Una tiktoker abre el melón de los melones y se moja sobre el regalo de las bodas en España: “Si no te la puedes permitir, no la hagas” Infobae
Con la llegada del verano, también comienza otra época de gastos: la de las bodas. Las ceremonias y celebraciones copan los fines de semana, los grupos de WhatsApp y, sobre todo, los bolsillos de los invitados. Y con cada invitación, vuelve a abrirse un viejo debate social que sigue sin consenso ni una norma escrita.
¿Cuánto hay que dar como regalo? ¿Hay que cubrir el cubierto? ¿Se da dinero? ¿Un detalle simbólico? Según un informe de Klarna, una de cada tres personas no acude a las bodas por falta de presupuesto. Un tema que afecta a millones de españoles que se quedan en casa por un simple compromiso.
Esta vez, quien ha encendido la mecha ha sido Adriana, una tiktoker que se ha atrevido a dar su opinión. En este vídeo critica duramente una práctica abusiva y extendida: pedir dinero en las bodas. Su vídeo ha dividido por completo a los usuarios, entre quienes aplauden su sinceridad y quienes la han tachado de “rácana”.
“Una boda es para invitar, no para recaudar”
Adriana no se anduvo con rodeos: “Si te invito a una boda es porque quiero que vayas, no porque quiero tu dinero o un regalo”. Para ella, el problema no es tener un detalle con los novios, algo que considera “normal”, sino la expectativa explícita o implícita de que el invitado “debe” pagar el cubierto o cumplir con una cifra mínima.
Además, comenta que, si hay novios que organizan celebraciones de 15.000 o 20.000 euros, es “porque pueden permitírselo”. No porque esperan recuperar esa inversión. La gente que hace esto lo considera de “catetos”: “Si no te puedes permitir una boda tan cara, no la hagas”.
En su vídeo, critica duramente el gesto de incluir el número de cuenta en la invitación: “Es bochornoso, ridículo”. Hay gente que no quiere o no puede pagar el cubierto. Pero cuando pones tu cuenta bancaria es porque estás pidiendo indirectamente que algo te tienen que dar.
Las redes responden: de la empatía al linchamiento
Como suele ocurrir, la reacción no se hizo esperar. Muchos usuarios apoyaron sus palabras, pero otros tantos la atacaron con insultos y sarcasmos: “Ya te casarás”, “rata”, “rácana”, “quédate en casa”. Ante la avalancha de críticas, Adriana grabó un segundo vídeo para matizar su postura.
Aclaró que siempre lleva un detalle cuando va a una boda, e incluso que, si fuera por ella, daría más de lo habitual. “Lo que me molesta es que pongan mala cara si no reciben lo que consideran suficiente”, insistió.
Uno de los aspectos que más le fastidian es que haya personas que decidan no ir a una boda porque no pueden pagar lo que se considera “lo mínimo aceptable”. “El concepto de boda en España está un poco distorsionado”, afirmaba.
Una polémica que se repite cada verano
Año tras año, las bodas vuelven a sacar a la luz normas no escritas sobre el dinero, la generosidad, el estatus y el compromiso social. ¿Debe el invitado cubrir lo que cuesta su presencia? ¿Y si no puede? ¿Está bien pedir una transferencia en lugar de un regalo?
Adriana ha abierto “el melón de los melones”. Un debate que sigue sin una respuesta clara. Aunque lo más fácil en estos casos es que los novios conozcan la situación de cada uno de sus invitados y dejen clara su postura antes de mandar la invitación.
