Lluvias dejan estragos en el nororiente de Saltillo; vecinos piden soluciones estructurales Vanguardia.com.mx

Las lluvias intensas del domingo 7 de julio volvieron a poner en evidencia una problemática que, según denuncian vecinos del nororiente de Saltillo, lleva años sin resolverse: la falta de infraestructura adecuada para encauzar el agua pluvial.
Aunque no se reportaron víctimas, sí hubo afectaciones importantes en fraccionamientos como Country Club, El Campanario, Loma Blanca, Misiones, Camino a los Zertuche y Nogalar del Campestre, así como en otros ubicados hacia el poniente, como Brisas y Jardines Coloniales.
TE PUEDE INTERESAR: Usuaria de Power Ladies Saltillo organiza colecta para afectados por inundaciones en la ciudadEn el Country Club, por ejemplo, un automóvil fue arrastrado por la corriente hasta impactar contra una barda perimetral.
Un poste de luz cayó a causa del agua acumulada y provocó un incendio en una casa recién construida que aún no estaba habitada.
En otras vialidades cercanas, el nivel del agua superó el metro de altura.
Según los vecinos, no se trata de una situación nueva, sino de un patrón que se repite cada temporada de lluvias y que se agrava por la falta de obras de canalización y estudios hidrológicos previos a las recientes construcciones.
FALTA DE CANALES AGRAVA INUNDACIONESMarco Antonio Espinoza, representante de una agrupación vecinal que integra varios fraccionamientos del nororiente, explicó que el problema no es solo la cantidad de lluvia, sino el cambio en los cauces naturales del agua.
“Antes el agua bajaba y seguía su curso.
Ahora, con los fraccionamientos que han sido autorizados, esa agua se desvía y termina inundando nuestras casas”, explicó.
Entre los sectores que conforman esta agrupación se encuentran El Campanario, Country Club, Misiones, Camino a los Zertuche y Nogalar del Campestre.
Recordó que durante el paso del huracán Hanna en 2020, alrededor de 400 viviendas sufrieron pérdidas materiales considerables.
“En aquella ocasión nos tuvieron que evacuar en camiones de bomberos.
Estuvo la Guardia Nacional y durante tres semanas no nos dejaron solos.
A eso le llamamos una buena actuación del Estado.
Pero no podemos vivir esperando a que llegue otro Hanna para que nos vuelvan a atender”, comentó.
Espinoza señaló que, en los últimos años, los vecinos han sostenido reuniones con autoridades municipales y estatales, incluido el entonces alcalde Manolo Jiménez, y más recientemente con él como gobernador.
En una de esas reuniones, aseguró, se prometió una segunda mesa de diálogo en un plazo de seis meses, pero esta no se ha concretado.
También mencionó que los propios vecinos realizaron un estudio hidrológico para demostrar la urgencia del problema, aunque este esfuerzo no se ha traducido en acciones concretas.
ARROYOS DESBORDADOS Y RIESGOS SANITARIOSUno de los puntos críticos es el arroyo El Blanco, que atraviesa la zona y que, según explicó Espinoza, dejó de encauzarse adecuadamente tras la construcción de nuevas viviendas.
Lo mismo ocurre con el arroyo El Cuatro y con la vialidad conocida como bulevar El Minero, que se ha convertido en un desfogue incontrolado de agua y lodo.
Además del daño material, los vecinos temen por los riesgos a la salud.
“Hay puntos donde se ha vuelto costumbre tirar basura, y cuando llueve, toda esa basura baja y se nos viene encima.
Esto genera un problema de salud pública.
No podemos permitir que esto siga así”, advirtió.
Reconoció que, después de la tormenta del domingo, las autoridades actuaron con rapidez al enviar cuadrillas de limpieza, pero insistió en que el problema debe resolverse de raíz.
“Queremos que la solución sea profunda, no solo una aspirina para quitar el dolor de cabeza, porque el problema va a volver”.
Añadió que, como ciudadanos, están a favor del desarrollo y de nuevos proyectos para Saltillo.
“Estamos aquí para apoyar.
No nos vamos a estar peleando, pero sí queremos que entiendan que, en nuestra desesperación, podemos señalar aquello que está mal con una administración.
Lo que pedimos no es un privilegio, es seguridad.
Y no solo para quienes vivimos aquí, sino para toda la ciudad.
Porque esto, si no se atiende, le puede pasar a cualquiera”, concluyó.