¿Quiénes son “Los Mayas” o Los de Siempre? La creciente amenaza con narcolaboratorios en Morelos Infobae
El 18 de junio el Gobierno del Estado de Morelos anunció el desmantelamiento de un narcolaboratorio en Huitzilac, donde se detuvieron a tres hombres identificados como presuntos miembros de “Los Mayas”, un grupo delictivo que amenaza con brutal violencia a la región.
De acuerdo con el comunicado, elementos de de la Secretaría de Marina (SEMAR), Defensa Nacional (Defensa), Guardia Nacional y la SSPC se trasladaron a una zona agreste del paraje “La Comadreja”, donde sorprendieron José Adán “N”, de 18 años, originario de Pinotepa Nacional, Oaxaca; Damián “N”, de 22, de Santiago Tuxtepec, Oaxaca; y Norberto “N”, de 34, de Huitzilac, Morelos.
“Se ubicó un laboratorio clandestino con capacidad para producir hasta una tonelada mensual de metanfetamina, con un valor comercial estimado en 300 millones de pesos“, se lee en el boletín.
El legado violento de “Los Mayas”, una célula criminal en disputa por Morelos
La organización delictiva conocida como “Los Mayas”, también identificada por sus integrantes como Los de Siempre o Los que siempre mandan, ha sido señalada por las autoridades como una de las estructuras criminales con mayor arraigo y violencia en el estado de Morelos.
De acuerdo con información documentada por el periodista Justino Miranda en El Universal, este grupo sirvió como punto de arranque para Alberto Mijael Domínguez Araiza, alias “El Mija”, quien se integró a sus filas en 2011.
Durante una década, “El Mija” operó bajo las órdenes de Abel Maya Domínguez, presunto fundador y actual cabecilla de la célula, hasta que en 2021 se incorporó a las filas de La Familia Michoacana.
Su trayectoria dentro del crimen organizado ha estado marcada por actos de extrema violencia, incluidos homicidios con mensajes amenazantes dirigidos a sus rivales o a quienes consideran enemigos del grupo.
Uno de los episodios ocurrió la tarde del 2 de julio de 2024, cuando fue abandonado un cadáver envuelto en bolsas plásticas negras en la colonia Teopanzolco, en Cuernavaca.
Junto al cuerpo, las autoridades hallaron dos cartulinas con amenazas firmadas por “Los Mayas”. Uno de los mensajes decía: “No a la extorsión. Morelos para los morelenses”, adjudicando el asesinato a un supuesto criminal identificado como ‘Marciano’.
Abel Maya es señalado como exintegrante del Cártel de los Beltrán Leyva, organización de la cual habría adquirido experiencia y vínculos antes de consolidar su propio dominio territorial.
Según reportes oficiales, “Los Mayas” forman parte del complejo mosaico de al menos nueve grupos que compiten por el control del estado, especialmente en la zona metropolitana de la entidad.
Actualmente, su principal rival es la Familia Morelense, una organización emergente integrada por células procedentes de Huitzilac que se alinearon con La Familia Michoacana, bajo el liderazgo de los hermanos José Alfredo y Johnny Hurtado Olascoaga, conocidos como “El Fresa” y “El Pez”.
El escenario de violencia en Morelos evidencia una pugna sin tregua por la plaza, donde alianzas, traiciones y crímenes públicos son parte de la estrategia para infundir miedo y controlar el territorio.
El 2 de junio de 2024, circularon en redes sociales fotografías de narcomantas colgadas en diferentes puntos de Cuernavaca, Morelos. Los mensajes estaban firmados por una agrupación que se autodenominó Los que siempre mandan, también identificados como parte del grupo criminal Los Mayas.
Las mantas lanzaban amenazas abiertas contra presuntos miembros de La Familia Michoacana, lo que según reportes de medios locales, fue interpretado como un acto previo a un ajuste de cuentas violento.
Ese mismo día, horas más tarde, ocurrió un ataque armado en el fraccionamiento Paseo de los Burgos, en Temixco. La agresión, registrada alrededor de las 13:20 horas, dejó sin vida a Luis Pineda, conocido como “El Wicho”, quien habría sido identificado como un líder regional de La Familia Michoacana.
Su asesinato fue interpretado como una posible respuesta directa a la escalada de tensiones reflejada en las mantas colgadas esa mañana, marcando un nuevo episodio en la disputa por el control territorial en Morelos.
Además de los mensajes intimidatorios, se halló una manta en el puente de la glorieta de la Luna, en Avenida Plan de Ayala, donde se acusaba a una persona identificada como Domínguez Araiza de actividades ilícitas como el cobro de piso y robo de vehículos.
Este mensaje incluyó un número telefónico atribuido a un presunto grupo llamado “La Liga de la Justicia”, en el que supuestamente se invitaba a la ciudadanía a denunciar actos criminales, una estrategia que mezcla propaganda, amenazas y supuestos llamados a la justicia popular en medio del caos generado por el crimen organizado.
