Feijóo mira hacia Cataluña tras mejorar en Euskadi, aunque sin borrar a Vox Infobae
María López
Madrid, 21 abr (EFE).- El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fija ya el rumbo en las elecciones catalanas, tras lograr que el PP dejase atrás en Euskadi su peor resultado histórico, aunque sin haber logrado ser decisivo y sin haber conseguido que Vox salga del Parlamento Vasco.
De su suelo electoral, seis escaños obtenidos en 2020 en coalición con Ciudadanos, dos meses después de que el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, dimitiese por su rechazo a la coalición con los naranjas, el PP ha pasado a siete escaños en solitario, tras lograr 97.149 papeletas, 37.000 más y un 9,20% de los votos.
El candidato, Javier de Andrés, ha considerado el resultado como el "comienzo de la recuperación y del reposicionamiento del PP en el País Vasco" mientras que para Feijóo es "la primera piedra para que el proyecto de nuestro partido siga creciendo en Euskadi", según ha sostenido en X.
Con Feijóo al frente del partido y con De Andrés como candidato, el PP mejora, pero sigue sin dar con la tecla para salir de una posición minoritaria. No ha logrado retener el apoyo de alrededor de 33.000 vascos que sí le apoyaron en las generales y como cuarta fuerza no tendrá capacidad de condicionar políticas, porque juntos el PNV (27) y el PSE (12) suman mayoría absoluta.
Además, los populares tenían la expectativa de que Vox perdiese su escaño por Álava y emplear este resultado para erosionar a los de Santiago Abascal ante las elecciones catalanas del 12 de mayo y las europeas de 9 de junio, una baza que no han obtenido porque la candidata de Vox, Amaia Martínez, repetirá en el Parlamento Vasco.
En unas elecciones con más participación, Vox ha mejorado sus votos al alcanzar 21.396 sufragios, unos 3.800 más, lo que da aire a los de Santiago Abascal de cara al resto del carrusel electoral.
Por otra parte, el otro adversario del PP, el PSOE, ha mejorado dos escaños, al pasar de 10 a 12 y de esta forma han caído en saco roto las predicciones, que hacían dirigentes del PP, sobre que los abertzales robarían voto a los de Pedro Sánchez.
Los populares sí esperan que los nacionalistas vascos, que en Madrid pactan políticas con la izquierda, tomen nota de la erosión vivida en las urnas, donde se han dejado cuatro escaños.
El PP ha llegado a estos resultados tras una campaña en la que han defendido que su papeleta era la única alternativa al PNV, Bildu y al PSE, que en conjunto han sumado el 80 % del voto.
El PP apenas se había referido a EH Bildu y centró sus mensajes en la gestión, la economía o la sanidad, para apelar al electorado conservador del PNV, hasta que la polémica al eludir el candidato abertzale, Pello Otxandiano, referirse a ETA como una banda terrorista irrumpió en campaña.
Este marco era de riesgo para el PP porque, como admiten fuentes del PP vasco y de la dirección nacional, podía beneficiar el voto útil al PNV. También a Vox.
Feijóo reaccionó concentrando sus críticas en el "cinismo" e "hipocresía" del PSOE por criticar a EH Bildu tras haberlo "blanqueado". Y entró en el cuerpo a cuerpo con el PNV al señalar que había tres formas de votar a EH Bildu: la directa con la papeleta de este partido, "la indirecta con la papeleta del PSE y la aplazada con la papeleta del PNV".
Con estos mimbres, el Partido Popular se centra ya en la precampaña de las catalanas, donde también parten de un suelo electoral de tres diputados, que confían en mejorar, y donde aspiran también a ser decisivos. EFE
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