Opinión
León XIV Periódico Correo
Habemus Papam. La noticia que muchos católicos esperábamos y que el mundo entero aguardaba, por fin, llegó: hay papa. Se descorrieron las cortinas del balcón central para dejar ver la figura de quien ya es el sucesor de Francisco y en última instancia de Pedro. Las plegarias de los feligreses fueron escuchadas y después de cuatro rondas, tuvimos un papa electo. Sorpresa, eso sí. Tenemos un papa estadounidense. Y ese papa fue el cardenal Robert Francis Prevost. Nacido en la gran capital del Medio Oeste hace 69 años, en la Norteamérica profunda. Este nuevo papa escogió el nombre de León XIV para convertirse en el primer estadounidense de la historia que se sienta en la silla de San Pedro.
El nuevo papa es agustino. Es una persona cercana a América Latina que fue obispo de Chiclayo, en Perú, país al que ha estado vinculado durante 40 años. Por cierto, diócesis a la que saludó en su primer mensaje al mundo. Insisto en que fue una sorpresa ya que su elección desafió casi todas las quinielas, que no apostaban porque el escogido proviniera de esta parte del mundo. Nadie se lo imaginaba. Por eso, a mí me mataban de risa todas las especulaciones y las listas de favoritos que hubo muchas, para ser el sucesor de San Pedro. Los vaticanistas se regodearon lanzando supuestas alternativas, tendencias, probabilidades —hasta las casas de apuestas participaron— y, al final, en el seno de la Iglesia de Roma lo que prevaleció, según el rito, fue la inspiración del Espíritu Santo.
Robert Francis Prevost es un personaje singular. A diferencia de la mayor parte de sus compatriotas, este agustino es políglota y ha pasado gran parte de su vida fuera de Estados Unidos. Es decir, a diferencia de la gran mayoría de estadounidenses, este papa ha vivido fuera del límite fronterizo de su patria, habla algo más que inglés, se expresa perfectamente en español —en su primer mensaje, antes de la bendición urbi et orbi, habló en castellano—. Ha sido misionero, párroco, profesor y obispo. Curioso, en su mensaje, no habló en inglés.
Su elección se explica como una continuación del género progresista de su antecesor. Ojalá. Se prevé que continúe con la modernización de la iglesia y que siga con las políticas de Francisco. Los que lo conocen, dicen que no tiene personalidad abierta y extrovertida. Lo definen como un hombre discreto y reservado, que sintió la llamada del sacerdocio por influencia de su padre, Louis Marius Prevost. Es de ascendencia francesa e italiana, y catequista. Su madre, Mildred Martínez, era de procedencia española.
En su primer mensaje, León XIV da pistas de querer seguir la ruta de Francisco. Aunque, en el pasado se ha mostrado con un tono menos abierto que el de su antecesor en temas de la comunidad LGTBQ+ ni de los crímenes de abuso sexual. Pero, da la impresión de que continuará con los pasos de Francisco. Ojalá. Habló de la paz en un mundo en guerra. la primera alocución de León XIV ha tenido un claro regusto de continuidad francisquista.
De corazón espero que el nuevo papa sea un símbolo de unión en la Iglesia. Hay muchos motivos de separación, de desmembración de disgregación. Hay una tendencia mundial de dividir y hoy necesitamos recuperar la unión, el deseo de ver más congruencias que las divergencias.
La elección del cardenal Robert Francis Prevost como Pontífice marca dos hitos: es el primer Papa estadounidense, pero a la vez es el primer obispo de Roma con doble nacionalidad, pues también es peruano. León XIV nació en Chicago, aunque estrechó lazos profundos con Perú hace cuatro décadas.
Que este nuevo papa sirva para alumbrar lo bueno, lo mejor, los valores. León XIV es el nuevo pastor de la iglesia católica. Enhorabuena.
