El rechazo de España a elevar el gasto en defensa al 5% del PIB amenaza con tensar la cumbre de la OTAN Infobae
España ha solicitado quedar al margen del nuevo plan de la OTAN para elevar el gasto en defensa de los países miembros hasta el 5% de su Producto Interior Bruto (PIB), una medida que podría poner en peligro la cumbre en la que la Alianza Atlántica prevé pedir a sus socios que se comprometan con ese objetivo.
En una carta enviada este jueves al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y a la que ha tenido acceso Reuters, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitó una “fórmula más flexible” que haga que dicho objetivo sea opcional o que permita excluir a España de su aplicación.
Sánchez subrayó que no es intención de España obstaculizar los acuerdos de la próxima cumbre de la OTAN. Sin embargo, cualquier pacto para aumentar el gasto en defensa —una respuesta a una petición del presidente estadounidense Donald Trump— requiere la aprobación unánime de los 32 Estados miembros.
“Comprometerse con un objetivo del 5% no solo sería desproporcionado, sino también contraproducente, ya que alejaría a España de un gasto óptimo y dificultaría los esfuerzos en curso de la Unión Europea para reforzar su ecosistema de seguridad y defensa”, escribió Sánchez en la misiva. “Es un derecho legítimo de cada gobierno decidir si está dispuesto o no a asumir esos sacrificios. Como aliado soberano, elegimos no hacerlo”, añadió.
Según estimaciones de la OTAN, España fue el país de la Alianza con el menor gasto en defensa en proporción al PIB en 2023, con un 1,28%. No obstante, Sánchez acordó en abril acelerar el cumplimiento del actual objetivo de la OTAN del 2%.
Mark Rutte ha propuesto que los Estados miembros se comprometan a elevar el gasto en defensa hasta el 3,5% del PIB y destinar un 1,5% adicional a partidas relacionadas con la seguridad más amplia. Diversos líderes de la OTAN consideran que el actual objetivo de gasto ya no es suficiente, especialmente ante la creciente amenaza de Rusia tras su invasión de Ucrania en 2022.
Preguntado por la petición de España, un portavoz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte declaró a Reuters: “Las conversaciones entre aliados sobre un nuevo plan de inversión en defensa siguen en curso”.
Preocupaciones de España
Estados Unidos, que ha sido el principal proveedor de apoyo militar a Ucrania desde la invasión rusa, destinó en 2024 un 3,38% de su PIB a defensa, el tercer mayor porcentaje entre los países de la OTAN, según la propia Alianza.
Donald Trump ha afirmado en reiteradas ocasiones que los miembros de la OTAN no están gastando lo suficiente en defensa y ha amenazado con no defender a aquellos países que no cumplan con los objetivos.
Pedro Sánchez, sin embargo, considera que acelerar hacia una meta del 5% perjudicaría los esfuerzos de la Unión Europea para alcanzar la autosuficiencia en materia de producción de defensa, forzando a los gobiernos a adquirir material fuera del bloque comunitario. A su juicio, dicha medida es “incompatible con nuestro Estado del bienestar y con nuestra visión del mundo”.
Desde el Gobierno de coalición, los socios de Sumar se oponen frontalmente a cualquier aumento del gasto en defensa, al igual que el partido Podemos, que aunque no forma parte del Ejecutivo, ha sido clave en votaciones parlamentarias.
Además, el Gobierno atraviesa un momento delicado por el escándalo de corrupción que afecta al Partido Socialista, lo que ha generado tensiones con sus aliados y ha despertado incluso rumores de un posible adelanto electoral.
“Si el Gobierno necesita apoyo parlamentario para aprobar el gasto, lo tendrá muy complicado en la situación actual”, explicó a Reuters José Miguel Calvillo, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Complutense de Madrid.
Otros países de la OTAN también han expresado reservas sobre el calendario propuesto, aunque en general están dispuestos a adherirse al plan, según fuentes diplomáticas. Italia, por ejemplo, plantea retrasar el plazo hasta 2035 en lugar de 2032 y eliminar la obligación de aumentar el gasto un 0,2% anual, indicó una fuente conocedora de las negociaciones.
“No pinta bien, desde luego, pero aún no está todo perdido”, declaró a Reuters un alto funcionario europeo respecto a la carta de Sánchez. “Mañana tendremos un debate en profundidad y quizás encontremos una salida. España ha demostrado ser un aliado firme hasta ahora”.
