Va Morena por alcaldes aliados Excelsior

El compromiso de Acosta con la jefa de Gobierno es apoderarse de Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco.
Apenas se recupere un poco de los golpes recibidos durante las últimas semanas, el equipo de Clara Brugada reanudará su cacería en las alcaldías del sureste de la ciudad que, aunque son de la 4T están en otros bandos.
Antes del asesinato de dos colaboradores de Clarita, su equipo afinaba el ataque a las alcaldías Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco, donde los radicales del partido quieren hacer el bastión rural de la capital.
La tarea está encabezada por el exalcalde xochimilca José Carlos Acosta, recién separado de Capital Humano, por la cantidad de problemas que le estaba generando a su jefa con el manejo discrecional de la nómina.
El compromiso de Acosta con la jefa de Gobierno es apoderarse de esas tres alcaldías, que junto con Iztapalapa se convertían en un bastión importante para el ala morenista que se la jugó con Brugada en las internas.
Uno de los primeros objetivos es Berenice Hernández, en Tláhuac, toda vez que la alcaldesa sólo responde a su líder, el exdiputado y exalcalde Rigoberto Salgado, apestado en el gobierno de la ciudad.
Y es que Salgado se la jugó con Omar Hamid García Harfuch en las internas de la 4T para que él y no Clarita, fuera el candidato a la Jefatura de Gobierno.
Al fallar, quedó marcado, y hoy es perseguido.
Junto con Víctor Hugo Romo, el buen Rigo es uno más de los viudos de Claudia Sheinbaum, y no ha sido llamado a cargo alguno en el gobierno federal, luego de que en la última parte del anterior sexenio en la capital, fue secretario de Bienestar.
En esa alcaldía van a empezar a apretar fuerte los grupos radicales, para romper su cacicazgo de casi 10 años.
El segundo objetivo es, desde luego, Xochimilco, donde José Carlos se aferró a que la candidata a sucederlo no fuera Circe Camacho, pero de última hora fue convencido desde Palacio Nacional de que se disciplinara.
A pesar de que no apoyó a Circe, la petista ganó con holgura, cosa que el exalcalde no supera y desde dentro le está haciendo la guerra, difundiendo incluso que tiene la bendición de Brugada para ir contra ella.
El tema de Xochimilco es totalmente personal para Acosta, y será donde más fuerte se vaya en los meses finales del año.
Y la otra es Milpa Alta, donde Octavio Rivero ha constituido un cacicazgo que lo hace pensar que es autónomo, cosa que en el Antiguo Ayuntamiento no ven con buenos ojos, por lo que está en la lista negra de Clarita.
La promesa de José Carlos es dominar la región sureste de la capital, para después ir caminando hacia el centro, al costo que sea.
El tema es que si la jugada no le sale bien, lo único que logrará será dividir aún más a la 4T en la capital, con el riesgo de que se repita lo de 2021, cuando la oposición les arrebató más de la mitad de la ciudad.
De todos modos lo intentarán.
 CENTAVITOSA dos semanas del paro de trabajadores del Poder Judicial en la capital, no se ve a nadie que pueda resolver el conflicto, lo que ya está afectando diversos procesos y ocasionando el retraso de juicios, algo que no parece importar mucho a las autoridades.
El asunto no es sólo el aumento salarial que solicitan los trabajadores, y que se merecen por las cargas de trabajo; es también porque saben que este año le asignaron un presupuesto de 7 mil millones de pesos a su sector, que es la misma cantidad que costó la elección de jueces y magistrados, que nadie peló.
Aunado a ello está la demanda de una mayor democracia sindical, pues el cacicazgo de Diego Valdez está afectando a toda la institución.
 Columnista: Adrián RuedaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0