“En el tema de la paternidad, somos una generación bisagra”: Gastón García Marinozzi Milenio

A partir del duelo por la muerte de su papá, Gastón García Marinozzi (Argentina, 1974) decidió escribir Instrucciones para matar al padre (Alfaguara), donde el periodista reflexiona sobre la paternidad en diferentes territorios literarios e incluye memorias de infancia y juventud, acompañado por Paul Auster, Joseph Roth, Malcolm Lowry, Bashevis Singer, Truman Capote o Salman Rushdie, entre otros.
¿Es un libro de duelo?Sí, porque había que atravesar el duelo de alguna manera, poniéndolo en palabras, en letras y convirtiéndolo en algo parecido a esto.
En esa tarea de transitar el duelo y de hablar de esto, de la muerte del padre, me sirvió mucho lo que podían decir otros escritores.
Este tipo de lecturas fueron fundamentales y la mayoría de ellas acabé compartiéndolas aquí.
¿Por qué usaste tantos géneros al escribir?Conforme lo escribía, el libro se fue convirtiendo en un monstruo de muchas cabezas, de muchos géneros, pero muy pronto dejó de preocuparme eso porque creo que este mosaico de cosas me servía a mí para contar lo que quería contar.
Por eso por momentos parece crónica, novela, ensayo y me pareció que era el tono necesario.
"Pude contar una historia más convencional, una novela ficcionada; pero me interesaba estar interrumpido todo el tiempo porque así se escribió, así se lee y siento que así es el duelo también.
Ante la pérdida de alguien, es fragmentario, es interrumpido, no puede ser constante, porque nos lleva a enfermedades psicológicas importantes".
¿Hay muchos tipos de padres?Se trata justamente de eso, encontrar todos los padres posibles en la idea de paternidad.
Además, somos una generación bisagra en eso porque a ellos les tocó ejercer una paternidad muy diferente a la que nos toca a nosotros.
A ellos les tocó justamente hacer esa bisagra entre una sociedad muy diferente a la nuestra, con otro tipo de premisas, de valores, donde justamente el sentido de las emociones no estaba en primera línea y creo que ahora, a mi generación, le toca poner eso un poco más adelante y la realidad de lo que es la paternidad.
Obviamente, es un arco infinito, como el de la maternidad, como el del propio ser humano.
“Lo entenderás cuando seas padre” es una frase popular.
¿Crees que es así?Justamente es lo que dice Freud; el psicoanálisis ha trabajado mucho esta idea de matar al padre y justamente creo que los acabas comprendiendo en ese momento en el que los matas para convertirte tú mismo no necesariamente en padre, pero sí en algo listo para ser padre o en un ser humano en edad madura y de tomar decisiones que ya no tiene la excusa de papá o mamá.
La idea freudiana es muy profunda: es como matar a un dios para convertirte en dios de ti mismo.
¿Cómo seleccionaste a los escritores que te acompañan en este viaje?Todos estos autores a los que me refiero en el libro están atravesados por tres cosas: la paternidad, la orfandad; a todos se les muere el padre en algún momento y escriben sobre eso en sus autobiografías y, en algún sentido, la migración.
Todos han migrado o son hijos de migrantes o viven en un contexto de migrantes.
Paul Auster escribió uno de los libros más importantes sobre el tema, La invención de la soledad, que me ayudó mucho también en el proceso de trabajo creativo que estuvo mezclado en un proceso de duelo también.
Paul Auster dice que hasta que no acabó de escribirlo en su cuadernito y lo cerró, sintió que no había podido enterrar a su padre y a partir de ese momento ya lo dio por muerto, enterrado.
Creo que me pasó un poco lo mismo.
¿Y sobre el tema de la migración?El perder la patria de alguna manera es también el mismo sentido de perder ese origen o matarlo.
Por eso también están las instrucciones para matar la patria porque son necesarias para poder seguir andando y seguir caminando.
Instrucciones para matar al padre relata la manera en la que el narrador inicia dos viajes: uno de ida para asistir al velorio de su padre y otro de regreso para continuar con la crianza de sus pequeños hijos.
A partir de ahí ve y analiza la paternidad desde muchos ángulos.
¿Entendiste mejor al padre después de escribir el libro?Me dejó muchas cosas, la verdad.
No es una historia sobre mi padre o la muerte de mi padre en particular.
Pero sí me sirvió para entender un poco mejor qué es esta cosa inentendible que puede ser la paternidad y esa cosa aún más inentendible que puede ser la orfandad.
¿Qué pasa?, ¿qué se pone en juego? E intentar desde la literatura dar un camino a la vida, eso me sirvió y ojalá le sirva a quienes lo lean también.
Veo mucho interés de las y los escritores por escribir sobre su madre o padre.
Yo creo que es una de las preguntas de la época.
Vivimos en una época en la que nos podemos permitir hacer muchas preguntas.
Acá hay una discusión sobre la intimidad y el devenir de la vida; nos estamos preguntando y cuestionando muchas de esas cosas.
"Vivimos un momento social en que se están rompiendo, cambiando, alterando, evolucionando ciertos patrones y creo que el tema de la maternidad sobre todo ha llevado a muchos escritores a empezar a escribir libros muy geniales sobre este tema porque creo que es una pregunta que está en nuestra generación.
¿Qué es ser madre? ¿Qué es ser padre? Yo no creo poder responder qué es ser padre, pero recomiendo matarlo figurativa y freudianamente, que no es poca cosa".
¿Y para qué matarlo?Matar al padre pero usar esa muerte para ti mismo, porque no puedes cargar eso todo el tiempo.
Y los liberas a los dos.
El hijo y el padre quedan libres.
Es muy beneficioso y es inevitable.
Lo que explica Freud es que el padre cumple el papel de Dios, entonces el hombre requiere hacer el sacrificio de matar a Dios y lo hace a través de matar al padre, porque es la manera en la que necesita para ser independiente, poder crecer y vivir su propia vida, por eso es tan importante ese sacrificio.
Pero ojo, no hay que matar a nadie; no hace falta aclarar esto, pero matar al padre es una cuestión figurativa (risas).
BSMM