Venezuela se ha convertido en un “hoyo negro” en el mapa aéreo internacional, según datos de Flight Radar, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarara el “cierre total” del espacio aéreo sobre y alrededor del país sudamericano. La advertencia, emitida sin un decreto oficial que la respalde, ha generado una ola de suspensiones de vuelos y una fuerte reacción del gobierno de Nicolás Maduro.
Una declaración sin sustento legal, pero con efectos reales
A finales de noviembre de 2025, Trump publicó en su red social Truth Social que “todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas” debían considerar el espacio aéreo venezolano como completamente cerrado. Aunque la declaración no constituyó una orden ejecutiva formal, la incertidumbre provocó que diversas aerolíneas extranjeras suspendieran de inmediato sus vuelos hacia y desde Venezuela.
Expertos en derecho internacional recordaron que la Convención de Chicago de 1944 otorga a cada país soberanía total sobre su espacio aéreo, por lo que solo Venezuela podría cerrarlo legalmente. No obstante, Estados Unidos sí puede prohibir a sus aerolíneas volar sobre territorio venezolano o restringir acuerdos bilaterales de aviación.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ya había emitido advertencias previas por la creciente actividad militar estadounidense en el Caribe.
Aerolíneas suspenden rutas; Venezuela responde con sanciones
Tras la publicación de Trump y las advertencias técnicas de la FAA, aerolíneas como Iberia, Air Europa, Plus Ultra, Turkish Airlines, Gol, Latam, TAP y Avianca suspendieron temporalmente sus rutas a Venezuela.
El gobierno de Maduro respondió retirando las licencias de operación a estas compañías, acusándolas de sumarse a lo que calificó como “terrorismo de Estado” promovido por Washington. Esta medida ha afectado a miles de pasajeros y profundizado el aislamiento internacional del país.
Imágenes recientes de Flight Radar muestran cielos prácticamente vacíos sobre Venezuela, con solo operaciones aisladas, principalmente militares o humanitarias.
Tensión geopolítica en aumento
La advertencia de Trump surge en un contexto de creciente presión militar sobre Venezuela. Estados Unidos ha intensificado operaciones navales en el Caribe, justificándolas como parte de una campaña antinarcóticos. Paralelamente, Trump ha designado al llamado “Cártel de los Soles” —con supuestos vínculos con altos mandos venezolanos— como organización terrorista extranjera.
Caracas califica estos movimientos como preparativos para un intento de derrocamiento, acusación que Washington niega.
Los vuelos de deportación: excepción en medio del conflicto
En un inicio, Venezuela suspendió los vuelos de deportación que recibía desde Estados Unidos. Sin embargo, en un gesto inusual de cooperación, accedió posteriormente a reanudarlos a petición de la administración Trump. Estos vuelos continúan operando bajo medidas especiales, pese a la tensión bilateral.
La ONU exhorta al respeto del derecho internacional
La Organización de las Naciones Unidas expresó preocupación por la situación. El portavoz del Secretario General, Stéphane Dujarric, pidió a todas las partes respetar el derecho internacional que regula la aviación civil. También manifestó inquietud por los ataques estadounidenses a embarcaciones civiles venezolanas en el Caribe.
Venezuela, cada vez más aislada
Aunque la declaración de Trump no posee fuerza legal internacional, su impacto ha sido contundente: aerolíneas retiradas, cielos vacíos y una crisis diplomática en plena escalada.
La situación refleja la fragilidad de la aviación venezolana, el deterioro de sus relaciones exteriores y los límites del poder unilateral en un espacio —el aéreo— estrictamente regido por normas globales.