El próximo paso del BCE será una rebaja de tipos, pero persiste la duda sobre el momento MPV

FRÁNCFORT, 29 ene (Reuters) – La próxima medida del Banco Central Europeo (BCE) será un recorte de los tipos de interés, pero varios dirigentes de la institución se abstuvieron el lunes de pronunciarse sobre cuándo se produciría o sobre cuál sería el desencadenante de tal medida.

El jueves pasado, el BCE mantuvo su tipo de interés oficial en el 4%, un nivel sin precedentes, pero se mostró confiado en que la inflación estaba bajo control, lo que alimentó las apuestas generalizadas en el mercado de que la relajación de la política monetaria podría comenzar a principios de la primavera boreal.

Todos los responsables de política monetaria coincidieron en que las tendencias de la inflación eran prometedoras, pero extrajeron conclusiones diferentes: algunos abogaron por actuar antes, mientras que otros defendieron seguir siendo pacientes hasta que se confirmara que la inflación estaba bajo control.

“El próximo paso será un recorte y el banco está en posición de ejecutarlo”, afirmó Peter Kazimir, responsable de política monetaria del BCE, en un artículo publicado en su blog. “Estoy seguro de que el momento exacto, ya sea en abril o en junio, es secundario para el impacto de la decisión.

“Lo segundo parece más probable, pero no voy a sacar conclusiones prematuras sobre el momento”, dijo Kazimir, jefe del banco central de Eslovaquia.

Por su parte, Mário Centeno, gobernador del Banco de Portugal, dijo que prefería actuar antes que después porque eso permitiría al BCE ser más gradual.

“Podemos reaccionar más tarde y con más fuerza, o antes y de forma más gradual”, dijo Centeno a Reuters en una entrevista.

“Estoy totalmente a favor de los escenarios de gradualismo, porque tenemos que dar tiempo a los agentes económicos para que se adapten a nuestras decisiones”, dijo Centeno, un responsable a favor de la relajación monetaria y exjefe de la agrupación de ministros de Finanzas del Eurogrupo.

Aunque los dos puntos de vista parecen bastante diferentes, la diferencia en términos de política monetaria real es pequeña. Pocos o nadie esperan un recorte de tipos en marzo y junio parece incontrovertible, por lo que el debate real es si el BCE debe recortar en abril o esperar hasta su próxima reunión en junio.

Dado que la política monetaria funciona con un desfase de 12 a 18 meses, es probable que una desviación de seis semanas en el primer movimiento tenga un impacto insignificante en la economía real.

Aun así, los inversores prevén recortes de los tipos de interés de 140 puntos básicos este año y ven casi un 100% de probabilidades de que el primer movimiento se produzca en abril.

Por parte de los conservadores, Kazimir argumenta que recortar demasiado pronto es un riesgo mayor porque precipitarse podría hacer descarrilar la desinflación y, de hecho, prolongar el periodo de política monetaria restrictiva.

Klaas Knot, el influyente jefe del banco central neerlandés, también se mostró partidario de un enfoque más paciente, argumentando que algunas piezas del rompecabezas de la inflación aún no están en su sitio.

“Ahora tenemos una perspectiva creíble de que la inflación volverá al 2% en 2025. La única pieza que falta es la convicción de que el crecimiento salarial se adaptará a esa menor inflación”, dijo Knot a la televisión neerlandesa el domingo.

Centeno, por su parte, afirmó que ya hay muchas pruebas de que la inflación está cayendo de forma sostenible y que esperar a los datos salariales del primer trimestre, que se publicarán en mayo, no es tan imperativo como sostienen algunos dirigentes monetarios.

“Hay mucha más información y depender de los datos no significa depender de los datos salariales. (…) No necesitamos esperar a los datos salariales de mayo para hacernos una idea de la trayectoria de la inflación”, dijo

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, quien también habló el lunes, mantuvo un enfoque más neutral, argumentando que un recorte llegará tarde o temprano y que había un creciente optimismo sobre la inflación general y las tendencias subyacentes de los precios.

“(Hay) buenas noticias con respecto a la evolución de la inflación y eso, antes o después, se acabará reflejando en la política monetaria”, dijo De Guindos a Radio Nacional de España.