Seis malos hábitos que podrían afectar a los riñones de tus hijos desde temprana edad Infobae
Los riñones, órganos esenciales para la eliminación de desechos y el equilibrio de líquidos en el cuerpo, pueden verse afectados desde edades tempranas debido a ciertos hábitos perjudiciales. Estas prácticas no solo impactan la función renal, sino que también pueden desencadenar problemas de salud a largo plazo.
El consumo insuficiente de agua es uno de los principales factores que afectan la salud de los riñones en los niños. La hidratación adecuada es crucial para el correcto funcionamiento renal, ya que ayuda a prevenir infecciones urinarias y la formación de cálculos renales.
Sin embargo, muchos niños no consumen suficiente agua, lo que dificulta la eliminación de toxinas del cuerpo. Para fomentar este hábito, se recomienda ofrecer agua en lugar de bebidas azucaradas, utilizar botellas llamativas o incluso recurrir a aplicaciones que motiven a los pequeños a mantenerse hidratados.
Otro hábito perjudicial es el consumo excesivo de sal y alimentos ultraprocesados, como snacks salados, embutidos y comidas rápidas. Estos productos sobrecargan los riñones y aumentan el riesgo de hipertensión infantil, una condición que puede tener consecuencias graves en la salud a largo plazo.
Para prevenir este problema, se sugiere cocinar en casa con ingredientes frescos, leer las etiquetas de los productos para elegir opciones con bajo contenido de sodio y reducir la ingesta de alimentos procesados.
La automedicación o el uso frecuente de analgésicos también representa un riesgo significativo para la salud renal de los niños. El consumo de medicamentos sin supervisión médica puede dañar progresivamente los riñones. Por ello, es fundamental evitar administrar medicamentos sin receta, consultar siempre a un pediatra y mantener los fármacos fuera del alcance de los menores.
La retención frecuente de orina es otro hábito que puede afectar la función renal. Muchos niños evitan ir al baño por vergüenza o distracción, lo que aumenta el riesgo de infecciones urinarias y genera presión en los riñones.
Para evitar este problema, se recomienda establecer horarios regulares para ir al baño, especialmente en la escuela, y fomentar una comunicación abierta con los maestros para abordar cualquier temor o incomodidad que los niños puedan sentir.
El consumo excesivo de bebidas azucaradas, como jugos artificiales y refrescos, también tiene un impacto negativo en la salud renal. Estas bebidas alteran el equilibrio de líquidos en el cuerpo y contribuyen al desarrollo de obesidad y síndrome metabólico, condiciones que pueden afectar la función renal a largo plazo.
Limitar el consumo de estas bebidas a ocasiones especiales y ofrecer alternativas como agua con frutas naturales o infusiones suaves sin azúcar son medidas efectivas para reducir este riesgo.
Por último, el mal descanso o los trastornos del sueño pueden comprometer la salud de los riñones. Durante el sueño profundo, el cuerpo se repara y regula funciones esenciales, incluida la presión arterial.
La falta de descanso crónico puede alterar este proceso y afectar la función renal. Para promover un sueño saludable, se aconseja mantener una rutina regular, evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir y garantizar un ambiente tranquilo, oscuro y cómodo para el descanso.
Adoptar medidas preventivas desde la infancia es clave para proteger la salud renal y prevenir complicaciones futuras.
