No ceder en el discurso, ceder en los hechos Diario.mx

A cada oportunidad, igual que AMLO, la presidenta Sheinbaum reitera la independencia de México y nuestra soberanía.

¡No nos manda nadie, insiste la presidenta!

Discurso que contrasta con los hechos.

Sea en materia de aranceles, o del agua, o de la seguridad, la conducta es reiterativa, enormes cesiones al gigante norteamericano.

Quizá no haya otra opción en una buena parte de los casos, pero hay algunos en los que, al ceder, compromete bienes, servicios y derechos de una parte, o de todos los mexicanos, según sea el caso.

El gobierno mexicano estableció un arancel de 50% a cerca de mil 500 productos extranjeros, el 60% de los cuales proceden de China.

Al sostenerle a la presidenta y a sus panegiristas que tal medida implica, en la realidad, una elevada tasa arancelaria a China, contestan que no, que es ‘solamente a los países con los cuales no tenemos tratados comerciales’.

Y sí, nada más que a esos países -más de un centenar y medio- nos venden el 40% de los productos con ese arancel y ¡Uno solo, China, nos vende el 60%!

¿Ignorancia, o una imponente mentira, mediante una grosera manipulación?

Así, ante el reclamo trumpista de que le «debemos agua», por no cumplir con lo establecido en el Tratado, la presidenta, en un primer momento, respondió tajantemente, «no sería posible entregar el agua reclamada “de manera inmediata”… Incluso físicamente por el tamaño del ducto, no se podría entregar en muy poco tiempo la cantidad de agua que está mencionando (Trump); es hasta un impedimento físico. Eso lo sabe el Gobierno de Estados Unidos”, afirmó».

Luego planteó que «no se puede dar más (agua) y está determinada por la cantidad de la precipitación pluvial en 2025, la que puede trasvasarse y que se puede entregar a partir de la infraestructura física que se tiene, en la mejor voluntad de poder cumplir el tratado siempre».

Y enfatizó en el compromiso de cumplir con los términos del acuerdo, pero garantizando el agua para los mexicanos, «… Lo que hay es la mejor voluntad para poder entregar la cantidad de agua que se debe de años anteriores, de acuerdo con lo que se dice en el tratado y, por supuesto, garantizándole el agua a México en términos, sobre todo del derecho humano al agua de los agricultores mexicanos»

Y héte que en la noche del viernes y ayer sábado ya teníamos la información precisa.

«En mes y medio, (antes del 31 de enero) México deberá cumplir con el adeudo que hace una semana reclamó el Presidente Donald Trump, estimado en 246 millones de metros cúbicos, bajo el marco del Tratado de Aguas de 1944. (Nota de Mayumi Suzuki y Nadia Rosales, Reforma, 13/12/25).

Como fruto de las reuniones de funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y del Departamento de Agricultura de los EU, México firmó ese compromiso.

¿De dónde sacará agua la presidenta para entregarle a los EU si las presas La Amistad y Falcón -que están sobre la cuenca del Río Bravo y que almacenan agua para las entregas en el marco del Tratado- están por debajo del 20 y 10%, respectivamente?

¿De la cuenca del Río San Juan, en la que están las presas El Cuchillo y la Marte R, Gómez, ubicadas en el Estado de Nuevo León y Tamaulipas, respectivamente, pero que no cuentan infraestructura para canalizar el agua y, además, se afectaría el agua para Monterrey y para los distritos de riego de Tamaulipas?

Además, no están incluidas en el Tratado de Límites y Aguas.

¿De La Boquilla, la más importante presa del estado (y de la cuenca del Río Bravo, por el lado mexicano, fuera de las presas internacionales ubicadas sobre el río Bravo) que pasó del 15% de agua almacenada en 2024 al 38.30% hasta la fecha?. (Nota de Ismael Carrillo, El Diario, 13/12/25).

Las precipitaciones han sido menores a los promedios históricos pues en 2023 fue de 193 milímetros; en 2024, 201 y en 2025 habían alcanzado 395.9 milímetros, pero que no alcanzaron para recuperar volúmenes previos al 2023.

Del sistema del Conchos dependen los distritos de riego de Delicias y Camargo, que en 2025 no contaron con plan de riegos precisamente por la falta de agua.

Para 2026, el volumen actual apenas permitiría cubrir de manera parcial un nuevo ciclo agrícola.

No hay agua para entregarle a los norteamericanos, más aún, no estamos obligados a hacerlo ya que, según el Tratado, si la cuota no se cumple en el ciclo de 5 años, entonces se podría hacer en el siguiente, que termina en 2030.

No solo la cuenca del Río Bravo está bajo la inclemencia de una larga sequía y cuyo futuro es peor, también la cuenca del río Colorado atraviesa por una crisis semejante, lo que le ha impedido a EU cumplir con su parte del Tratado que, deberá recordarse, es sobre las cuencas del Bravo y el Colorado.

De ahí la pertinencia de una carta enviada a la presidenta Claudia Sheinbaum por el ex gobernador Patricio Martínez en la que le señala, entre otras cosas, «que (de acuerdo con el) Tratado, México no paga agua, ni debe agua, ni roba agua… El tratado reparte el agua que llega al cauce del Rio Bravo, no antes… El agua de todos los afluentes mexicanos del Bravo, mientras está en territorio mexicano, no es internacional. Depende de la mexicana soberanía… Le envío este mensaje para que tenga usted información precisa y que se deje para siempre de acusar a México sin sustento alguno».

A lo que deberemos enfrentarnos, a uno y otro lado del río, es a que, con toda seguridad, la cantidad de agua sobre la cuenca disminuirá pues las actuales condiciones persistirán.

Frente a ellas hay un arsenal de cosas que deberán hacerse para aprovechar el agua y para, dentro de lo posible, generar aún mayor cantidad, particularmente en la cuenca alta del Conchos, en la sierra, en la que, si se efectuaran una buena cantidad de inversiones para rescatar bosque, además de elevar la captación de agua, se podría elevar la cantidad que fluyera a La Boquilla, nuestra principal presa y generadora del 70% de la economía en el centro sur del estado.

Pero eso sólo se hará si prevaleciera una visión de Estado y a mucho futuro, más allá de la próxima elección, y de la siguiente, y de la siguiente.

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La nueva legalidad en los tiempos de la 4T

Van creciendo en número y calidad. La expulsión a EU de más de 50 presos, la mayoría acusados de delitos del crimen organizado, incumplió todas las normas nacionales e internacionales de la legalidad vigente.

En el colmo, la ‘estrella’ del régimen, el Secretario Omar García Harfuch informó que entre los expulsados iban algunos que «son un riesgo de seguridad nacional» pues dirigían actividades y grupos delictivos ¡«desde la cárcel»!

En el caso de César Duarte, para agregarle más aristas de presuntas ilicitudes, ahora resulta que la FG de Chihuahua lo acusó (proceso que está en curso) por los mismos 96 millones de pesos por los que la FGR lo acusa de ‘Operaciones con recursos de origen ilícito’.

¿Son los mismos expedientes, los mismos testigos, las mismas evidencias?

Además, con la participación del gobierno norteamericano, bajo la comisión de un montos de actos violatorios de la ley en los procesos penales.

Pero poco importa eso si, por otro lado, el principal ‘animador’ para la segunda causa contra Duarte es el senador Javier Corral, quien es perseguido por la justicia chihuahuense.

Y que es senador, solo porque lo rescataron la ahora fiscal Ernestina Godoy y su principal subordinado, Ulises Lara.

Para peor, este hombre (Lara) es el que fue capaz de graduarse de abogado y recibir el título en un solo día.

Encabezó el operativo para impedir la aprehensión de Javier Corral, para permitirle a Corral tomar protesta y alcanzar el fuero constitucional, y hoy ocupa el cargo en la FGR que, por ley, en caso de ausencia de la titular (Ernestina Godoy) quedaría como encargado del despacho.

Igualito que cuando Godoy debió dejar la Fiscalía de la CdMx. Lara se tituló de abogado en un día y al siguiente tomaba protesta como encargado del despacho.

La tercera, a partir de una de las más recientes resoluciones de la ‘nueva’ «Tremenda Corte» que aprobó volver a discutir asuntos ya resueltos. Con ello se termina lo que conocimos como «cosa juzgada»’, ahora todos los casos, a pesar de las sentencias definitivas, se pueden reabrir.

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En el artículo «Contención», que versó sobre la incapacidad del exgobernador Duarte para ‘contenerse’, dí cuenta de una anécdota comentada por Jaime Herrera al escribiente.

Contó Jaime que cuando salían de gira a los municipios, rumbo a los actos, con el respectivo alcalde a bordo del vehículo, éste le soltaba todas las peticiones del mundo, Duarte escuchaba, preguntaba.

Ya en los actos, Duarte mencionaba una a una las peticiones del alcalde, pero como si fueran compromisos propios.

De regreso, Duarte le decía a Herrera: «Ahí le encargo, licenciado» -Pero si no tenemos dinero, gobernador.

-Ahí véalo usted.

Y a esconderse de los alcaldes.

De esa manera -y otras- llevó la deuda pública a casi los 50 mil millones de pesos, luego de haberla tomado (en 2010) cuando era de alrededor de 12 mil millones.