La tragedia migrante volvió a México.
La noche del lunes 27 de marzo, un incendio, aparentemente intencional, en las instalaciones del Instituto Mexicano Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua (al norte del país) dejó al menos 41 personas muertas, todas ellas de origen extranjero.
De ellos, 29 personas también resultaron heridas en el siniestro y fueron trasladada en estado grave a cuatro hospitales de la localidad.
Las oficinas se localizan en el Puente Laredo Stanton, donde retornan a los migrantes de Estados Unidos.
Los cuerpos de las víctimas quedaron regados en el patio de las oficinas del INM.
Asimismo, las personas heridas fueron envueltas en cobijas térmicas en espera de ser trasladados al hospital de la ciudad.
Aún se desconoce el origen del fuego, pero hay testigos que expresaron a medios locales que el incendio comenzó en el área donde estaban retenidos los hombres y algunos de ellos quedaron atrapados por las llamas.
“Ante los hechos, se estableció comunicación y coordinación con autoridades consulares de diferentes países para implementar las acciones que permitan la identificación plena” de las víctimas, precisó el INM.
También expresó su “disposición para coadyuvar en las investigaciones de ley, a fin de que se esclarezcan estos hechos lamentables”.
La autoridad migratoria mexicana se comprometió además a dar seguimiento a la evolución del estado de salud de los hospitalizados y a brindar apoyo a los familiares de las víctimas.
Antes del incidente, los agentes del INM habían hecho un operativo para retirar de las calles a migrantes que piden limosna.
La presencia de migrantes en la zona se ha intensificado este año desde que Estados Unidos anunció nuevas medidas que incluyen la deportación inmediata de nacionales sin papeles de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba que lleguen al país por tierra.