Elecciones Poder Judicial: Ganadores y perdedores Vanguardia.com.mx

Gana Claudia Sheinbaum con la llegada del abogado indigenista Hugo Aguilar a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia por los primeros dos años.
Pierde Lenia Batres dicha presidencia por 265 mil votos y, con ella, sufre un duro golpe el ala dura lopezobradorista, representada por ella y sus hermanos: Martí, Valentina y Viétnika, entre otros.
Gana Claudia por haber impuesto, mediante acordeones y acarreos, a sus recomendados para ocupar un puesto en la Suprema Corte de Justicia.
TE PUEDE INTERESAR: ¡Bienvenidos al México de la 4T!Pierde la misma Claudia por el uso descarado de recursos públicos para movilizar a militantes y simpatizantes de la 4T en el país y alcanzar, apenas, una votación del 13.
3 por ciento del padrón nominal: de cada 10 mexicanos, casi 9 no votaron el pasado domingo.
Peor aún: los 10 millones 526 mil 739 de votos nulos estuvieron cerca de superar los 13 millones de votos válidos.
Si ahondamos el análisis, el total de recuadros no utilizados en el llenado de las boletas fue de 11 millones 592 mil 837: el 11.
1 por ciento del total de los votos emitidos.
Si sumamos esos votos incompletos con los nulos, la cantidad de votos inservibles es de 22 millones 119 mil 576.
Es decir, 9 millones 119 mil 576 más que los votos considerados válidos por el INE.
En términos netos, Morena, a pesar de los 13 mil millones de pesos invertidos en la elección, sin contar las inyecciones millonarias de recursos públicos en cada estado, no tuvo la capacidad de movilizar a su gente para legitimar la reforma judicial.
En lugar de un golazo al ángulo, quedó en un tirititito que ni a la portería alcanzó a llegar.
Gana Morena 16 de los 20 los ayuntamientos duranguenses que gobernaba antes de la disputa electoral el pasado domingo.
Pierden Andrés López Beltrán y Luisa María Alcalde, secretario de Organización y presidenta de Morena, respectivamente, por haber prometido carro completo a Claudia y a Andrés Manuel.
En cambio, Morena fue relegado al tercer lugar en la capital del estado.
Perdió cuatro municipios que antes gobernaba y dos de los tres más importantes del estado: Lerdo y Durango capital.
Gana Coahuila por alcanzar, con 23 por ciento, la mayor participación ciudadana del país en estas elecciones, frente a, por ejemplo, a Guanajuato que tuvo 6.
7 por ciento de participación.
Pierde aquel que considere que la única maquinaria electoral para alcanzar ese porcentaje fue la priista.
Los primíparos morenistas (Diego del Bosque, Antonio Attolini, Cecilia Guadiana, Alejandra Salazar, Tony Castro, Luis Fernando Salazar y Alberto Hurtado) también trabajaron, por órdenes de mero arriba, de sol a sol en la movilización.
Pero Alfonso Cepeda Salas, dirigente del SNTE nacional, no se quedó atrás; cumplió con sus huestes magisteriales la meta acordada con la Presidenta.
Y, de paso, la apoyó en sus recientes diferencias con la CNTE y le ofreció una salida a ese conflicto: una reforma a las pensiones sin derogar la Ley del ISSSTE.
¿Qué maquinaria fue la que obtuvo el mayor porcentaje de votación? ¿La priista, la morenista o la magisterial? Más allá de la respuesta, Cepeda Salas dio un paso adelante para ser el candidato de Morena a la gubernatura en 2029 o, al menos, ser un factor decisorio en dicha candidatura.
Gana Coahuila porque, al igual que Durango, impuso sus cuadros en el poder Judicial estatal.
En el caso de nuestro estado, el 75 por ciento de los puestos estaban palomeados por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial (Vanguardia: 1-06-2025).
Pero en Durango no se anduvieron con medias tintas: los 49 candidatos a juez o magistrado eran los únicos para cubrir las 49 posiciones vacantes (El País: 10-05-2025).
Con esta decisión, ambos gobernadores transitarán arropados hasta el final y después de su sexenio bajo un entorno judicial impredecible.
TE PUEDE INTERESAR: La farsa en la Corte: Primer acto de la reforma judicialEn ambos casos, pierden los abogados ingenuos −organizados en barras o no−, pero bien morenizados, que imaginaron tener alguna oportunidad de acceder al Poder Judicial para ventilar sus rencores o cobrar facturas pendientes al Poder Ejecutivo de sus respectivos estados.
Gana un populismo judicial para instalar un régimen autoritario que, poco a poco, triturará nuestras garantías individuales y nuestros derechos humanos fundamentales.
Pierde una frágil democracia recién nacida en el año 2000.
Tambaleante e imperfecta era, a pesar de todo, un proyecto por construir en varias generaciones; pero quedó, no sólo trunca, también sufrió una regresión a los años cincuenta.