Así es Optimus, el robot humanoide que Elon Musk enviará a Marte el año próximo Meteored.mx

Con forma humana y una misión de ciencia ficción, Optimus será el primer robot en llegar a Marte.
El magnate lo enviará en 2026 como parte de su ambicioso sueño de colonizar el planeta rojo.
El robot humanoide Optimus, una mezcla de inteligencia artificial y diseño tecnológico avanzado.
Tiene la silueta de una persona, camina con movimientos suaves y ya sabe manipular objetos.
Es Optimus, también conocido como Tesla Bot, el robot humanoide que el año próximo se convertirá en el primer androide en pisar Marte.
Así lo anunció esta semana Elon Musk, el magnate detrás de Tesla y SpaceX.
De acuerdo a sus planes, en 2026 Optimus viajará al planeta rojo en una nave Starship para desempeñar tareas que, hasta ahora, solo habíamos visto en la ciencia ficción: cargar objetos, operar equipos y, cuando llegue el momento, colaborar con las primeras tripulaciones humanas.
Artículo relacionado¿Revolución o engaño? ¿Por qué las manos robóticas aún no pueden seguir el ritmo de la mano humana?El robot lleva en su interior una batería similar a la de un auto eléctrico y un sistema que le permite moverse como un ser humano.
Mide 1,73 m y pesa 57 kilos.
Su diseño no es casual: Musk quiere que los robots se adapten a entornos humanos, ya sea en fábricas de la Tierra o en las superficies áridas de Marte.
El robot Optimus, con su diseño ágil y funcional, demuestra las capacidades de la inteligencia artificial aplicada.
Está equipado con cámaras bidimensionales, sensores táctiles en sus manos y un mecanismo de estabilización en sus piernas que le permite mantener el equilibrio.
También posee una función para observar y copiar los movimientos humanos, facilitando así el aprendizaje de nuevas tareas y su posterior ejecución de manera autónoma.
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com/dUsW58trS6— Tesla Optimus (@Tesla_Optimus) December 9, 2024 La misión de Optimus será desempeñarse en las duras condiciones marcianas: poca gravedad, polvo abrasivo y temperaturas extremas.
Sus pruebas pioneras serán clave para evaluar su capacidad de asistir a los futuros colonos humanos que Musk imagina instalándose en una ciudad permanente en Marte antes de 2050.
El robot humanoide Optimus, una mezcla de inteligencia artificial y diseño tecnológico avanzado.
Sin embargo, el concepto detrás de Optimus va más allá de la exploración marciana.
Elon Musk aspira a que sea un producto tan accesible como para producirlo y comercializarlo masivamente en la Tierra.
Un robot que pueda realizar tareas domésticas y de compañía.
Estiman que su precio podría rondar entre los 20 y los 30 mil dólares.
Musk, un hombre con un plan Detrás del lanzamiento hay una ambición aún mayor.
Musk lleva más de dos décadas soñando con hacer de la humanidad una especie multiplanetaria.
Desde que fundó SpaceX en 2002, su objetivo ha sido claro: construir una ciudad autosuficiente en Marte antes de 2050.
Para ello, el Starship -el cohete más poderoso y reutilizable de la historia- es clave.
“Si todo sale bien, podríamos tener humanos en Marte en la próxima década”, ha declarado Musk.
El millonario reconoce que sus metas son ambiciosas.
Antes de llevar a Optimus a Marte, Starship deberá superar varios desafíos técnicos.
En sus pruebas más recientes, la nave ya consiguió realizar vuelos orbitales y amerizajes controlados, pero sigue enfrentando problemas que SpaceX busca resolver, como la pérdida de motores durante el despegue y la resistencia al calor en la reentrada a la atmósfera.
El objetivo es que Starship sea completamente reutilizable, para reducir drásticamente los costos de las misiones espaciales y acelerar el proceso de colonización de Marte en el largo plazo.
Artículo relacionadoHistórico: un robot manejado desde la Tierra realiza la primera cirugía en el espacioMientras tanto, Optimus tendrá la tarea de abrir camino.
Su misión no será sólo tecnológica, sino también simbólica: representar el primer paso hacia un asentamiento robótico y humano en otro planeta.
La historia de la exploración espacial suma así un nuevo capítulo, donde la frontera entre la ingeniería y la imaginación se vuelve cada vez más difusa.