Mueren 62 mil pingüinos por hambruna en Sudáfrica: científicos alertan riesgo de extinción en 2035 El Imparcial
Los pingüinos de El Cabo enfrentan su peor crisis en décadas. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Exeter y el Departamento de Bosques, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica, cuyos datos fueron retomados por agencias internacionales, revela que más de 62 mil pingüinos africanos han muerto por hambruna en menos de diez años. La especie, que ya está en la lista roja de la UICN, se aproxima a un punto de no retorno.
La investigación explica que la escasez severa de sardinas, su principal alimento, provocó la caída abrupta de la población en varias colonias clave ubicadas cerca de Ciudad del Cabo. Hoy, quedan menos de 10 mil parejas reproductoras en todo el planeta.
¿Qué provocó la muerte masiva de 62 mil pingüinos?
Entre 2004 y 2011, dos de las colonias más importantes registraron una pérdida acumulada de 62 mil aves adultas, un hecho sin precedentes para la especie. El biólogo Richard Sherley, coautor del estudio, explica que durante esos años las poblaciones de sardinas se mantuvieron por debajo del 25% de su abundancia máxima, lo que impidió a los pingüinos sostener sus ciclos de reproducción y alimentación.
Según Sherley, todo apunta a un “efecto combinado de prácticas pesqueras y cambios medioambientales”, como variaciones en la temperatura y la salinidad del agua. La hambruna habría sido resultado directo de esta suma de presiones.
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Una especie que podría desaparecer en estado salvaje
Los científicos advierten que la situación es crítica.De acuerdo con el estudio, la población global de pingüinos de El Cabo ha disminuido casi 80% en los últimos 30 años. Si la tendencia continúa, la especie podría desaparecer en estado salvaje para 2035.
La UICN la incorporó en 2024 a su categoría más grave: peligro crítico de extinción. Esta clasificación se aplica a especies que enfrentan un riesgo extraordinariamente alto de desaparecer en un futuro cercano.
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Medidas de emergencia: ¿qué se está haciendo para salvar a los pingüinos?
Ante la crisis, las autoridades sudafricanas implementaron una prohibición de pesca comercial alrededor de seis colonias durante un periodo de diez años. El objetivo es permitir la recuperación de sardinas y anchoas, base del ecosistema local.
Además, organizaciones y expertos impulsan otras estrategias:
- Instalación de nidos artificiales para mejorar la reproducción.
- Creación de nuevas colonias en zonas con mejores condiciones de alimento.
- Monitoreo constante para medir la recuperación de las aves.
Los especialistas advierten que ninguna medida funcionará sin la recuperación sostenida de los bancos de sardinas, por lo que el manejo pesquero seguirá siendo un punto clave.
¿Qué papel juega el turismo en la crisis?
Los pingüinos de El Cabo son una de las atracciones naturales más visitadas en Sudáfrica. Cada año, miles de personas acuden a verlos de cerca.
Sin embargo, esta actividad también genera presiones:
- Perturba a las aves en momentos clave de descanso y crianza.
- Aumenta el estrés, lo que afecta la alimentación y la reproducción.
Los expertos recomiendan rutas reguladas, mayor distancia con las aves y zonas restringidas para equilibrar la conservación con la actividad turística.
¿Qué relación tiene el tema con el debate político reciente?
En redes sociales, algunos usuarios han utilizado a los pingüinos como símbolo irónico dentro de discusiones políticas globales, incluidas referencias a la “oposición” a Donald Trump.
Este fenómeno es más bien parte del humor digital y no tiene relación con el estudio científico ni con la crisis ambiental que atraviesa la especie.
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¿Qué podemos esperar a futuro?
La supervivencia del pingüino de El Cabo dependerá de decisiones tomadas en los próximos años. Si las medidas de protección y recuperación de alimentos funcionan, la especie podría estabilizarse. De lo contrario, los científicos advierten que se aproxima a un escenario de extinción en vida silvestre.
La investigación concluye que la conservación de esta ave es un indicador clave del estado de los ecosistemas marinos en Sudáfrica y de la capacidad humana para corregir prácticas que impactan directamente la vida silvestre.
