El acusado de maltratar a su mujer durante 15 años lo niega y alega que ella era toxicómana: "Yo la respeto" Infobae
El hombre acusado de golpear, vejar y controlar a su mujer durante 15 años de relación en una parroquia de la localidad coruñesa de Cambre ha negado los hechos que se le imputan. "Yo la respeto como a cualquier persona", ha alegado el procesado que se enfrenta a una pena de 13 años de prisión.
Lo ha hecho durante el juicio celebrado este martes, día 17, en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña. "Si quieres a una persona no le haces eso", ha insistido en relación a la violencia sobre la mujer de la que se le acusa.
Asimismo, ha explicado que su pareja era "toxicómana", que se sometía a tratamiento pero "cada dos por tres, recaía" y "le cegaba el dinero". "Todos los días estaba faltando dinero de casa, yo ya no sabía dónde esconderlo", ha señalado en alusión a que ella se lo quitaba "siempre".
En contraposición, durante la vista, la mujer ha asegurado que "las discusiones eran continuas". "Él empezaba por toda clase de insultos, seguía por cogerme del pelo, luego empujones y de ahí ya lo que surgiera", ha relatado tras asegurar que la amenazaba con que la "iba a matar". "La habitación donde me solía pegar llegó a ponerle un nombre, la habitación del terror", ha señalado.
En la misma línea, la madre, una de sus hijas, una hermana y una compañera de trabajo de la presunta víctima han indicado que la mujer iba "marcada" por los golpes que el marido le profería. "En verano, venía con cuello subido", han concretado para recalcar que "estaba enamorada y lo escondía todo". No obstante, han aclarado que "nunca" han visto "a esa persona pegarle", en alusión al acusado.
HECHOS
Según recoge el escrito del Ministerio Fiscal, el encausado, nacido en 1966, convivió durante 15 años con la mujer y con un hijo menor de edad de ella, quien presenció en numerosas ocasiones la violencia de género hacia su madre.
"Instauró de esta forma en el hogar un ambiente presidido por el temor y la sumisión, donde no dudaba en evidenciar con su comportamiento el desprecio que su pareja le merecía, por el mero hecho de ser mujer", añade.
Fiscalía asegura que "desde el principio" de la relación el acusado "hizo objeto a la mujer de un trato vejatorio y humillante, con desvalorizaciones e insultos que profería frecuentemente y que solían ir acompañados de empujones, golpes, agarrones del pelo o inmovilizaciones por el cuello".
También instauró en la relación "un control sistemático" de la vida de la mujer, "llegando a interferir negativamente en las relaciones con su propia familia para mantenerla lo más aislada posible, o tratando de influir en ella para que no trabajase fuera de casa". El acusado también realizaba amenazas hacia ella del tipo "que la iba a matar" o "que la iba a echar de casa y que se buscase otro sitio", expresiones que profería ante su hijo también.
Entre otras agresiones que se detallan, en enero de 2016, el procesado agarró del pelo a la mujer, la zarandeó y le dio un puñetazo en la nariz. Ella no acudió al médico ni denunció, pero sí le pidió ayuda a una hija, que le compró un billete para viajar a Alemania, adonde se trasladó, aunque regresaron a las pocas semanas, tras insistentes llamadas del hombre en las que le pedía perdón.
En junio de 2018, en la planta baja de la casa, el individuo le rompió varios dientes de un puñetazo en la boca a la mujer. El hijo bajó de su habitación y pudo ver a su madre ensangrentada. Tampoco hubo denuncia.
En abril de 2019, en el parque del Alvedro, en Cambre, el hombre dio dos bofetadas a la mujer, quien negó los hechos ante una patrulla de la Guardia Civil que se personó en el lugar y no fue a centro médico alguno. Finalmente, la víctima presentó denuncia en abril de 2020.
PETICIÓN DE CONDENA
El acusado se enfrenta a penas que suman 13 años de prisión por delitos como, entre otros, malos tratos, lesiones con deformidad, amenazas y vajación/injurias. También se requiere una indemnización de 10.000 euros por daño moral.
En contraposición, la defensa del procesado solicita su libre absolución o, en su defecto, que se aplique la circunstancia atenuante de reparación del daño causado y dilaciones indebidas.
