Video: El “¡pérense cabrones!” y de nuevo los bloqueos Diario.mx

Habrá que plantearse con toda la seriedad requerida si la disuasión verbal será suficiente de aquí al martes o los gobiernos toman la vía de la fuerza pública para evitar que productores y transportistas “liberen” casetas, bloqueen carreteras y/o tomen instalaciones gubernamentales.

Aún hoy no han cesado los estragos psicológicos y económicos provocados por “solo” cuatro días de manifestaciones ocurridas la semana pasada contra las nuevas leyes del agua y la inseguridad en los caminos del país.

Fueron casi 100 horas de recintos aduanales tomados; bloqueadas salidas y entradas a gran cantidad de ciudades, filas interminables de camiones y vehículos chicos, oficinas paralizadas e inmovilizada el grueso de la economía particularmente en la frontera norte.

No hay humor social para soportar otra dosis de muchas horas varados en las carreteras. Hubo pleitos constantes entre manifestantes y conductores tanto de vehículos pequeños como camioneros y traileros. En la zona de Camargo llegaron a los golpes.

Intervino en la refriega un funcionario municipal. Entre él y varios manifestantes trataron de bajar a golpes al chofer de un trailer con el que se hicieron de palabras al momento de iniciar uno de los bloqueos. “Pérense cabrones...váyanse a la vrg...Pérense”. –“Bájate pues cabrón...”

Aparentemente hasta ahí quedó todo pero fue lesionado el conductor con golpes en el rostro. Por fortuna para la comunidad de Camargo, el funcionario fue despedido. (Video del altercado en versión digital de La Columna).

No hay humor social; tampoco las empresas gozan de tranquilidad frente a esos “imprevistos” ni de solvencia económica suficiente para seguir perdiendo cientos de millones de dólares por retrasos en traslados de insumos y bienes y la consecuente paralización de fábricas.

Una cuantas horas de bloqueos en los cruces internacionales trastocan el trabajo de todo el sector maquilador, comercial y social en esta región fronteriza, por hablar nomás de la zona familiar, con cerca de 300 maquilas y entre 270 mil y hasta 330 mil personas que laboran en ellas.

Es fundamental tener a la mano todos esos datos y en la memoria los acontecimientos recientes para advertir la catástrofe en implicaciones si agricultores y transportistas siguen de frente con la amenaza de repetir las protestas a partir del martes próximo.

Ahora ha quedado claro que los líderes de los grupos manifestantes fueron entre manipulados, engañados, amenazados y coaccionados con las reformas legislativas en materia hídrica y que se dividieron entre ellos. Así suspendieron las manifestaciones.

Algunos son pro Cuarta Transformación o al menos de izquierda; otros de centro, o de plano, de derecha y por lo tanto opositores al régimen en el poder federal. No hay unificación de criterios.

En la geografía estatal aparecen cada vez con mayor fuerza, calidad y cantidad, los magnates de la agricultura, menonitas y mormones, que juegan pelota a distancia, cuidan con celo extremo a sus comunidades integradas por decenas de miles, y no aparecen entre izquierdas, centro ni derechas, pero muy enérgicos a la hora de defender lo que por derecho les corresponde. De ahí que también sean actores en la controversia nacional.

Unos y otros recibieron muchas promesas tanto en la parte de la nueva legislación como de otros aspectos relacionados con los precios de garantía para algunos granos, frijol, maíz, trigo, sorgo, y de mayor seguridad para los transportistas en las carreteras.

Los ofrecimientos fueron verbales y algo quedó plasmado en papel pero sin certeza de mayor de cumplimiento, tanto que la situación siguió igual frente a todos los reclamos y quizá hasta peor, pues aun antes que las nuevas leyes del agua fuera publicadas en el Diario Oficial de la Federación, inspectores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya adelantaban en campo su aplicación.

Es evidente el apuro por hacerse del control político total del agua aun sin reglamentos para la aplicación de las nuevas leyes y casi desmantelada justo la Conagua en materia técnica. Traen en la guerra a soldados sin fusil; es decir, ignoran toda la parte científica sobre el agua subterránea: cuánta, dónde, por cuánto tiempo; cargas, recargas.

Golpeó la Cuarta Transformación todo el aspecto de los manoseados permisos y concesiones pero sus funcionarios desconocen realmente cuánta agua subterránea existe y la disponibilidad de la misma.

Si no refuerzan con gran rapidez esa falta grave de herramientas y personal científicamente preparado seguirán utilizando la máxima cantinera: a ojo de buen cubero, con todo y “caballo” según el cliente, como ha sido desde la etapa “neoliberal” hasta los siete años de “transformación”. En el corto plazo les restan solo cinco años para demostrar lo casi imposible, la buena fe en bien de los productores y de México.

Tampoco el renglón de la seguridad ha mejorado para los camioneros ni para los empresarios transportistas. Asaltos, extorsiones, robos contra los primeros; carreteras en pésimas condiciones para las unidades que representan desembolsos importantes en reparaciones. Las cosas siguen prácticamente igual que antes de las protestas de la semana pasada.

Tenemos entonces un escenario nada distinto al que generó aquellas movilizaciones; en realidad las leyes del agua salieron como cuchillo en mantequilla tal cual fueron planteadas por el gobierno federal, con el agravante del juego indigno del dedo en la boca para algunos y de la conveniencia para otros.

Agricultores y transportistas cedieron no porque hayan sido auténticamente escuchados, presentaron su retiro de los bloqueos como un voto de confianza a la Presidencia de la República para que en un plazo corto mejoraran las condiciones de seguridad carretera y hubiera garantías de total apego al derecho en el manejo del agua. Repetimos, lo primero no ha ocurrido y lo segundo sigue en el ámbito de lo intangible.

La amenaza de nueva convulsión social por nuevos bloqueos no es, entonces, debido a esos temas en los que ya fueron derrotados unos y otros, sea como haya sido, por miedo, conveniencia o interés, sino por las cosechas de maíz amarillo, frijol, sorgo, trigo, que permanecen por millones de toneladas en los graneros particularmente del norte del país.

Hasta el momento la presión verbal no ha funcionado a los líderes agricultores con la las secretarías federales del ramo para definir precios y compra-venta. Hay diferencias enormes de hasta el 100 por ciento entre el precio de mercado y el ofertado por el gobierno federal. Y en medio de ambos, los coyotes al acecho.

Es previsible que no haya ningún acuerdo de aquí hasta el martes y que serán convertidas en hechos las advertencias de “liberar” casetas de cobro; es decir, serán levantadas las plumas de las casetas para tráfico vehicular libre y muy posiblemente después sean bloqueadas al menos mientras hay respuesta al movimiento.

También existe algo de confianza entre la atemorizada iniciativa privada que la situación no pase del bajo perfil en las protestas debido a la falta de unidad entre los liderazgos de los productores y a que los motivos de las mismas son relativamente superables para el régimen federal, si sus operadores así lo desean.

Ayer y hoy anda de gira laboral por Chihuahua la presidenta, Claudia Sheinbaum. Estuvo en los cuarteles militares de Santa Gertrudis, en la región de Delicias, la mayor zona agrícola del estado, una de las más grandes en el norte del país; después anduvo en una de las áreas de la entidad mayormente golpeadas por la violencia, Guadalupe y Calvo.

Hoy amanecerá en Juárez para un par de actividades conjuntas con la gobernadora, Maru Campos y el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar; quizá tengamos alguna señal, algún gesto que tranquilice a la sociedad y al sector privado, al sector industrial, sobre las amenazas que vienen de nuevo para todo el sector económico nacional, en particular el fronterizo, con las nuevas protestas.

Diálogo y cumplimiento de promesas a los manifestantes evitarán siquiera pensar en el uso de la fuerza pública para reprimirlos.