Este era el sueldo que Carlos Villagrán recibía de Chespirito por ser Quico en El Chavo del 8 Infobae
Las tensiones surgidas entre los actores de El Chavo del 8 y su creador, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, marcaron un capítulo relevante en la historia de este icónico programa de Televisa.
El éxito internacional de la comedia, sustentado tanto en los personajes creados por Chespirito como en la interpretación del elenco, derivó en conflictos económicos y de propiedad intelectual, especialmente con Carlos Villagrán, quien dio vida al popular Quico.
Según diversas entrevistas, Carlos Villagrán afirmó que su personaje llegó a superar incluso la popularidad del propio “Chavo”.
El conflicto salarial de Quico: lo que ganaba y la cifra por la que abandonó a Chespirito
A pesar del éxito del personaje de Quico, Carlos Villagrán recibía un salario de 650 pesos mexicanos de la época, una cantidad considerada baja para la trascendencia del programa.
La cifra la reveló Rubén Aguirre, también actor del elenco y responsable de darle vida aL Profesor Jirafales, quien explicó en una entrevista que fuera de México, y particularmente en Venezuela, existían oportunidades mucho más lucrativas para figuras como Quico. Villagrán recibió una oferta de 10.000 dólares para protagonizar un show propio en ese país.
Frente a esta propuesta, Carlos Villagrán se acercó a Chespirito y le comunicó las condiciones que le ofertaban en Venezuela. El creador del programa fue claro en su respuesta: si la oferta era mejor, Villagrán era libre de marcharse, pero le advirtió que el personaje de Quico era propiedad intelectual de él y que no podía utilizarlo comercialmente fuera del programa original.
Este episodio marcó un punto de ruptura decisivo entre ambos artistas. Finalmente, Villagrán decidió abandonar el proyecto e independizarse. Para poder continuar con su personaje sin vulnerar los derechos de Chespirito, registró el nombre con una variante ortográfica, pasando de Quico a Kiko, lo que le permitió seguir explotando su creación y mantener su carrera en escenarios internacionales, particularmente en América Latina.
La salida de Carlos Villagrán de El Chavo del 8 ilustra las dificultades derivadas del éxito masivo de la serie y refleja la pugna por la autoría y los beneficios económicos de los personajes, elementos que han trascendido la pantalla y forman parte de la historia cultural de la televisión de habla hispana. El impacto de esta decisión tuvo consecuencias para la estructura del elenco y para la relación entre los antiguos compañeros de reparto, situando a El Chavo del 8 como un caso emblemático de conflictos laborales en la industria del entretenimiento.
