Que no se olvide Diario.mx

Siempre he criticado el ‘sospechosismo’, que es la idea de muchas personas en el sentido de que el gobierno genera un distractor para desviar la atención de algún tema que le está complicando su imagen o popularidad ante la población. En alguna película le llamaron “Caja china”. Sin embargo, en la mayoría de los casos, considero que esto no sucede así. Hay diversos eventos que tienen lugar de forma simultánea. Es decir, en este país siempre están pasando cosas. Puede darse el caso de que uno o más eventos no tengan relación alguna. No coincido con esa frase que dice que en política no hay casualidades.

Sin embargo, quizá de manera poco parcial, considero que las cosas han empezado a cambiar ahora con los gobiernos de la 4T. La 4T ha demostrado desde que comenzó a gobernar que no le interesan las métricas, ni tampoco los resultados, ni el bienestar (que es de sus palabras favoritas) ni nada. Lo único de lo que hablan constantemente es de “popularidad”. Por eso, en relación con la 4T, sí consideró que la mayoría de sus acciones son “cajas chinas”.

Cuando usted, estimado lector, le llega a hacer alguna crítica al gobierno (sea el de AMLO o el actual), la feligresía morenista utiliza recurrentemente un argumento: “Obrador es el Presidente más popular del mundo” o “Sheinbaum es la mujer más poderosa del mundo”. Esas afirmaciones siempre son subjetivas; además, evidencian lo que le interesa a la mayoría gobernante: popularidad y poder. Esa es la salida, en virtud que no pueden decir que este gobierno haya sido mejor que cualquiera del pasado. Son el gobierno que ha llevado a México a ser un Estado fallido, pero les queda el consuelo de ser populares y poderosos.

En este mismo sentido, recordamos que todos los planes implementados por López Obrador eran planes electorales, es decir, formas de arrogarse más poder del que tenía. En los seis años no hubo un solo plan de seguridad, o de inversión, o de fortalecimiento institucional. Puro desmantelamiento, programas sociales, huachicol y violencia. En pocas palabras, López Obrador desmanteló las finanzas y estructuras institucionales del país con gastos irresponsables a cambio de que la colectividad le perdonara su indolencia en el combate al crimen organizado.

En pocas palabras, popularidad y poder es lo que mueve a la 4T, jamás bienestar o esperanza, que son las palabras favoritas de los que hoy gobiernan, pero que nunca se cristalizan en hechos.

Por todo lo anterior, insisto, sí creo que existen distractores ordinarios empujados desde el gobierno, con Jesús Ramírez Cuevas, Epigmenio Ibarra, entre otros de los operadores del poder.

A partir de julio pasado, la opinión pública, la prensa, las redes sociales, y en general la mayoría de las corrientes, conocieron los presuntos vínculos de Adán Augusto López Hernández (Líder de los Senadores de Morena) con el crimen organizado. Esa noticia no es nueva ni reciente. El Gobernador de Tabasco Javier May la había dado a conocer desde noviembre de 2024. Sin embargo otras cajas chinas fueron haciendo que se olvidara o que no se le prestara atención. Fue a partir de que la Presidencia de la República lo decidió, que esa nota se volvió tendencia evidenciando los lazos criminales de López Hernández con el crimen organizado.

Precisamente cuando esto se da, empezaron a generarse muchos distractores por parte de otro sector de los que hoy gobiernan para tratar de contrarrestar la mala imagen que se le estaba creando a Adán. En su momento, la casa de Fernández Noroña (que es un tema mucho menos grave que tener al líder del Senado vinculado con el crimen) fue un elemento que sirvió para bajarle presión al tema de Adán Augusto.

Ahora, con temas más recientes (como la aprobación del regímen jurídico del agua, entre otras cosas) también hubo distractores tratando de convencer a la gente de que la reforma no es mala (cuando claramente lo es).

Otro elemento de distracción parecería ser las imágenes de un sujeto que lleva a cabo conductas inapropiadas frente a la Presidenta Sheinbaum afuera de Palacio Nacional. Mucho se dijo que eso había sido orquestado por el gobierno para tratar de distraer a la opinión pública respecto a lo que había pasado esos días en Michoacán, que fue la muerte del Alcalde Carlos Manzo.

A pesar de todo, es importante que por más distractores que el gobierno trate de lanzarnos, no perdamos de vista los temas importantes, ni tampoco dejemos de señalar los excesos.

Que no se olvide que Adán Augusto López Hernández nombró a un criminal como su Secretario de Seguridad Pública en Tabasco. Hernán Bermúdez Requena es el presunto líder de La Barredora, una célula criminal con presencia en Tabasco. Por más que se intente seguir distrayéndonos, Adán sigue siendo responsable de haber llevado la institucionalización del crimen en Tabasco.

Que no se olvide tampoco que Carlos Manzo fue asesinado en Michoacán por el crimen organizado, ese que el gobierno no se atreve a tocar jamás, y con el que prefirió coaligarse antes de combatirlo.

No debemos olvidar que la violencia en México se encuentra en una espiral ascendente, sin que se pueda advertir una solución a este flagelo causado por la 4T, pues siguen protegiendo a sus socios.

Que no se olvide que el gobierno criminal de López Obrador dejó a miles de niños con cáncer sin sus quimioterapias. Esa es una negligencia criminal que debería ser sancionada con toda la fuerza de la ley. Por más que el gobierno llamó a los padres de los niños como “golpistas” lo cierto es que fue la perversidad y ambición de López Obrador la que causó esto, así como el resurgimiento de enfermedades que se creían ya erradicadas.

Tampoco se debe olvidar cuando López Obrador decidió liberar a Ovidio Guzmán, o cuando fue a saludar a la mamá del Chapo, o cuando estableció su política de seguridad pública que se resumen en “abrazos, no balazos”.

No debemos olvidar que México es uno de los países más violentos del mundo y que concentra a varias ciudades como las más violentas del mundo en los primeros diez lugares del planeta. No debemos olvidar que ya no se puede transitar libremente por las carreteras de México, pues son escenario de todo tipo de actividades criminales.

En general no debemos olvidar nada de lo que estos criminales han hecho con el poder. No les debemos perdonar la desgracia que han traído a México, a pesar de que sean muy populares y muy poderosos, que eso es lo único que les interesa para seguir saqueando a nuestro país.