El enigma de David Hampson, el hombre que lleva una década cortando el tráfico, y nadie sabe por qué Computerhoy.20minutos.es
El ritual es siempre el mismo. David Hampson sale de su casa, comienza a pasear y, de repente, cruza la calle y se queda parado en mitad de la carretera, cortando el tráfico, hasta que la policía lo arresta. Sus razones son un misterio, porque nunca ha dicho una palabra. No es mudo, ni tiene ningún problema mental. Pero se ha ganado su apodo de The Silent Man (El hombre Silencioso).
Todo comenzó en 2014, cuando David Hampson cortó el tráfico en un cruce de su ciudad natal, Swansea, en el Reino Unido. Cuando acudió la policía, se negó a responder a sus preguntas.
Al principio se fue a casa con una simple amonestación, pero los cortes de tráfico se repitieron. A veces se quedaba de pie, parado como una estatua en mitad de la carretera. Otras se sentaba, o se tumbaba.
El enigma de The Silent Man, un profesional de los atascos
Con cada detención, aumentaban los cargos. Primero comenzó a recibir multas. Finalmente fue condenado a varios meses de cárcel.
Pese a que sus abogados insistían en que si no hablaba, las penas serían mayores, nunca dijo una palabra.
No era mudo, porque en la cárcel hablaba para pedir alguna cosa. Los exámenes psiquiátricos no encontraron ningún problema mental que le impidiese comunicarse, o justificar su comportamiento. Aunque tampoco pudieron entrevistarle, porque se quedaba callado como una estatua.
Las investigaciones no consiguieron encontrar ningún patrón en su comportamiento, que ofreciese alguna pista de por qué se paraba en mitad de la calle, para cortar el tráfico.
A veces tardaba más de un año en hacer su gesto de rebeldía. Otras los repetía cada pocas semanas. No había una fecha concreta, ni una relación temporal entre ellas. Su última detención fue el pasado 19 de junio, y tendrá que volver a pasar unos meses en la cárcel.
La mente humana es misteriosa, y se pueden hacer cosas extrañas sin tener ninguna enfermedad mental.
De momento estos cortes de tráfico no han ocasionado daños, salvo atascos, hasta que ha llegado la policía. Pero algún día podría provocar un accidente, o ser agredido por alguien con muy poca paciencia.
El enigma de David Hampson, el Hombre Silencioso, continúa. Posiblemente nunca sabremos por qué lo hace. Quizá no exista ninguna razón concreta, más allá de hacerlo.
