Senamhi: Del 29 al 31 de mayo, se prevén fenómenos meteorológicos “peligrosos” en la sierra centro y sur Infobae

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrografía del Perú (Senamhi) emitió una nueva alerta naranja en el territorio nacional que se manifestará durante los últimos días del mes de mayo en ocho regiones.

Estos fenómenos meteorológicos catalogados como “peligrosos” tendrán un periodo de vigencia de 71 horas. Según el aviso N° 178 del organismo adscrito del Ministerio del Ambiente (Minam), los eventos naturales empezarían a las medianoche del jueves 29 y finalizarían a las 11 de la noche con 59 minutos del sábado 31.

Durante este periodo de tiempo, se estima que la temperatura nocturna desciende en la sierra centro y sur, además de fuertes ráfagas de viento, entre otras condiciones atmosféricas que podrían llegar a ser intensas.

Las regiones que resultarían afectadas son: Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Moquegua, Puno y Tacna.

“El Senamhi informa que, desde el jueves 29 al sábado 31 de mayo, se prevé el descenso de la temperatura nocturna, de moderada a fuerte intensidad, en la sierra centro y sur. Además, se esperan ráfagas de viento con velocidades próximas a los 30 km/h, escasa nubosidad, e incremento de la temperatura diurna”, se lee en el pronóstico de la institución.

Estos eventos meteorológicos clasificados como “peligrosos” se desarrollarán de la siguiente manera por tres días:

• El jueves 29 de mayo se prevén temperaturas mínimas próximas a los 2°C en localidades sobre los 3200 m s. n. m. de la sierra centro y valores cercanos a los -12 °C en zonas por encima de los 4000 m s. n. m. en la sierra sur.
• El viernes 30 de mayo se prevén temperaturas mínimas próximas a los 2°C en localidades sobre los 3200 m s. n. m. de la sierra centro y valores cercanos a los -14 °C en zonas por encima de los 4000 m s. n. m. en la sierra sur.
• El sábado 31 de mayo se prevén temperaturas mínimas próximas a los 2°C en localidades sobre los 3200 m s. n. m. de la sierra centro y valores cercanos a los -12 °C en zonas por encima de los 4000 m s. n. m. en la sierra sur.

¿Qué significa la alerta naranja?

Cuando el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrografía emite una alerta naranja, la entidad está advirtiendo sobre fenómenos meteorológicos peligrosos que podrían representar un riesgo considerable para la población y sus actividades cotidianas.

Este tipo de alerta ocupa un lugar intermedio en la escala de advertencias del Senamhi, empleada para comunicar el grado de peligrosidad de las condiciones meteorológicas pronosticadas.

La alerta naranja indica que se requiere de vigilancia y preparación adicionales. Ante esta situación, el Senamhi recomienda a la población mantenerse constantemente informada sobre el desarrollo de los acontecimientos meteorológicos, prestando especial atención a los informes y actualizaciones que emite la institución.

Es vital seguir las instrucciones y recomendaciones de las autoridades locales para minimizar los riesgos potenciales. Los fenómenos vinculados a una alerta naranja pueden incluir lluvias intensas, vientos fuertes o temperaturas extremas, provocando un impacto en la vida cotidiana e infraestructuras en diversas regiones.

Es crucial entender el sistema de clasificación de alertas del Senamhi, que consta de tres niveles: amarillo, naranja y rojo. La alerta amarilla representa el nivel más bajo, indicando que los fenómenos meteorológicos, aunque peligrosos, son relativamente comunes en la región. En estas condiciones, se aconseja a la población estar atenta y precavida al llevar a cabo actividades al aire libre.

Por otro lado, la alerta roja, el nivel de máxima alerta, se emite cuando se anticipan fenómenos de gran magnitud que podrían comprometer gravemente la seguridad de las personas. En este escenario, las autoridades insisten en la adopción de medidas de precaución extrema para salvaguardar vidas y propiedades.

Además de las acciones inmediatas, una alerta naranja también debería servir como un recordatorio para los ciudadanos y las autoridades sobre la importancia de la preparación a largo plazo frente a eventos meteorológicos adversos. La revisión de planes de evacuación, el fortalecimiento de infraestructuras críticas, y la educación comunitaria sobre cómo responder adecuadamente, son componentes esenciales de una estrategia eficaz de mitigación de desastres. Mediante una preparación adecuada y una respuesta coordinada, se pueden reducir significativamente los efectos negativos de los fenómenos meteorológicos adversos.