La Policía británica acusó a tres ciudadanos iraníes de presunto espionaje para el régimen persa Infobae
La Policía Metropolitana del Reino Unido presentó cargos contra tres ciudadanos iraníes bajo la Ley de Seguridad Nacional, acusándolos de haber asistido presuntamente al servicio de inteligencia exterior del régimen persa.
Según informó el diario The Times, Mostafa Sepahvand, de 39 años, Farhad Javadi Manesh, de 44 años, y Shapoor Qalehali Khani Noori, de 55 años, fueron arrestados el pasado 3 de mayo tras una investigación llevada a cabo por oficiales antiterroristas.
Los cargos en su contra responden a actividades que habrían llevado a cabo entre el 14 de agosto de 2024 y el 16 de febrero de este año.
De acuerdo con The Guardian, Sepahvand enfrenta cargos adicionales por realizar vigilancia y reconocimiento con la intención de cometer violencia grave contra una persona en el Reino Unido. Manesh y Noori, en tanto, también han sido acusados de participar en actividades de vigilancia y reconocimiento para ayudar a otra persona a cometer actos de violencia grave.
El comandante Dominic Murphy, jefe del comando antiterrorista de la policía metropolitana, destacó la gravedad de los cargos y la complejidad de la investigación que llevó a estas acusaciones. Murphy señaló que desde el arresto de los iraníes, los detectives han trabajado incansablemente y en estrecha colaboración con el Servicio de Fiscalía de la Corona (CPS, por sus siglas en inglés) para llegar a este punto. Además, enfatizó la importancia de no especular sobre el caso para permitir que el proceso judicial siga su curso.
Los tres hombres han sido puestos bajo custodia y se espera que comparezcan ante el tribunal de magistrados de Westminster.
Frank Ferguson, jefe de la división de crimen especial y antiterrorismo del CPS, recordó que los procedimientos penales contra los acusados están activos y que tienen derecho a un juicio justo. Subrayó, además, la importancia de evitar cualquier tipo de informe o comentario que pueda perjudicar el proceso judicial.
Este caso se enmarca en un contexto más amplio de medidas de seguridad nacional en el Reino Unido. El régimen de Irán fue el primer estado extranjero incluido en el nivel más alto del esquema de registro de influencia externa del Ministerio del Interior, un programa diseñado para proteger al Reino Unido de influencias extranjeras malignas. Según este esquema, cualquier persona dirigida por Irán o Rusia para llevar a cabo actividades en suelo británico debe declararlo o enfrentarse a penas de hasta cinco años de prisión una vez que el programa entre en vigor en julio.
La situación resalta las tensiones internacionales y las preocupaciones de seguridad que enfrenta el Reino Unido, especialmente en relación con la influencia extranjera y las actividades de inteligencia. La vigilancia y el reconocimiento, como los que se alega que realizaron los acusados, son prácticas que pueden tener implicaciones significativas para la seguridad nacional, y el gobierno británico ha tomado medidas para abordar estas amenazas de manera proactiva.
A principios de mes, las autoridades británicas detuvieron a ocho iraníes que planeaban un atentado contra la embajada de Israel en Londres. El operativo, que involucró a agentes de la policía de contra-terrorismo y personal militar, se llevó a cabo en varias ciudades del Reino Unido, como Rochdale, Manchester, Swindon y Stockport.
La ministra de Interior, Yvette Cooper, describió estas operaciones como una respuesta a “algunas de las mayores amenazas de estado” que el Reino Unido ha enfrentado en años recientes.
Ken McCallum, jefe del servicio de inteligencia británico MI5, había declarado el año pasado que desde 2022, los oficiales británicos han respondido a más de 20 complots respaldados por el régimen de Irán que representaban amenazas mortales para los ciudadanos y residentes británicos. Estos complots incluían intentos de asesinato y secuestros dirigidos a disidentes iraníes y organizaciones mediáticas en el Reino Unido.
