Gaspar y Violeta: Arte y memoria alumbran en la oscuridad Excelsior

Juan Carlos TalaveraRecuperar la memoria, conocer las implicaciones de la guerra, la violencia del Estado y mostrar que el arte y la música pueden ser un faro de esperanza en medio de la oscuridad.
De eso habla la obra de teatro Gaspar y Violeta, del dramaturgo y director escénico Sergio López Vigueras, quien centra el relato en uno de los capítulos más dolorosos de la historia latinoamericana: el golpe de Estado en Chile y el derrocamiento de Salvador Allende.
TE RECOMENDAMOS: Filarmónica de la UNAM: Periplo escénico del hades al olimpoLa historia, que se estrenará el 5 de mayo en el Teatro Helénico, versa sobre un personaje real: Patricio Rivas, “quien fue parte de la izquierda revolucionaria, un movimiento de lucha en Chile entre los años 60 y 70, que utilizó el nombre clave de Gaspar; y su vida nos pareció muy importante porque nos puede conectar con momentos de reflexión para el presente”, dice en entrevista el dramaturgo.
GASPAR, EL PROTAGONISTA, LÍDER ESTUDIANTIL TORTURADOGaspar, el protagonista, es un joven líder estudiantil que es capturado y torturado, quien se aferra a la música de Violeta Parra –figura simbólica que representa la belleza, la resistencia y el poder transformador del arte– para resistir la angustia, el dolor físico y los recuerdos.
Gaspar aseguraba que en las horas de mayor dolor, soledad y angustia encontraba consuelo en recordar la música de Violeta Parra.
Así que Violeta es el otro eje de esta historia, que engloba el arte y la poesía como motor de vida y resistencia, que nos pareció ideal para reflexionar sobre el presente que estamos viviendo.
Pero no se trata de voltear al pasado o sólo recordar un episodio de la historia latinoamericana, sino entender, en el presente, cómo podemos pensar nuestra lucha, nuestro hacer y accionar político desde una perspectiva más amplia; y no simplemente compartir la queja o el post de ocasión en redes sociales, sino cómo posicionarnos, y creo que Gaspar es una oportunidad para eso”, expone.
Asegura que esta pieza no busca aleccionar al público ni dar una visión totalitaria o única, “sino, a través de la historia, los personajes, la música y el canto, invitar a una experiencia estética que a su vez lleve a una reflexión”.
LÓPEZ VIGUERAS RECUERDA EL MOVIMIENTO DE 1968 EN MÉXICOLópez Vigueras reconoce que México no ha vivido una dictadura militar; pero existe un vínculo en las páginas de la historia con el movimiento de 1968 y la lucha social y la resistencia que intentaron configurar una nación más democrática.
Además, señala que en el presente Latinoamérica se ha volcado a opciones políticas que abrazan ideas plenamente autoritarias, represivas, totalitarias como Jair Bolsonaro, Nayib Bukele, Javier Milei y ni hablar de Donald Trump.
¿Cómo representan el tema de la tortura?, se le cuestiona.
“Era importante no representar la tortura de forma cruda, así que nuestro dispositivo es totalmente brechtiano; es decir, por medio de canciones señalamos estos acontecimientos en la historia, pero hemos cuidado no ser explícitos con esa representación del dolor, porque en esa exposición del dolor no gana la víctima ni la memoria”.
¿Qué tan biográfica es la presencia de Violeta? “No hemos querido hacer una biografía de Violeta como tal, porque nos parecía que lo importante era cómo Gaspar la recordaba; es la Violeta de Gaspar; así que es más un ícono o un símbolo del arte y la música como esperanza.
Y en ese recuerdo, Gaspar evoca su núcleo de lucha, sus amigos, sus compañeros con los que comparte valores”.
¿Por qué es relevante acentuar el arte y la música como una forma de esperanza? “Porque es lo primero que intentan borrar los gobiernos autoritarios, totalitarios y represivos.
Lo vemos ahora con el asedio de las universidades en EU.
Siempre el pensamiento, el arte y la belleza es lo primero que estas fuerzas intentan destruir.
Es interesante cómo una canción, un poema, una pintura, nos conectan con la vida y eso es lo que nos impulsa a trabajar por un mundo igualitario donde no gane la ley del dinero”.
Con un elenco integrado por Horacio Trujillo, Alberto Cerz, Nora Del Cueto, Daniela de los Ríos y Tony Corrales, la propuesta escénica incluye el trabajo de Carolina Jiménez (escenografía), Jerildy Bosch (vestuario), Isay Ramírez (diseño sonoro y composición), Miriam Romero (video) y la iluminación a cargo del propio López Vigueras.
Se presentará del 5 de mayo al 10 de junio.
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