La farsa guinda de la no reelección Excelsior

Claro que existen familias que actúan como si los gobiernos o las curules fueran de su propiedad.
Desde que era oposición, Morena repetía como mantra que, en caso de ganar, acabaría con la reelección, eliminaría los plurinominales y, más recientemente, que va a enterrar el nepotismo; sólo buscan agradar a la tribuna.
Vamos por partes, dijera Jack el Destripador.
Eliminar las posiciones pluris —reservadas, sobre todo, para darle alguna representatividad a la oposición—, obviamente, llevaba un mensaje para el PRI y el PAN, sus enemigos históricos; el PRD murió hace un buen rato.
Nada más que, de aprobarse esa disposición, los primeros en recibir el golpe serían sus aliados del Partido del Trabajo y del Verde Ecologista, que, si existen, es gracias a esa figura.
Con todo y eso, tuvieron que inventar la Cláusula de Vida Eterna, mediante la cual Morena les regaló votos.
Con respecto a la reelección en cargos de elección popular, es un tema que no lleva mucho tiempo de vida, pues hace pocos años se autorizó, a fin de que las autoridades municipales —sobre todo— pudieran implementar acciones de largo aliento.
A la fecha, los diputados pueden reelegirse hasta cuatro veces; los senadores, dos, con lo que ambos pueden completar hasta doce años en el cargo.
Los alcaldes pueden hacerlo sólo una vez, para llegar a seis; el Presidente y los gobernadores no pueden.
Si desaparece la reelección, los más afectados serían los alcaldes y sus gobernados, pues no tendrían oportunidad de planear a largo plazo.
Porque, si sólo están tres años en el cargo, el primero es para aprender; el segundo, para gobernar y, el tercero, para preparar su salida.
En lo referente al nepotismo, es un tema muy debatible, pues todo mexicano que se prepare para un cargo tendría derecho a aspirar a él.
Pero si tiene la mala suerte de que un pariente cercano llegue antes, en automático quedaría descalificado.
Claro que existen familias que actúan como si los gobiernos o las curules fueran de su propiedad, heredándolos a sus familiares.
De ello hay ejemplos de sobra en todos los partidos, pero eso debería ser una decisión de cada quien.
Si los partidos quieren seguir postulando a los mismos, que sean los votantes quienes decidan en las urnas si los apoyan.
Como quiera, independientemente de los pros y contras, en Morena sólo quieren dar atole con el dedo al respetable; con los pluris no pasará nada.
El nepotismo y la reelección aplicaría hasta 2030, cuando a los que están ya no les afecte.
Morena dice que el PVEM les torció la mano, pues pretende que, en 2027, Ricardo El Pollo Gallardo herede el gobierno de San Luis Potosí a su esposa, la senadora Ruth González, pero los guindas no verían mal el asunto.
Ni modo que a Félix Salgado o a Saúl Monreal no les apetezca relevar a su hija y hermano en Guerrero y Zacatecas, respectivamente; el rollo guinda es una farsa.
 CENTAVITOSParece que los abogados de El Mayo Zambada son chile de todos los moles en las fiestas de Morena, pues lo mismo asisten a bodas que a bautizos organizados por personajes importantes de la 4T.
En redes circula una colección de fotos donde los abogados Juan Pablo Penilla y Sergio Ramírez —defensores de narcotraficantes, según presumen ellos mimos— están con varios de los que juran nunca haberlos visto, como Claudia Sheinbaum, Delfina Gómez, Ricardo Monreal, Mario Delgado, Arturo Saldívar y hasta Clarita Brugada.
Morena quiso involucrar al PAN con los narcoabogados; les salió el tiro por la culata, pues incluso Ramírez fue diputado suplente del nudista Sergio Mayer en San Lázaro.
 Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0