Este fue el reportaje que destapó la supuesta presión del gobierno de EEUU a Sheinbaum, según Héctor de Mauleón Infobae

La filtración publicada por Reuters se presentó en un momento clave para presionar al gobierno de Claudia Sheinbaum, según analizó Héctor de Mauleón en su columna de este jueves. El autor sostuvo que la información difundida por la agencia británica sirvió para “acorralar y ablandar aún más al gobierno de Sheinbaum”. De acuerdo con el texto, la cancillería mexicana respondió de inmediato, calificando como “absolutamente falso” que Marco Rubio o su equipo hubieran “transmitido la solicitud de investigar, perseguir o extraditar a algún funcionario o funcionaria de México”. Además, la dependencia reiteró que la conversación con Christopher Landau se realizó “con base en los principios de soberanía, coordinación sin subordinación”, entre otras expresiones habituales.

Héctor de Mauleón, columnista y escritor mexicano, detalló que la crisis diplomática entre México y Estados Unidos se intensificó en las últimas semanas, alcanzando “niveles sin precedentes”. El autor enumeró una serie de medidas adoptadas por el gobierno estadounidense, como la imposición de aranceles, el retiro de visas a funcionarios mexicanos, el anuncio de sanciones a gobiernos que han contratado a médicos cubanos, impuestos a las remesas, la cacería de migrantes y deportaciones masivas. “El desafortunado llamado a la movilización que cayó como anillo al dedo para que Sheinbaum fuera acusada por la secretaria de Seguridad de Estados Unidos —un día antes de la visita de Landau— de alentar las violentas protestas que mantienen a Los Ángeles en llamas”, escribió de Mauleón.

El reportaje de Reuters, firmado por el periodista Diego Oré, reveló que en una reunión celebrada en Washington el 27 de febrero, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio y el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente, se iniciaron presiones para que el gobierno de Claudia Sheinbaum investigara y procesara a cinco funcionarios actuales de su partido por presuntos vínculos con los cárteles, incluyendo a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, así como a un exsenador del partido oficial. “Según fuentes consultadas por la agencia británica, al menos en tres ocasiones el Departamento de Estado, en reuniones bilaterales y conversaciones con funcionarios mexicanos, se buscó presionar al Gobierno de México bajo la amenaza de imposición de aranceles para que este desate ‘una ofensiva sin precedentes contra la narcocorrupción’”, citó de Mauleón.

El autor relató que el 27 de febrero se realizó en Washington la primera reunión binacional de alto nivel sobre seguridad, con la presencia de ocho funcionarios mexicanos, entre ellos el canciller De la Fuente, el secretario de Seguridad Omar García Harfuch, el secretario de la Defensa Ricardo Trevilla, el secretario de Marina Raymundo Pedro Morales, el fiscal general Alejandro Gertz y el jefe de la Unidad para América del Norte Roberto Velasco. Por parte de Estados Unidos, la delegación incluyó a Marco Rubio y ocho funcionarios de alto nivel, como el secretario de Defensa Pete Hegseth, la fiscal general Pam Bondi y el consejero principal del Departamento de Seguridad Interior Troy Edgar, sumando un total de diecisiete personas. “Según Reuters, dos fuentes confirmaron al periodista que en las conversaciones fueron mencionados los cinco funcionarios de Morena, así como el exsenador”, puntualizó de Mauleón.

A principios de ese mes, la Casa Blanca acusó al gobierno de México de mantener una “intolerable alianza” con los cárteles de la droga, una declaración que, según de Mauleón, no se refería al pasado ni a administraciones anteriores, sino al presente. “Cuando se llevó a cabo la reunión en Washington, no habían pasado ni dos semanas de aquella explosiva declaración”, recordó el autor. El boletín oficial del gobierno mexicano describió la reunión como “muy positiva” y repitió frases como “cooperación sin subordinación” y “respeto a la soberanía”.

Una semana antes del encuentro, Estados Unidos designó a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó la medida como “una decisión unilateral” y afirmó que la designación no podía ser “una oportunidad para invadir nuestra soberanía”. De Mauleón señaló que fue en ese contexto cuando surgió la versión, filtrada por fuentes estadounidenses, de que el Departamento de Estado había elaborado una lista de políticos de Morena vinculados al robo de combustible y a organizaciones del narcotráfico. “Muchos de los nombres incluidos en la llamada ‘Lista de Marco Rubio’ —que dio a conocer en el diario El Universal el periodista Salvador García Soto— eran mencionados desde años atrás, por los mismos vínculos, en diversas investigaciones periodísticas: Américo Villarreal, Alfonso Durazo, Rubén Rocha Moya, Mario Delgado…”, citó el autor.

De Mauleón también mencionó que existe registro de otra reunión en la que Omar García Harfuch dialogó con los directores de la CIA, el FBI y la Dirección Nacional de Inteligencia “para fortalecer la cooperación” y “continuar con los intercambios de información”. El autor subrayó que las presiones de Estados Unidos hacia el gobierno mexicano no solo han sido privadas, sino también públicas. “Rubio ha acusado al expresidente López Obrador de haber entregado México al narco: lo ha llamado ‘cómplice’”, escribió de Mauleón.

En el texto, de Mauleón relató que Claudia Sheinbaum reconoció posteriormente que las presiones continuaban. En una conversación con Donald Trump, que el gobierno mexicano describió inicialmente como “cordial y productiva”, el expresidente estadounidense propuso “cosas inaceptables” en el marco del combate al narcotráfico. A esto se sumó la visita de la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem, quien declaró tras el encuentro que “aún queda mucho por hacer”.

La visita de Christopher Landau, subsecretario de Estado y exembajador de Estados Unidos, a Palacio Nacional se realizó en medio de este clima de tensión. De Mauleón indicó que Landau permaneció dos horas en el recinto, supuestamente para afinar la próxima visita de Marco Rubio. “Se fue sin hacer declaraciones. La embajada de Estados Unidos también guardó silencio: se limitó a colocar emoticones de aplausos sobre el boletín de la cancillería que negaba la existencia de presiones para investigar o perseguir políticos mexicanos ligados al crimen organizado”, relató el autor.

De Mauleón insistió en que, al observar los hechos en retrospectiva, resulta evidente que las presiones existen y han sido públicas. “Basta mirar las cosas en reversa para constatar que las presiones existen e incluso han sido públicas”, afirmó. El autor concluyó que solo una nueva filtración permitirá conocer lo que realmente se discutió en Palacio Nacional: “Así que tendremos que esperar una nueva filtración, para saber qué fue en realidad lo que se habló en Palacio”.