayor para parecerme a Babe Ruth, el famoso jugador de baseball. En cierto modo, me pasó algo similar a lo que soñaba, pero todo fue el resultado de mi trabajo. Penséque todo el mundo podía ver y entender que el grupo funcionaba. Lo malo es que los de la discográfica no lo vieron igual. Ahora parece que estamos en paz, pero todo depende de lo que pienses tú al respecto. Ahora mismo, me río de mí mismo. He sido demandado tantas veces por excompañeros. Es más, hasta mi hermano Tomy su viudad se unieron a Doug Clifford y a Stu Cook para demandarme. Es irónico que tengan 80 años y siguen con las demandas entre ellos. Imagino que es inevitable, estoy en paz porque ha dejado de sorprenderme» sentencia. Lamentablemente, ni será el primero, ni el último, que se ve obligado a ceder parte de sus derechos para no estar todo el día en los juzgados.
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