Cuando el propósito guía, las diferencias construyen: la carpintería como espejo de la empresa familiar Forbes

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Cuando el propósito guía, las diferencias construyen: la carpintería como espejo de la empresa familiar

"El éxito de una empresa familiar no se logra cuando todos piensan igual, sino cuando aprenden a trabajar juntos con respeto, propósito y sentido."

Cuentan que existió una vez una carpintería en la que se celebró una extraña asamblea. Las herramientas estaban cansadas de sus diferencias y decidieron reunirse para “poner orden”.

El martillo tomó la presidencia, pero pronto fue cuestionado. Hacía demasiado ruido y se la pasaba golpeando. Aceptó su limitación, pero no quiso ceder su lugar al tornillo, porque—según él—había que darle muchas vueltas para que sirviera. El tornillo protestó, pero tampoco quiso que la lija tomara el mando. Era demasiado áspera y generaba fricción. La lija, a su vez, no aceptó que el metro liderara, pues siempre estaba midiendo a los demás como si fuera el único perfecto.

En medio de las discusiones y acusaciones, entró el carpintero. Se colocó su delantal y comenzó a trabajar. Usó el martillo, el tornillo, la lija y el metro… y de aquella tosca madera, surgió un mueble hermoso y útil.

Cuando el carpintero se fue, la carpintería quedó en silencio. El serrucho, con voz firme, tomó la palabra:

“Ha quedado claro que todos tenemos defectos, pero el carpintero no se enfoca en eso. Él trabaja con nuestras cualidades. Nos hace valiosos cuando trabajamos juntos.”

Aquel día, la carpintería entendió algo esencial: el martillo tenía fuerza, el tornillo unía, la lija afinaba, y el metro daba precisión. Ninguno era perfecto, pero todos eran necesarios. Lo único que hacía falta era recordar quién era el verdadero protagonista: el carpintero.

La empresa familiar como carpintería

Así como en la fábula, en las empresas familiares también hay herramientas distintas: el hermano firme que dirige con autoridad, la hermana detallista que parece siempre estar “dando vueltas”, el primo que mide y compara, el sobrino que a veces es demasiado directo y causa fricción…

Pero cuando el fundador, el líder o “carpintero” de la familia logra ver más allá de los defectos y utilizar a cada miembro en su mejor versión, todo empieza a tomar forma. La empresa deja de ser un espacio de lucha de egos y se convierte en una obra de propósito compartido.

“El secreto no está en tener las mejores herramientas, sino en saber usarlas con sabiduría y respeto.”

Virtudes sobre defectos: una nueva mirada

En lugar de enfocarnos en lo que nos separa, debemos aprender a ver lo que cada uno aporta. El martillo puede parecer rudo, pero sin él no hay estructura. El tornillo puede ser lento, pero une con firmeza. La lija puede ser áspera, pero pule lo que está en bruto. El metro puede parecer exigente, pero da dirección.

“Cuando dejas de enfocarte en el defecto del otro y comienzas a ver su valor, nace el verdadero trabajo en equipo.”

Esta mirada no solo aplica a la empresa, sino también a la familia y a uno mismo. Todos tenemos imperfecciones, pero también talentos únicos. El reto está en reconocerlos, desarrollarlos y ponerlos al servicio de un propósito mayor.

‘Lo que parecía un defecto… terminó siendo la clave del valor de cada herramienta en manos del carpintero.’

El rol del fundador: más que un líder, un artesano

El fundador de una empresa familiar no es solo quien inicia el negocio. Es quien da forma, sentido y dirección. Como el carpintero, su tarea no es imponer, sino construir. No es exigir perfección, sino descubrir el valor oculto en cada miembro.

“Un fundador sabio no espera que todos sean iguales… aprende a usar lo mejor de cada uno.”

Y cuando el fundador ya no está, ese rol puede ser asumido por una visión compartida, por el amor al legado, o por el compromiso de trascender juntos.

Aplicación práctica: empresa, familia y persona

En la empresa: Fomenta espacios donde cada miembro pueda expresar sus talentos. No todos deben pensar igual, pero sí trabajar con respeto y propósito común.

En la familia: Aprende a ver más allá de los errores. A veces, lo que más nos molesta del otro es justo lo que más necesitamos para crecer.

En lo personal: Reconoce tus virtudes y trabaja tus áreas difíciles. No necesitas ser perfecto, solo estar dispuesto a construir.

“La empresa familiar no se construye con herramientas perfectas, sino con miembros imperfectos dispuestos a dejarse guiar por el artesano del propósito.”

De herramientas a legado

Porque al final, no se trata solo de hacer muebles…

Se trata de construir un legado.

“Cuando cada uno aporta lo mejor de sí, la empresa familiar deja de ser ruido… y se convierte en obra maestra.”

Sobre el autor:

Twitter: @mariorizofiscal

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Cuando el propósito guía, las diferencias construyen: la carpintería como espejo de la empresa familiar
Mario Rizo Rivas