Estrategia arancelaria de minoristas globales busca distribuir costos aumentando precios en los mercados Forbes

Forbes México.
Estrategia arancelaria de minoristas globales busca distribuir costos aumentando precios en los mercados

Minoristas globales, incluido el fabricante de sandalias Birkenstock y la joyería Pandora, están buscando distribuir el costo de los aranceles estadounidenses aumentando los precios en los mercados para evitar grandes aumentos en Estados Unidos que podrían perjudicar las ventas.

Una presencia global da a los grandes minoristas una ventaja para minimizar los costos arancelarios más altos en los EU. Pero está poniendo a los bancos centrales en alerta, ya que la estrategia podría alimentar la inflación en otros mercados como la Unión Europea y Gran Bretaña, donde los precios al consumidor finalmente han comenzado a estabilizarse.

El director financiero de Birkenstock dijo la semana pasada que un aumento de precios “de un solo dígito” a nivel mundial sería suficiente para compensar el impacto arancelario estadounidense.

El director ejecutivo de Pandora, Alexander Lacik, dijo que la compañía danesa está debatiendo si aumentar los precios a nivel mundial o más en Estados Unidos, su mayor mercado.

“Las empresas están considerando seriamente distribuir el arancel”, afirmó Markus Goller, socio de la consultora Simon Kucher en Bonn, Alemania.

“Un fabricante de fuera de EU podría decir: “Bueno, no puedo aumentar tanto mis precios en el mercado estadounidense, así que haré un pequeño aumento en EU, y otro en Europa y en otros mercados”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto un arancel general del 10% a todas las importaciones mundiales y amenaza con imponer aranceles más elevados, denominados “recíprocos”, a sus socios comerciales.

Cuando el gigante estadounidense Walmart dijo que tendría que aumentar los precios en respuesta a los aranceles, Trump ordenó al minorista más grande del mundo a través de las redes sociales que “se trague los aranceles”.

El anuncio de aumentos de precios en mercados no estadounidenses podría ser una forma de que los minoristas eviten una reacción similar por parte de Trump.

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“Obviamente, si sus productos que ingresan a Estados Unidos ahora están sujetos a aranceles, entonces las matemáticas dicen que se tiene que aumentar sus precios en ese país”, dijo Jean-Pierre Dubé, profesor de marketing en la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago.

“Pero no quieres que la Casa Blanca te acuse de subir los precios solo por los aranceles estadounidenses, así que si puedes demostrar que tus precios suben en todas partes (…) es una especie de escudo”.

Los minoristas podrían aumentar los precios de ciertos productos o en ciertos mercados donde los consumidores son menos sensibles a los precios, y usar eso para subsidiar otros productos o países donde los aumentos de precios dañarían más las ventas, dijo Jason Miller, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad Estatal de Michigan.

“Quizás una empresa estadounidense tenga que aumentar sus precios un 12%. Pero una empresa global, los aumenta un 8% porque puede manipular los precios en otros mercados”, dijo.

Si muchos minoristas multinacionales difunden el dolor de los aranceles, una mayor inflación podría extenderse incluso a países que, como Gran Bretaña, ya han alcanzado acuerdos comerciales con Estados Unidos en un intento de minimizar las consecuencias económicas de los aranceles.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, planteó a principios de este mes la cuestión de las “empresas globales que no hacen esa distinción [en las tasas arancelarias] y simplemente dicen: vamos a imponer una solución de precios que se aplique en todo el mundo, independientemente de esas diferencias”.

“Creo que tenemos que observar eso con cuidado”, dijo.

Incertidumbre inflacionaria

En la eurozona, la inflación finalmente se acercaba al objetivo del 2% del Banco Central Europeo. Las empresas europeas encuestadas por el Banco Central Europeo (BCE) a finales de marzo indicaron que el crecimiento de los precios en el sector minorista era moderado.

Pero eso fue antes de que Trump revelara su política arancelaria el 2 de abril, y luego aumentara los aranceles sobre los productos chinos al 145%. Sin embargo, los aranceles estadounidenses sobre China (reducidos la semana pasada al 30%) han permitido a algunos minoristas europeos obtener productos a precios más baratos que antes.

Martino Pessina, director ejecutivo de Takko Fashion, que vende ropa en 17 países europeos, dijo que los proveedores en China habían ofrecido precios más bajos debido a que los minoristas estadounidenses cancelaron pedidos de las fábricas allí, y los costos de envío también cayeron.

“Lo que no sabemos es si habrá inflación en Estados Unidos y si esa inflación llegará a Europa o no”, dijo Pessina.

De todos modos, algunos grandes minoristas han descartado aumentar los precios fuera de Estados Unidos.

“No hay razón para subir los precios fuera de EU debido a los aranceles”.

El director ejecutivo de Adidas, Bjorn Gulden, declaró a los inversores, tras presentar los resultados a finales del mes pasado:

“El debate que estamos manteniendo sobre los aranceles es solo para EU”.

Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo del BCE, dijo que la tasa de inflación de la zona euro puede caer inicialmente por debajo del objetivo del 2% del banco central, pero que los aranceles podrían resultar inflacionarios más adelante.

“Para compensar el impacto en los costos de los insumos, las empresas también tienden a aumentar los precios de los bienes no directamente afectados por los aranceles”, dijo Schnabel en un discurso a principios de este mes.

Si bien cada empresa tiene su propia estrategia de precios, los economistas advierten que algunas podrían aprovechar los aranceles para aumentar los precios más que los costos, impulsando sus ganancias de manera similar al aumento de la inflación de 2021-2022 durante la pandemia.

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Será muy difícil para los clientes de una empresa saber qué proporción del coste total del producto está sujeta al arancel, o incluso la tasa arancelaria aplicable. Esta asimetría de información crea un entorno propicio para la explotación, tal como ocurrió durante la COVID-19, afirmó Hal Singer, profesor de economía de la Universidad de Utah.

Las expectativas de inflación a 12 meses de los consumidores estadounidenses aumentaron en abril al 6.7%, la lectura más alta desde 1981. Y en la eurozona, los consumidores también esperan que la inflación aumente.

“Si la gente espera inflación, entonces eso da a las empresas un poco más de margen para subir los precios”, finalizó Jason Miller.

Con información de Reuters

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