VIOLENCIA VICARIA: MAURICIO LE INTENTÓ FABRICAR UN DELITO A ERICKA PARA NO REGRESARLE A LUCÍA Sol Yucatán
- A Ericka, su expareja Mauricio E. E. P. la denunció por un delito de tipo sexual para separarla de su hija Lucía.
- Por el supuesto delito se determinó el ejercicio de la NO ACCIÓN PENAL.
- Madre e hija son víctimas de violencia vicaria.
- La pequeña fue sustraída por su padre desde agosto de 2024.
Por Claudia V. Arriaga Durán.
A Ericka Contreras Pérez, su expareja Mauricio E. E. P. le fabricó un delito de tipo sexual para separarla de su hija Lucía: son víctimas de violencia vicaria. La pequeña fue sustraída por su padre desde agosto de 2024, quien no permite que la pequeña regrese a casa con su madre.
En el camino por buscar justicia, Ericka se convirtió en una mujer defensora de derechos que lucha para que Lucía vuelva a su hogar.
Logró comprobar su inocencia y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán determinó el ejercicio de la No Acción Penal.
Aun así, Mauricio decidió revictimizar a su propia hija y exhibir la entrevista que le realizó una psicóloga clínica privada, que él pagó y presentó como única prueba del presunto abuso sexual del que acusó a Ericka. Ejerciendo su derecho de réplica, Ericka se acercó a La Opinión de México y Sol Yucatán para dar a conocer los hechos.
“Interpone la denuncia por un tema de control, celos y amenazas constantes de quitarme a mi hija. Cuando hace la denuncia no le da continuidad, no hace una integración, pese a tener la preparación y medios. Es hasta agosto que sustrae a mi hija que me entero que tengo la denuncia porque él la usa para interponer un amparo”, declaró Ericka en entrevista.
Mauricio interpuso la denuncia contra su expareja Ericka y “Jorge” el 15 de julio de 2024 por el delito de abuso sexual. Utilizó esta denuncia, cuyas investigaciones no habían avanzado para el 27 de agosto, para obtener un amparo, que evita que Lucía sea restituida a su hogar con su mamá.
“Mes y medio después de denunciar, la usa para pedir que no me restituya a mi hija porque soy investigada por un delito sexual; en ese momento, yo no estaba siendo investigada. La fiscalía recibió la denuncia; él solo mencionó a una persona, pero no aportó más datos del supuesto agresor”, aclaró Ericka.
La única prueba que aportó Mauricio en contra de Ericka por el delito de abuso sexual, en el que la señaló a ella de encubrir al agresor, es una entrevista de una psicóloga clínica.
Además, interpuso dos amparos en contra de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán para impedir que la menor sea sometida a los peritajes y se integre la carpeta de investigación.
Ericka no solo tuvo que hacer pública la situación de violencia que vivió con su expareja Mauricio, sino también a Lucía para poder recuperarla. Logró que la FGE publique una Alerta Amber para buscar a Lucía en el 2024. Ya que él la sustrajo aprovechando que tenía días de convivencia.
La denuncia falsa que logró mantener a Lucía lejos de su mamá le dejó como única opción a Ericka ver a su hija en el Centro de Convivencia Familiar de Yucatán (Cecofay). El 7 de septiembre aceptó esta medida que calificó como injusta.
A la par, le otorgaron medidas de restricción.
“Me dan medidas de restricción diciendo que no puedo acercarme a ella y su entorno porque mis visitas deben ser supervisadas. Pese a lo injusto, lo acepto porque yo quería no romper el vínculo con ella”, reiteró.
Pese a sus esfuerzos por desacreditar a Ericka, finalmente, en septiembre de 2024 —desde enero que fue denunciado—, Mauricio fue imputado por cuatro delitos graves.
Originalmente, se le acusó por cinco delitos: violencia familiar, violencia vicaria, lesiones y violencia familiar agravada contra Lucía.
Desafortunadamente, al igual que muchas personas que sienten que el sistema judicial les falló, particularmente las y los jueces; ese es el mismo sentir de una madre que es víctima de violencia vicaria.
A Mauricio, acusado de cuatro delitos graves, como medida cautelar, la juez Silvia Elena Torres Cobá únicamente le impuso ir a firmar cada día 15 y 30 del mes.
“La fiscalía pedía prisión preventiva porque había riesgo para mí, a pesar de que quieren minimizarlo, mi vida y la de mi hija están en riesgo”, apuntó.
Esta misma jueza fue la que ordenó desactivar la Alerta Amber de Lucía.
Ericka denunció a Mauricio por delitos de índole sexual. A diferencia de la denuncia falsa que él interpuso contra ella, aseguró que tiene pruebas y que llegará a término de judicialización.
En medio de la violencia vicaria que Mauricio ejerce contra Ericka, quedó Lucía. La pequeña dejó de ir a sus actividades, bajó de peso y tiene depresión infantil.
En este intento de mantener a una niña lejos de su madre, él interpuso nueve amparos aunados a quejas para demorar las audiencias constitucionales.
“Mi hija está legalmente secuestrada, principalmente porque el Poder Judicial de la Federación ha dado nueve amparos en resolución, ninguno en definitiva. He tenido que presentar pruebas para que cuando se resuelvan sea a favor de la justicia y verdad, que Lucía regrese conmigo”, reclamó.
De sí, Ericka tiene relaciones políticas o influencias, negó que esto sea verdad. Afirmó que en una sola ocasión la recibió el fiscal y en otras tantas, lo ha esperado por horas para pedir justicia por Lucía.
Otras puertas que ha tocado son de personas activistas y defensoras de derechos humanos para dar voz a Lucía.
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