Pancho Pistolas, el payaso norteño que sigue vivo en la memoria de Salvatierra Periódico Correo
Salvatierra, Gto.- En Salvatierra todavía se escucha el nombre de Pancho Pistolas, un personaje que nació hace más de 60 años y que durante décadas llevó música, humor y un estilo muy suyo por varias partes del país. Detrás de ese nombre está Luis Ávila, un salvaterrense que a sus 77 años sigue recordando con cariño todo lo que vivió gracias a ese personaje.
Luis salió de Salvatierra cuando tenía apenas 11 años rumbo a Ciudad Victoria, Tamaulipas. Allá empezó como meserito en la fonda de su tía, pero pronto su gusto por la música norteña lo llevó a otro camino. Entre fiestas, caravanas y shows, un empresario lo bautizó como Pancho Pistolas, el payaso que tocaba norteño y hacía reír a todos.
El personaje pegó tan bien que Luis dejó el trabajo de mesero y se enfocó de lleno en el espectáculo. Con cada presentación podía comprar más vestuario e instrumentos, y así fue creciendo su fama hasta aparecer en programas de televisión y algunas películas.
Con el tiempo decidió volver a su tierra. “Mi ciudad me llamaba”, comentó.
Pancho Pistolas se hizo conocido entre las bandas norteñas de la región
Ya en Salvatierra, Pancho Pistolas se hizo conocido entre las bandas norteñas de la región y se volvió el enlace para organizar música en fiestas y eventos. Incluso participó en las primeras ediciones de la Marquesada, ayudando a coordinar a las agrupaciones que animaban esas jornadas que muchos aún recuerdan como las mejores.
Pero los tiempos cambiaron, Luis cuenta que antes podía colgar un anuncio afuera de su casa para ofrecer sus servicios y nadie decía nada. Ahora, hasta sus pistolas de juguete le generaron problemas. “Ya no es como antes… ahora me censuran porque el personaje trae pistolas, aunque no sean reales”, expresó.
Aun así, de vez en cuando todavía lo buscan para organizar fiestas y poner ambiente con música norteña. “Ya todas mis historias quedan en la memoria de Pancho Pistolas”, dice mientras ríe un poco y suspira otro tanto. Además de cómico y músico, Luis también aprendió sobre notas, ritmos y arreglos. Dice que las ideas para componer “le llegan de la nada”, y así ha creado canciones inspiradas en anécdotas de Salvatierra o en historias que escuchaba por ahí.
Para completar su show, también se enseñó a bailar, porque según cuenta, “en cada evento era indispensable mover las caderas al ritmo de la tarima”.
Hoy, aunque muchos jóvenes no lo conozcan, Pancho Pistolas sigue siendo un personaje con historia y con un montón de anécdotas que forman parte de la memoria viva de Salvatierra.
