Adolescente de 15 años muere atacada por jauría mientras intentaba alimentar a perros abandonados en Arkansas El Imparcial
Una tragedia conmocionó a la comunidad de Alexander, a unos 27 kilómetros de Little Rock, luego de que Makayla Fortner, una adolescente de 15 años, muriera tras ser atacada por una jauría de entre 30 y 40 perros que intentaba alimentar.
De acuerdo con medios locales, el ataque ocurrió el miércoles en una propiedad donde la joven y su madre, Stephanie Wilkie, habían intentado cuidar y alimentar a los perros, los cuales vivían en condiciones de abandono y desnutrición. Ambas buscaban rescatarlos, preocupadas por su bienestar.
Vecinos relataron que desde hace meses habían reportado la situación al condado de Saline, debido al riesgo que representaba el grupo de perros.
Algunos residentes afirmaron que los animales solían correr sueltos por la zona y mostraban comportamientos agresivos. Sin embargo, aseguran que las autoridades les dijeron en repetidas ocasiones que no podían intervenir, debido a la ausencia de un servicio de control animal en la jurisdicción.
El vecino Ralph Murphy fue testigo de la llegada del primer agente que respondió al llamado de emergencia. Según narró, el oficial disparó al suelo para dispersar a los perros antes de acercarse al lugar del ataque. Fue entonces cuando descubrió el cuerpo de Makayla en el suelo.
Tras el incidente, las autoridades incautaron 14 perros, los cuales fueron sacrificados por el control animal de la ciudad de Benton. Sin embargo, otros cuatro perros permanecen dentro de la vivienda, ya que estaban encerrados durante el ataque.
La Oficina del Sheriff del Condado de Saline, con apoyo de autoridades locales, ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso y determinar responsabilidades.
Una comunidad conmovida
Makayla Fortner era estudiante de secundaria en las Escuelas Públicas de Bryant. Fue descrita por familiares y amigos como una joven compasiva, alegre y generosa.
El alma más bondadosa”, se lee en una publicación de la campaña GoFundMe creada para apoyar a su familia. “Su sonrisa podía iluminar una habitación y su risa hacía que los demás se sintieran a gusto al instante”, señala la página de recaudación.
Vecinos como Heidi Clay lamentaron profundamente la tragedia y apuntaron al problema de acumulación y descuido por parte de los anteriores dueños de los animales.
Nadie quería que sus hijos caminaran solos a la parada del autobús. Los perros eran feroces”, declaró.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si habrá cargos penales relacionados con el caso.
El suceso ha reabierto el debate sobre la responsabilidad del gobierno local en la atención al abandono animal y la necesidad urgente de establecer un sistema efectivo de control en zonas rurales del estado.
