Olvidar a una expareja puede tardar hasta ocho años, según nuevo estudio psicológico El Imparcial
CIUDAD DE MÉXICO.- Una reciente investigación publicada en la revista Social Psychological and Personality Science reveló que el desapego emocional tras una ruptura amorosa puede tardar hasta ocho años en completarse. El estudio fue conducido por los psicólogos Jia Y. Chong y R. Chris Fraley, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, y analizó a 328 adultos que habían tenido relaciones sentimentales de al menos dos años. En promedio, las separaciones de estos participantes habían ocurrido cinco años antes de su participación en la investigación.
El apego emocional no desaparece de inmediato
Los participantes, en su mayoría con edad media en la treintena y un 57 % de mujeres, respondieron a cuestionarios diseñados para medir su nivel de apego emocional hacia sus exparejas y hacia personas desconocidas. Esta comparación permitió observar cómo se disuelven los vínculos afectivos con el tiempo. Los resultados, también comentados en Psychology Today, mostraron que el punto medio de desapego emocional suele alcanzarse alrededor de los 4,18 años tras la ruptura.
A partir de ese punto, el desapego continúa de manera gradual hasta que, en promedio, ocho años después, el nivel de apego por la expareja se asemeja al que se tiene por un desconocido. Esto indica que, para muchas personas, el proceso de desvinculación emocional es lento y no necesariamente consciente.
Factores que prolongan o acortan el apego
El estudio también identificó varios factores que influyen en la duración del apego emocional. Uno de los más determinantes fue el contacto continuo con la expareja: mientras más frecuente era la interacción posterior a la ruptura, más tardaba el proceso de desapego. Otro factor importante fue la orientación afectiva. Las personas con estilos de apego ansioso tendieron a conservar vínculos emocionales más duraderos.
Curiosamente, tener hijos en común con la expareja resultó tener un efecto dual. Si bien este hecho intensificaba el apego al principio, con el tiempo favorecía una desvinculación emocional más rápida en comparación con las personas que no compartían hijos. Esto sugiere que las dinámicas familiares pueden reconfigurar el vínculo afectivo con el paso del tiempo.
Por otro lado, variables como el género de la persona o el inicio de una nueva relación sentimental no mostraron un impacto significativo en la velocidad del desapego emocional. Es decir, comenzar una nueva historia amorosa no garantiza, por sí solo, dejar atrás a la expareja en términos emocionales.
Una mirada científica al proceso de olvidar
Además de los datos empíricos, la investigación fue revisada por la editora Lybi Ma y comentada por el profesor Sebastian Ocklenburg, quien explicó los hallazgos en el contexto de la resiliencia emocional. Desde una perspectiva neuropsicológica, el estudio se alinea con otras investigaciones que sugieren que el cerebro necesita tiempo para reconfigurar sus conexiones afectivas tras una pérdida.
Los investigadores destacaron que existe una gran variabilidad individual: mientras algunas personas logran desvincularse rápidamente, otras pueden tardar casi una década en superar por completo el apego. “Las parejas anteriores simplemente se convierten en alguien que solían conocer”, resume el artículo, dando cuenta del cambio gradual en la percepción emocional.
Aunque olvidar a una expareja puede parecer un proceso interminable, el estudio sugiere que, con el paso del tiempo y en ausencia de factores que perpetúen el vínculo, la mayoría de las personas logra cerrar ese capítulo. Estos hallazgos no solo amplían la comprensión sobre las rupturas amorosas, sino que también ofrecen una perspectiva más compasiva y realista sobre el proceso de sanar.
