Sheibaum en la línea obradorista de la provocación Elarsenal.net

Jorge Miguel Ramírez Pérez.

 En septiembre del 2024 festinaba Obrador que ya no había ninguna observación de parte de los estadounidenses porque según él estableció una “pausa” en las relaciones. En pocas palabras, en su estilo aldeano rompió las vías diplomáticas con el principal socio de México, cuando lo conminaron a través del embajador entonces su íntimo: Ken Salazar a descartar el golpe al poder judicial, desequilibrando la división de poderes, propuesta clásica desde el siglo XVIII ideada por Montesquieu, y desde entonces adoptada por los países occidentales, los mas avanzados en los sistemas políticos a la fecha; entre los que hay que descartar al México de ahora.

 Entidades inviables como Cuba y Nicaragua, o en vías de mayores convulsiones como Venezuela, no se deben tomar en cuenta porque son modelos de degradación institucional que tienden a un tipo de organización cavernaria cuando mucho. Obviamente las naciones islamistas se suprimen en un listado donde los países real o simuladamente tienen seriedad y no se concentran los poderes como sucede en formatos indiferenciados entre el poder religioso y el político. Pero lo que sorprende es, ¿cómo México una nación en ascenso, -incluso- admitiendo los daños causados por los abusos de los atlacomulcas, pudiera haber llegado al grado de deterioro tribal en tan pocos años?

Y parte de la respuesta es porque en México los acontecimientos caminan mucho más rápido que la capacidad de los ciudadanos y habitantes para digerir tanto desajuste y tantos afanes desinformatorios y desestablizadores que se han implantado mediante una cascada de mentiras diarias.

 Eso es lo que hace que se olviden las lesiones al cuerpo social y a la república. Y en este caso, nos toca analizar ¿cómo se encuentran los daños entreverados en las líneas enigmáticas de la historia de la política mexicana?; para que se puedan explicar las largas listas de latrocinios, demoliciones institucionales y  de ofensas y provocaciones perpetradas por el gobierno mexicano y sus aduladores, en los medios y redes, no solo lo hecho contra los mexicanos informados, o medianamente conocedores de las atrocidades sexenales de Obrador, sino también particularmente, contra los intereses  del gobierno estadounidense en todo este periodo destructivo del mandril tabasqueño, que ahora de modo acumulativo, reaccionan y vienen a cobrar los quebrantos, haciendo memoria de todas las sandeces e incumplimientos que en su momento tuvieron que apechugar como vecinos y socios en un tema de interés superlativo: su seguridad nacional.

Y como todo se minimiza, nuestra gente no tiene en cuenta lo que no les pega en su entorno egocéntrico-porque ya se les olvidó- que Obrador, Olga Sánchez su secretaria de Gobernación, y todos los mandos y amanuenses promovían que desde cualquier parte del mundo entraran por México, incluso de Conchinchina por así decirlo, oleadas de migrantes indocumentados, provenientes hasta del paso del Darien, extremadamente peligroso, grupos de invasores a EUA con todo y familias dispuestos a pagar a las mafias mexicanas, con el fin de colarse en el mediano plazo en los beneficios del social security americano para vivir -muchos de ellos- de la holgazanería tan profusa hoy, como nunca antes en ese país, de homeless, que ahora cercan ciudades y avenidas degradando las condiciones de la vida estadounidense.  

El discurso una pésima interpretación de los infamados “derechos humanos” era la cantaleta que la señora Sánchez y los funcionarios mexicanos, recitaban alegando que es uno de esos derechos el querer vivir donde se le antoje a cualquiera, sin más requisito del deseo y empeño de su propia voluntad; porque nadie podía impedir meterse en un país, aunque éste no los admitiera legalmente y menos los invitara.

Obviamente los invasores escogen los países donde generaciones han dejado su vida y trabajo por organizarse, producir, comerciar y acumular conocimientos y servicios públicos que las hordas invasoras por la razón que sea jamás han recreado en sus lugares de origen. Es decir, quieren la mesa servida.

 Por supuesto que esta realidad excluye a muchos que se han integrado mediante el esfuerzo de su trabajo y han logrado a pesar de las desventajas, tener el reconocimiento de los habitantes precedentes.

El problema es que la masa ilegal desde su origen, violando también el territorio mexicano penetraron mediante la presión violenta, lo que le causaba risa a Obrador quien les dijo en discursos que no se preocuparan porque si eran rechazados, aquí se podían quedar y él les daría trabajo, aunque los mexicanos no tuviéramos, porque el chiste era: fregar a los gringos. Muchos consiguieron credenciales para votar, y apoyos del Bienestar, para sumarse a las inmensas listas de los votos cautivos mediante pagos bimestrales o de “becas”.

El país quedó infestado de criminales – con “derechos humanos” dueños de toda línea productiva sin un plan de reconstruir lo derruido. Con personas nocivas e inmensamente incompetentes. Sin mando en la nave, no pueden resolver con firmeza los requerimientos de fronteras seguras, se regresó al México bronco pre porfirista, de gavilleros. Sin política interna, menos externa, en una forma de neo caciquismos delincuenciales. Sin capacidad ni teórica, ni práctica de interlocución con la potencia vecina.

Y ahora en vez de enmendar la plana y ponerse a trabajar en tantos rezagos, Sheibaum se avienta a criticar la política interna de la potencia, la de otro país, de otras reglas, y se anima a arengar la rebelión de los ilegales, “manifiéstense” les ordena; en un arranque que más que un patrioterismo sentimentaloide, es una clara provocación con la agravante de entrometerse en un pleito político, partidista, ideológico y enconado, entre el gobernador de California Gavin Newsom y el presidente Donald Trump; agarrando queriendo o no, partido con el instigador estatal de la protesta en la que hay un coctel, de terroristas de Hamas, de pandilleros de Los Ángeles, de miembros de los cárteles mexicanos radicados allá, más los vándalos que se sumen; y mexicanos trabajadores de buena voluntad, que van a bailar la peor danza; bajo la bandera mexicana que sale vapuleada de a gratis.

La lógica réplica vino del Departamento de Seguridad nacional o interna, de la propia Kristi Noem quien estuvo visitándola el 28 de marzo en buen plan, por lo que ayer escuetamente en presencia del Trump, señaló a Sheibaum de alentar el clima que se vive en Estados Unidos. Las formas y el medio son el mensaje…

No es una declaración menor y aunque la Presidenta ha querido suavizar sus mohínas, lo dicho, dicho está y se evidencia el camino de provocaciones verbales de su antecesor. Las lecciones no se aprenden rápido, entrometerse con la seguridad de una potencia no es lo mismo que andar tomando la rectoría de la UNAM cada vez que la banda necesitaba varo.

El cargo Sheibaum en la línea obradorista de la provocación apareció primero en El Arsenal.