Detenga un instante de hoy para el recuerdo de mañana: La fotografía tradicional en Chapultepec Siete24.mx
Ciudad de México.- Entre cientos de puestos comerciales en el corredor principal del Bosque de Chapultepec, marcado con el número 572, entre changuitos, máscaras de luchadores, dorilocos y licuachelas, sobresale el local un fotógrafo tradicional. Gerardo, acompañado de su mamá ofrece a los visitantes la foto del recuerdo.
Su set está compuesto por un burrito y un caballo de ornato, además de sombreros de charros, ofrece “fotos profesionales” para quien quiere preservar el recuerdo, no solo de la visita a Chapultepec, sino de la especial de la compañía, familia, amigos o parejas.
Se trata de un negocio familiar, iniciado por su padre hace más de 30 años, y que Gerardo heredó, tanto el local como la profesión, no podría ser de otro modo. Él comenzó a acompañar a su padre a tomar fotos en Chapultepec desde los seis años, cuando la tendencia era la instantánea, pero él le relataba que comenzó con cubetas y tripie.
Con el tiempo los papeles se invirtieron. Su padre ya no está, pero si su esencia en la foto a través de sus enseñanzas. Ahora lo acompaña su mamá, Amy Rivero, antes no podía hacerlo porque tuvo que “cuidar a sus hijos cuando eran pequeños”, pero actualmente ayudar a preparar el set y a los protagonistas, es algo que disfruta. La fotografía en Chapultepec sostuvo a su familia durante décadas y aun lo hace.
El valor del recuerdo en una foto
Cada vez son menos las personas que solicitan su servicio, nos dice Gerardo, sobre todo entre las nuevas generaciones, que solo capturan con su celular la imagen del set en fotos que nunca imprimen. Sus fotos, con calidad profesional, son para que perdure el recuerdo.
“La fotografía ha perdido el aprecio por la foto impresa”.
Así lo percibe Gerardo, aun así hay días buenos, en los que la ganancia puede ser de unos mil 500 pesos, sobre todo en fines de semana, pero hay otros en los que solo se llevan a casa solo 500 pesos, y hay que pagar la concesión, el permiso y derecho a un lugar en el Bosque de Chapultepec.
“La foto es para quienes quieren regalar lo especial del instante, la intención de dar un detalle, a su pareja, a sus amigos, no necesariamente en el caballo, puede ser en la jardinera o en el bosque”.
La idea es presentar un buen trabajo fotográfico, un retrato, fotografía familiar, explica.
“Eso es lo que vendemos, un recuerdo. ‘Detenga un instante de hoy para el recuerdo del mañana’ decía mi papá, eso es la fotografía”.
Gerardo ha sabido adaptarse, introdujo muy rápido la fotografía digital hace bastantes años y ahora ofrece también sus servicios como fotógrafo profesional en eventos o en su estudio, “hace de todo”.
En el Bosque de Chapultepec tiene fotos de diferentes precios y tamaños, “la chica tiene un costo de 85 pesos, la mediana de 96, y la grande de 175, se capturan varias fotografías y ustedes eligen la que más les guste, en cinco minutos se la llevan impresa”.
Entre puestos de changuitos miones, ahora con bebés capibaras, licuachelas y bebidas preparadas, los visitantes al Zoológico, el Castillo de Chapultepec, o el lago, se detienen a para capturar el instante y guardar, impreso, un recuerdo de un domingo en Chapultepec.
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Congeladas, no bolis, compiten con licuachelas
A un costado del fotógrafo también destaca Hugo, un vendedor de nieves y congeladas, se resiste a decirle bolis, y helados que lleva 30 años en Chapultepec, solo vende en temporada de calor “antes de que empiecen las lluvias”.
A Chapultepec llegan visitantes de todo tipo, familias con niños pequeños simplemente para caminar y disfrutar de la sombra. Además de grupos provenientes de otros estados de la República que hacen una pausa en sus actividades para conocerlo, extranjeros y jóvenes parejas.
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