ANNA WINTOUR DEJA LA DIRECCIÓN DE VOGUE EE.UU. Sol Yucatán
La legendaria editora Anna Wintour, una de las figuras más influyentes de la moda mundial, anunció este 25 de junio su salida como directora de Vogue Estados Unidos, cargo que ocupó desde 1988. La noticia marca el fin de una era para la revista insignia de Condé Nast, aunque Wintour continuará desempeñando un rol central como directora global de contenidos y editorial del grupo.
A sus 75 años, Wintour no se retira: seguirá al mando de la estrategia editorial internacional de Condé Nast, supervisando publicaciones como Vanity Fair, GQ, AD, Glamour, Wired y todas las ediciones internacionales de Vogue, con excepción de The New Yorker. En lugar de nombrar a un nuevo editor en jefe para la edición estadounidense, la empresa designará a un jefe de contenido editorial que le reportará directamente.
El movimiento forma parte de la reestructura global iniciada por Condé Nast en 2020, orientada a centralizar sus operaciones editoriales bajo una única visión de liderazgo, en la que Wintour se ha consolidado como figura clave.
De Londres al poder cultural
Nacida en Londres en 1949 e hija del periodista Charles Wintour, Anna inició su carrera a los 15 años en la boutique Biba y dio sus primeros pasos editoriales sin formación universitaria. En 1976 se instaló en Nueva York, y tras ocupar diversos cargos, fue nombrada directora creativa de Vogue en 1983. Cinco años más tarde, asumió la dirección de la edición estadounidense, desde donde transformó la revista en un referente cultural y político global.
Su primera portada marcó un hito: jeans con alta costura, una apuesta disruptiva que sentó las bases de su enfoque editorial. Durante su gestión, colocó en portada a figuras como Naomi Campbell, Michelle Obama y Hillary Clinton, impulsó las carreras de diseñadores como Alexander McQueen y Marc Jacobs, y convirtió a Vogue en una plataforma de influencia más allá de la moda.
Un estilo de liderazgo inconfundible
Conocida por su estilo directo y exigente, Wintour fue apodada “Nuclear Wintour” y fue la inspiración para el personaje de Miranda Priestly en El diablo viste a la moda. Su liderazgo ha sido igual de temido que respetado, y su figura trascendió lo editorial para convertirse en ícono cultural.
Su papel en la organización de la Met Gala fue clave para convertirla en el evento benéfico más importante de la moda global.
La salida de Wintour de la edición estadounidense de Vogue no implica una retirada, sino un reposicionamiento estratégico. Desde su rol global, seguirá moldeando el futuro del grupo editorial más influyente del mundo de la moda, en un contexto marcado por los desafíos digitales y la evolución del consumo cultural.
Galardonada con la Orden de los Compañeros de Honor del Reino Unido, su influencia ha sido reconocida incluso en el ámbito diplomático. Su estilo, su ojo para las tendencias y su instinto para el poder la convierten en una figura irrepetible en la historia del periodismo y la moda.
Anna Wintour deja la dirección de Vogue EE.UU., pero su nombre seguirá definiendo el pulso de la industria global. Más que cerrar una etapa, comienza una nueva fase en la que continuará liderando, desde la cima, el universo que ella misma ayudó a construir.
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