¿Por qué los perros ladran a ciertas personas y a otras no? Esta es la razón El Imparcial
Para quienes conviven con perros como mascotas, no es raro que su compañero de cuatro patas reaccione con ladridos o comportamientos nerviosos ante ciertas personas, incluso si estas frecuentan el hogar con regularidad. Este tipo de conductas puede desconcertar, pero tienen explicación en la forma en que los perros perciben su entorno y a quienes lo habitan, de acuerdo con información del portal UnoTV y diversos estudios especializados.
El lenguaje corporal
A diferencia de los humanos, los perros dependen en gran medida de señales no verbales. Estudios de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) indican que los canes identifican posturas tensas, miradas fijas o movimientos bruscos como posibles amenazas.
Por ello, una persona nerviosa o insegura podría desencadenar una reacción defensiva, mientras que gestos relajados y una voz calmada suelen generar confianza.
El poder del olfato y la memoria emocional
Con un sentido olfativo hasta 100 mil veces más agudo que el humano, los perros detectan feromonas, hormonas del estrés e incluso rastros de otros animales. Investigaciones de la Universidad de Emory (EE. UU.) revelan que los canes vinculan olores con experiencias pasadas, lo que explica por qué un aroma desconocido (como un perfume nuevo o el sudor por ansiedad) puede provocar ladridos.
Además, si un perro tuvo una experiencia negativa con alguien que comparte características físicas o tono de voz con una persona nueva, es probable que reaccione con desconfianza. Este fenómeno es común en casos de animales rescatados o con historiales traumáticos.
Territorialidad y aprendizaje involuntario
La ASPCA señala que algunos perros ladran para marcar territorio o proteger a sus dueños, incluso en espacios neutros. Por otro lado, si el animal asocia el ladrido con resultados positivos (como recibir atención o que alguien se aleje), es probable que repita la conducta.
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Factores ambientales y genéticos
El estrés, la falta de ejercicio o un descanso inadecuado pueden aumentar la reactividad en los canes. Por ello, actividades como paseos diarios y juegos de olfato ayudan a reducir su ansiedad. Asimismo, la genética influye: razas como los chihuahuas o border collies suelen ser más vocales, mientras que otras son naturalmente tranquilas.
Ante ladridos excesivos, los especialistas recomiendan consultar a un etólogo veterinario para descartar problemas de conducta o salud.
