5 formas de usar tus fortalezas para alcanzar tu propósito Milenio

Un operador de maquinaria pesada que realizaba una prueba de trabajo, superó con excelencia las maniobras que le solicitaron sobre una enorme retroescabadora, pero en un giro inesperado tiró la carga sobre el auto del ingeniero responsable de su contratación.
Se bajó del aparato apenado y le dijo: “¿Del salario, ya ni hablamos?”Esa persona tenía entre sus principales fortalezas (además del valor, sabiduría, persistencia y prudencia) el humor, algo difícil de esperar que se use en ese momento, pero le sirvió para que el ingeniero lo contratara, pues fue un error tolerable que ocurre en esas maniobras, especialmente cuando no se conoce el aparato, y porque el auto no debería estar colocado en ese lugar.
Las fortalezas pueden ser usadas de manera distinta a las que podemos suponer en primera instancia y si usas tu creatividad (aunque no sea tu fortaleza más dominante), te pueden sacar de problemas para que continúes persiguiendo tu propósito.
Los que nos dedicamos a aplicar las ciencias del bienestar para beneficio de las personas y organizaciones en general usamos la clasificación de 24 fortalezas humanas, divididas en seis virtudes, como los define el Instituto VIA Carácter.
Esto es, para la virtud de sabiduría y conocimiento, las fortalezas de creatividad, curiosidad, mente abierta, amor por el aprendizaje y perspectiva o sabiduría; para valor, persistencia, integridad, vitalidad y valor; humanidad, amor, amabilidad, inteligencia social; justicia, ciudadanía, justicia y liderazgo; templanza, perdón y misericordia, humildad, prudencia y autorregulación; trascendencia, apreciación de la belleza, gratitud, esperanza, humor y espiritualidad.
Cinco formas de utilizar esas fortalezas para perseverar tus propósitos1.
Cambia el enfoque de la situación, es una de las estrategias más útiles.
Seguro ya la has usado, pero es importante que la recuerdes para que la utilices de manera natural cuando se presentan las dificultades.
Necesitas usar tus fortalezas relacionadas con la virtud de la sabiduría.
Simplemente, tienes que mirar el problema desde otra perspectiva, como lo hizo el operador, atacándola con buen humor.
Otra manera es acostumbrarte a hallarle el lado bueno a las cosas que te suceden.
Por supuesto, sería una mala experiencia no haber logrado el puesto, pero el operador habría aprendido que ante una prueba de ese tipo, debe exigir que se limpie la zona de todo equipo o material que se puede dañar.
2.
Afiánzate de tus valores.
Cuando enfrentes un obstáculo, evoca y medita tus valores más altos, que, a final de cuentas, tienen relación con lo que estás buscando.
Pretendes construir un negocio exitoso que le traiga bienestar económico a ti, a tu familia y empleados, pero tienes ya varios años metiendo dinero de tu bolsillo para sobrevivir.
En lugar de montarte exclusivamente en la persistencia o liderazgo, prueba con las fortalezas de la virtud de la templanza, como puede ser la humildad, prudencia o autorregulación, para revisar números, estrategias y el mercado, a fin de corregir los errores aunque duela.
No puedes continuar castigando a tus proveedores o colaboradores.
Estoy segura que el negocio que quieres dirigir no es aquel que explota y daña la salud mental de las personas.
3.
Aprende a perdonar y seguir adelante.
El rencor o el dolor que nos causa una ofensa o una acción puede llegar a minar nuestros esfuerzos para alcanzar el fin trascendente que nos hemos fijado en la vida.
Además, dañan nuestra salud mental y hasta física.
El perdón es una fortaleza muy útil que no todos tenemos, pero la podemos aprender para nuestro bien personal y de quienes nos rodean.
Desde hoy, practica el “dejar ir” todas las cosas pequeñas que te molestan.
Si alguien no te saluda, no importa; si llegó tarde, sigue adelante con tu agenda, tal y como la tenías planeada.
Cuando lleguen asuntos más difíciles de perdonar, tendrás más posibilidades de lograrlo.
4.
Haz un diario de las cosas agradables.
Nunca se te olvide que a pesar de la situación que estemos viviendo, la vida sigue teniendo cosas buenas.
Anótalas todos los días en un diario y subraya las fortalezas que utilizaste para que eso sea posible.
Incluso, si no interviniste para que eso bueno suceda, tu capacidad de curiosidad, apreciación de la belleza o la misma gratitud son herramientas que debes tener despiertas.
Ver las cosas buenas de la vida, te dará agilidad y creatividad para superar obstáculos, como lo estamos haciendo.
5.
Relájate.
Puede parecer un lugar común, pero es muy efectivo.
Usas las fortalezas de autorregulación o espiritualidad, según el caso.
La función de hacer ejercicios de relajación, meditación o la práctica del mindfulness te permite evitar que tu mente te lleve a pensamientos negativos que frenan tu camino a ese propósito que te has planteado.
Un dato adicional, si sigues este tipo de reenfoque de los problemas, va a disminuir tu nivel de estrés y, por lo tanto, puedes experimentar un mayor bienestar.
Recuerda que la ruta del propósito avanza por la Avenida de la Felicidad.
MGR