La mañana del 11 de septiembre de 2001 cada uno de los cuatro equipos de terroristas árabes, todos miembros de Al Qaeda, la organización liderada entonces por Osama Bin Laden, subió a un avión de línea como unos simples pasajeros. Una vez en vuelo tomaron por asalto a la tripulación y al pasaje, asesinaron a los pilotos y estrellaron las naves, dos contra las Torres Gemelas de New York, que se incendiaron y derrumbaron, otra contra el Pentágono, sede del ministerio de Defensa de los Estados Unidos, y el último vuelo, con destino desconocido pero sospechado, la Casa Blanca, tal vez, el edificio de Naciones Unidas acaso, terminó por estrellarse en Shaksville, Pensilvania, luego de que los pasajeros intentaran recuperar el mando del Boeing 757-200. Esta historia fue conocida como la rebelión del vuelo 93.
Eran diecinueve terroristas, divididos en tres equipos de quince y otro de cuatro, todos árabes. Había entre ellos cuatro con habilidades para pilotar aviones. Habían hecho cursos de vuelo en Estados Unidos, y los habían aprobado. No tenían demasiada práctica en aterrizajes. No les interesaba aterrizar.
A la cabeza del pequeño ejército estuvo Mohamed el-Amir Awad el-Sayed Atta, que pasó a la historia del terror como Atta: tenía treinta y tres años y era el mayor de los diecinueve terroristas con edades entre los veintiuno y los veintiocho años.
Los vuelos secuestrados y estrellados aquella mañana de tragedia fueron:
American Airlines 11, salió de Boston con destino a Los Ángeles. Atta fue el piloto terrorista. Estrelló el Boeing a las 8:45:27 contra la Torre Norte del World Trade Center. Murieron los sesenta pasajeros y tripulantes, y los cinco terroristas.
United Airlines 175. Salió de Boston también con rumbo a Los Ángeles. Marwan al-Shehhi fue el piloto terrorista. Estrelló el avión contra la Torre Sur del World Trade Center a las 9:03:42, sólo dieciocho minutos después de que Atta estrellara el suyo. Es la única imagen de los ataques transmitida en directo. Murieron sesenta pasajeros y tripulantes y los cinco terroristas.
American Airlines 77. Un Boeing B757 que había despegado del aeropuerto Dulles de Washington con destino a Los Ángeles. El terrorista Hani Hanjour lo estrelló contra el Pentágono a las 9:37:44. Murieron sesenta y cuatro personas y los cinco terroristas.
United Airlines 93. Había despegado del aeropuerto de Newark, en New Jersey, con destino final en San Francisco. Su piloto, Ziad Jarrah y sus cuatro cómplices no pudieron manejar la revuelta de los pasajeros. El avión cayó en Shaksville, Pensilvania y murieron sesenta y cuatro personas y los cuatro terroristas. Los muertos en las Torres gemelas están fijados en 2.996 más veinticuatro desaparecidos.
En el verano boreal de ese año, Atta, Jarrah y Shehhi cruzaron Estados Unidos de costa a costa y en vuelos regulares, para estudiar el trabajo de las tripulaciones y sus rutinas, y dilucidar también si había alguna forma de abordar esos vuelos con algún tipo de arma. El entrenamiento del pequeño ejército estaba a pleno: Atta viajó a España para informar a Al Qaeda cómo iban los planes, Jarrah y Hanjour (que serían los pilotos de United 93 que cayó en Pensilvania y del American 77 que se estrelló en el Pentágono, estudiaban rutas de vuelo de New York y Washington y alquilaron pequeños aviones para practicar vuelos a baja altura
Atta, cerebro de los ataques, era un ingeniero egipcio que había nacido en 1968, tenía treinta y tres años el 9/11, y había estudiado arquitectura en la Universidad de El Cairo. En 1990 estudió en el Instituto de Tecnología de Hamburgo, Alemania; entró en contacto con la mezquita al-Quds, conoció allí a al-Shehhi, que sería piloto del avión que estrelló en la Torre Sur, a Ziad Jarrah, el piloto del avión que cayó en Pensilvania y a Ramzi bin al Shibb. Juntos conformarían el embrión de la “célula de Hamburgo” de Al Qaeda.
Atta conoció a Bin Laden en Afganistán, a finales de 1999 y principios de 2000. Todos fueron reclutados por el propio Bin Laden y por Khalid Sheikh Mohammed, un pakistaní considerado el cerebro de los ataques del 11 de septiembre, hoy en prisión, en manos de Estados Unidos, y a la espera de juicio.
A mediados de 1998, Bin Laden había lanzado una “fatwa” contra Estados Unidos y su pueblo”. La célula de Hamburgo llenaba las expectativas de Bin Laden, espoleadas por Khalid Mohammed que ya en 1996 había planeado el secuestro de diez aviones para atacar objetivos emblemáticos de Estados Unidos en las costas Este y Oeste. Bin Laden había rechazado aquella idea por impracticable. Pero ahora, a menor escala, la juzgaba posible.
En marzo de 2000, Atta ya había enviado mails a treinta y una escuelas de vuelo americanas para conocer el costo de los cursos y las posibilidades de alojamiento. Todo sería pagado por Al Qaeda a través de transferencias encubiertas. Para no llamar la atención, para no ser identificado como un musulmán radicalizado, Atta se afeitó la barba, empezó a vestir ropas más occidentales y evitó visitar las mezquitas calificadas como “extremistas” por las autoridades alemanas.
Surgió entonces un tropiezo: Bin Laden estaba ansioso y frustrado y presionó a Khalid Mohammed para que desatara la operación: primero sugirió que fuese en mayo, a modo de “celebración” del atentado contra el destructor americano USS Cole, cometido siete meses antes, el 12 de octubre de 2000, por dos terroristas suicidas de Al Qaeda. El ataque mató a diecisiete marineros y dejó treinta y nueve heridos. Luego, Bin Laden sugirió que el ataque a Estados Unidos con aviones comerciales secuestrados debía hacerse en junio o julio de 2001, cuando Ariel Sharon, líder del partido opositor al gobierno de Israel, visitara la Casa Blanca que habitaba desde enero George W. Bush. Las ansias de Bin Laden siempre tuvieron un freno: Atta decía que no daría un paso hasta que no se sintiese preparado.
Recién a finales de agosto, Atta informó a Al Qaeda cuándo sería el ataque: el segundo martes de septiembre. Aún hoy es un misterio el porqué de esa decisión. Los investigadores sugirieron siempre tres posibilidades: según los estudios hechos por los terroristas los martes era un día de escaso flujo de pasajeros (de hecho, en los cuatro aviones secuestrados viajaban menos de cien personas) y sería más sencillo dominar al pasaje y a la tripulación; la segunda posibilidad sugirió que, a modo de ironía, Atta vio en la fecha 9/11 un remedo del tradicional número de emergencias policiales, 911,en Estados Unidos; la tercera opción decía que eligió ese día a manera de una histórica revancha: el 9 de septiembre de 1683 empezó la llamada Batalla de Viena, que terminó en una humillante derrota del Imperio Otomano a manos de fuerzas cristianas, y marcó el inicio de la decadencia del Islam en Europa.
La previa de los ataques
Para cuando se acercaba la fecha del ataque. otros miembros del pequeño ejército de Atta parecían estar alejados de la historia y de los símbolos religiosos, incluso de las rígida, invariable ley islámica. A principios de septiembre, próximos a matar, a morir y al inminente paraíso, algunos de los miembros del ejército Atta se enfocaron en deseos más terrenales. En vísperas del ataque, Abdul Azis al-Omari y Satam al-Suqami, dos de los “musculosos” que abordarían con Atta el vuelo American Airlines 11, pagaron algunos cientos de dólares, aportados por Al Qaeda, por los servicios de dos prostitutas contratadas a un servicio de “escort” llamado “Sweet Temptations, Dulce Tentación”. Uno de ellos volvió a pedir los servicios de las damas dos veces en un día. En New Jersey, otro de los “musculosos” que asesinaría a los pilotos del vuelo 93 pagó también unos cuantos dólares por un servicio llamado “danza privada” en el Salón Vip de un “bar a go-go”.
Ziad Jarrah, el piloto terrorista del United 93, fue recordado por sus compañeros de la escuela de aviación en la que cursó seis meses, de junio de 2000 a abril de 2001, por ser un buen bebedor de cerveza, impensable en un obediente del Islam. El propio Atta se había emborrachado, junto a Shehhi, el piloto que estrelló su avión en la Torre Sur, en el Shuckum’s Oyster Pub and Seafood Grill, un bar de deportes en Hollywood, Florida, durante sus cursos de vuelo. El gerente del bar, Tony Amos, diría más tarde que Atta tomaba vodka con jugo de naranja y Shehhi ron con Coca Cola. Recordó que en una ocasión: “Los dos estaban intoxicados; Mohammed más: arrastraba la voz y tenía un acento muy particular”.
Saciadas las ansias terrenales, tal vez no todas, los terroristas se prepararon en Boston, en Washington y en New Jersey para el que juzgaron su momento supremo. En la mañana del 10, Atta dejó el Milner Hotel, en Boston. Llevaba un equipaje normal y uno de mano, marca Travelpro, esos bolsos semi rígidos, con ruedas y una manija extensible que los hace transportables, y que caben en el portamantas de los aviones. Si alguien hubiese mirado atentamente lo que contenía el bolso de mano, hubiese pensado en un devoto musulmán que había aprobado sus cursos de vuelo. Junto al Corán y a un libro de oraciones, el bolso contenía unas lecciones en video sobre cómo volar dos tipos diferentes de Boeing y un manual de procedimientos para simuladores de vuelo. También había guardado en ese bolso, que llevaría consigo a bordo, una especie de navaja plegable y un pequeño aerosol con gas pimienta, marca “First Defense”. Por entonces, las normas de seguridad permitían llevar a bordo navajas con hojas de acero que no excedieran las cuatro pulgadas, unos diez centímetros. Después de ese día, todo iba a cambiar para siempre.
También, escondida en un bolsillo interno del equipaje de mano, había una carta de cuatro páginas, escritas a mano, en árabe, que pintaba las intenciones físicas y espirituales de su dueño. La carta estaba dividida en tres secciones y precisaba detalladas instrucciones, y exhortaciones, sobre el martirio y los asesinatos en masa. Abarcaba desde al arreglo personal hasta las tácticas de batalla e incluía para los mártires la certeza de la vida eterna en compañía de “ninfas”.
Después de las invocaciones formales, “en nombre de Alá, el compasivo, el misericordioso”, la primera sección, titulada “La última noche”, aconsejaba:
“Abrace la voluntad de morir y de renovar su lealtad”.
“Aféitese el vello corporal extra y use colonia”.
“Rece”.
“Familiarícese bien con el plan en todos los aspectos y anticipe las reacciones y la resistencia del enemigo”.
“Lea Al-Tawabh (Arrepentimiento en el Corán), y reflexione sobre su significado y sobre lo que Alá ha preparado para los creyentes y los mártires en el Paraíso.”
“Examine su arma antes de partir y, como le fue dicho, cada uno de ustedes debe afilar su hoja, salir y llevar a cabo su sacrificio”.
Al día siguiente, 11 de septiembre de 2001, Atta y Omari llegaron a las cinco cuarenta de la mañana al Jetport Internacional Airport de Portland, donde dejaron estacionado su Nissan alquilado y abordaron, a las seis, el vuelo BE-1900C de Colgan Air, una empresa pequeña, un avión pequeño, para hacer el breve trayecto hacia el Aeropuerto Internacional de Logan, en Boston. También es un misterio por qué los dos terroristas eligieron ese vuelo corto y llegar al aeropuerto de Boston con un vuelo de conexión para abordar el American Airlines 11. Los investigadores presumen que fue un intento por no llamar la atención: esa mañana habría en el aeropuerto demasiados pasajeros de Medio Oriente: Atta, Omari, los otros tres terroristas que abordarían con ellos el vuelo 11 y los cinco que subirían al United 175, ambos se estrellarían contra las Torres Gemelas. También es posible que Atta y Omari hayan pensado que en el pequeño aeropuerto de Portland las medidas de seguridad serían más laxas.
En el momento de recibir su tarjeta de embarque, Atta pidió al agente del aeropuerto de Portland su tarjeta para el vuelo 11 de American Airlines con el que tenía conexión para volar de Boston a Los Ángeles. El agente le dijo que tenía que hacer un nuevo chequeo en Boston y la cara de Atta se transformó. El despachante recordaría luego que Atta se quejó: a él le habían dicho que sólo era necesario un “check in”, El empleado, que notó su furia, le dijo con calma que mejor se apuraba, si no quería perder el vuelo a Boston.
A las cinco y cuarenta y siete, Atta y Omari pasaron sin dificultades por el detector de metales, calibrado para sonar ante la cantidad de metal de un arma de fuego o de un cuchillo grande. También pasaron el control de rayos X de sus equipajes de mano. Atta mostraba un rostro severo, estaba vestido con una camisa azul oscuro y pantalones también oscuros, podía pasar por el uniforme de un piloto. Omari, en cambio, vestía una camisa en la gama del crema y pantalones caqui.
El equipaje de bodega de Atta fue retenido para un chequeo extra de seguridad en busca de explosivos. La selección fue hecha por un programa que había empezado a funcionar en 1997 y conocido como CAPPS, Computer Assisted Passenger Prescreenings System, que usaba un algoritmo para determinar por azar cuáles equipajes chequear y evitar de esa forma quejas basadas en actos de discriminación basados en la raza, la etnia, la nacionalidad o el origen del pasajero. Pero el aeropuerto de Portland no tenía un equipo detector de explosivos, y las valijas no eran abiertas: quedaban en espera hasta que su dueño subía a bordo. Esa medida permitía evitar el envío de un equipaje de bodega con un explosivo y sin dueño a bordo. Nadie pensaba entonces en un comando suicida. Cuando Atta subió al avión, su equipaje fue cargado en la bodega. En el aeropuerto de Portland, en la mañana del 11 de septiembre, nadie cacheó a Atta o a Omari, y tampoco revisaron de manera manual sus bolsos de mano.
A las seis cuarenta y cinco, el avión de Colgan Air llegó a Boston y Atta y Omari, pasaron sin problemas por el scanner de seguridad del aeropuerto Logan. Tenían tiempo de sobra para abordar el vuelo 11 de American Airlines con destino a Los Ángeles, destino que nunca iba a alcanzar.
A las siete y treinta y nueve, Atta y Omari subieron al avión y se sentaron en las butacas 8D y 8G, el par medio de la configuración dos, dos y dos del Boeing. En primera clase ya estaban sentados los hermanos Wail y Waleed al-Shehri, en los asientos 2A y 2B, cercanos a la cabina de los pilotos: el avión no tenía fila 1. El quinto miembro del grupo, Satam al-Suqami, de Arabia Saudita, también estaba sentado en la butaca 10B, sobre el pasillo, dos filas detrás de Atta y Omari. El jefe del servicio de vuelo de American Airlines 11, Michael Woodward, dio la bienvenida a bordo a todos los pasajeros.
En Washington, en el aeropuerto Dulles, y en el de Newark, en New Jersey, el pequeño ejército de Atta hizo lo mismo: abordaron sus aviones, ocuparon sus asientos y esperaron. Después, los aviones despegaron.
El Informador
La determinación sobre Paetongtarn Shinawatra por el Tribunal Constitucional ha generado dudas sobre si el regreso político de su familia el año pasado terminaría con otra caída
El Nuevo Día
Verónica Malo critica la propuesta de un reembolso a los mexicanos en Estados Unidos por el impuesto a las remesas.
SDP Noticias
Despídete de la minería tradicional y da la bienvenida a la nueva era de la riqueza inteligente. Imagina estar recostado en una silla de playa, bebiendo una bebida helada, mientras tus activos criptográficos generan ingresos para ti las 24 horas del día.
Lado.mx
El pasto sintético es una solución práctica, estética y de bajo mantenimiento para múltiples espacios: jardines, terrazas, áreas infantiles, canchas deportivas e incluso interiores.
Lado.mx
Un envío comienza con confianza Comprar por internet se ha vuelto parte de la vida diaria en México. Y entre todas las plataformas de e-commerce, Mercado Libre destaca por su facilidad, velocidad y cobertura.
Lado.mx
Grupo Fórmula
* Remueven a Calixto Armas en la Subsecretaría de Educación Media Superior y Superior de la SEV * Nombran a David Jiménez rojas, excomisionado del extinto IVAI, para sustituirlo en el cargo. * Oficialmente la SEV no ha informado nada al respecto, pero el exsubsecretario lo confirmó en su Facebook. Irineo Pérez Melo.- De manera […]
Dpoderapoder
El atletismo español vive días de tensión institucional tras el choque de declaraciones entre Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), y el Consejo Superior de Deportes (CSD), a ra
Mundo Deportivo
El acontecer político y financiero de Nuevo León está aquí.
El Financiero
Meganoticias Veracruz
Servicio Meteorológico Nacional
Servicio Meteorológico Nacional
Aristegui Noticias
El Financiero Bloomberg TV
Debido a su ubicación geográfica, que le dan una gran variedad de climas, México es uno de los países con mayor biodiversidad y es hogar de al menos 12% de las especies del mundo
Infobae
La temperatura más alta registrada en el territorio mexicano fue la del 6 de julio de 1966, cuando el termómetro subió hasta los 58.5 grados
Infobae
La temperatura más alta registrada en el territorio mexicano fue la del 6 de julio de 1966, cuando el termómetro subió hasta los 58.5 grados
Infobae
Clima en México
El Imparcial
México gana 4-3 ante el Equipo de Estrellas de la LMB Con un mejor clima, el Juego de Estrellas pudo llevarse a cabo con victoria mexicana en el Harp Helú m.diazLun, 30/06/2025 - 19:17
Record
Conoce el pronóstico del clima para la ciudad de Monterrey
El Informador
FÁTIMA VÁZQUEZ / Raúl Flores MartínezTras llover toda la noche y parte de esta mañana, las calles de Chetumal, la capital de Quintana Roo, amanecieron inundadas en varios puntos de la ciudad, donde las autoridades recomendaron extremar precauciones.El grupo de monitoreo tormenta municipal informó que al menos 21 calles presentan anegaciones s
Excelsior
La sexta tormenta de la temporada en el Pacífico, Flossie, mantendrá intensas lluvias en la mitad del territorio mexicano junto con humedad del Golfo de México, favoreciendo que el ambiente se refresque. Las abundantes lluvias siguen extendiéndose en el país, haciendo este junio uno de los más lluviosos con un 147 % de precipitaciones, siendo
Meteored.mx
El huracán Flossie, vaguadas y ondas tropicales gestarán lluvias torrenciales en México que seguirían generando encharcamientos y posibles inundaciones.Para esta semana, prevalecerá el potencial de encharcamientos e inundaciones en varios estados de la República Mexicana por la influencia de un ciclón tropical e inestabilidad asociada a vagu
Meteored.mx
Últimas noticias
Atienden en CDMX 23 encharcamientos por lluvias del lunes
Diputados aprueban reformas sobre desaparición y búsqueda de personas; crean CURP biométrica
10bet app Mexico: descarga la app para iOS y Android
10bet apuestas deportivas online en Mexico
10bet bono sin depósito: ¿está disponible?
Encuentran s¡n v¡d4 a menor de 6 años en una zanja en Tuxpan
Los resultados de hoy en Wimbledon: partidos de primera ronda
El Dortmund de Bellingham busca evitar sustos ante el Monterrey de Ramos
Es el lugar donde estos chefs de Madrid con estrella Michelin hacen su pausa
El modo más bestia de jugar a fútbol
Dvalishvili alucina con Topuria: "Es especial, diferente... muy inteligente"
El "plan Cuti" se pone en marcha
El "10" de Ansu pasa a Lamine Yamal
¡Feliz Día del Ingeniero en México! 10 frases de ingenieros mexicanos famosos para dedicar hoy 1 de julio
Cámara de Diputados abre centro de acopio para afectados por huracán Erick en Oaxaca y Guerrero