LA FAMILIA BECKHAM, EN CRISIS Sol Yucatán
Lo que alguna vez fue considerado el ejemplo de unidad y sofisticación familiar en el Reino Unido atraviesa una de sus etapas más turbulentas. La ausencia de Brooklyn Beckham en la ceremonia donde David Beckham fue investido caballero no solo encendió las alarmas mediáticas, sino que también evidenció una fractura profunda entre el hijo mayor y sus padres, David y Victoria Beckham.
La crisis, que inició con una disputa por el vestido de boda de Nicola Peltz, hoy amenaza con socavar la reputación de una de las dinastías más influyentes del espectáculo británico.
De acuerdo con medios Brooklyn se enteró de la condecoración de su padre por los medios, no por comunicación directa, lo que subraya el grado de distanciamiento entre las partes. La prensa británica ha documentado con detalle las tensiones familiares, las ausencias en eventos clave y la creciente influencia de Nicola en las decisiones de su esposo.
El origen del conflicto: un vestido de boda y un gesto malinterpretado
El desencuentro entre Victoria Beckham y su nuera comenzó en 2020, cuando la diseñadora se ofreció a confeccionar el vestido de novia de Nicola Peltz. Sin embargo, meses después, Victoria canceló el proyecto a través de la madre de Nicola, alegando complicaciones técnicas en su atelier. Aunque Nicola declaró que no existió mala intención, la prensa interpretó el episodio como el primer síntoma de una grieta familiar.
La boda, celebrada en abril de 2022, fue un foco de tensión mediática. Un momento particularmente controversial ocurrió cuando Marc Anthony invitó a Victoria al escenario durante su actuación, lo cual, según asistentes dejó a Nicola llorando. La prensa sensacionalista amplificó el incidente, que para muchos simbolizó un desplazamiento del protagonismo de los recién casados.
La situación se ha agravado en los últimos dos años. Brooklyn y Nicola no asistieron al 50º cumpleaños de David Beckham ni al 51º de Victoria, prefiriendo pasar tiempo en el festival de Coachella. También se les vio distantes durante otras celebraciones familiares, lo que reforzó la narrativa de ruptura.
Consecuencias para la marca Beckham
Especialistas en imagen pública advierten que el conflicto familiar no solo tiene un impacto emocional, sino que amenaza el prestigio de la marca Beckham, valorada en más de 500 millones de libras. La analista de celebridades Lauren Beeching explicó que la narrativa pública está dejando de centrarse en logros profesionales para enfocarse en la dinámica familiar, un cambio riesgoso para una marca basada en la aspiración y el éxito colectivo.
A pesar de intentos de reconciliación, aseguran que “cada avance termina retrocediendo”. El propio Brooklyn estaría dividido entre su lealtad a Nicola y el deseo de no romper lazos con su familia. Mientras tanto, David y Victoria estarían dispuestos a hacer todo por recuperar la relación con su hijo, pero ya habrían perdido la esperanza con su nuera.
Las tensiones también han alcanzado a los hermanos: aunque Brooklyn mantiene vínculos con Cruz y Harper, su relación con Romeo es distante.
Lo que alguna vez fue sinónimo de elegancia, unidad y éxito hoy enfrenta su mayor prueba: mantener la armonía familiar frente al escrutinio público y la presión mediática. Para los Beckham, el apellido ya no es solo una marca, sino un campo de batalla.
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