TELEVISA ATERRORIZA Sol Yucatán
Redacción/Sol Yucatán
La periodista Carmen Aristegui destapó este domingo una red de manipulación mediática que durante al menos seis años operó desde Televisa Chapultepec, utilizando tecnología, millones de pesos y un ejército de especialistas para fabricar noticias falsas, atacar a figuras públicas y apoyar intereses políticos.
De acuerdo con la investigación presentada por Aristegui, la operación fue bautizada como «El Palomar», y su existencia quedó al descubierto luego de que uno de sus integrantes, Germán Gómez García, decidiera romper el silencio. Este joven, licenciado en cinematografía, trabajó casi ocho años dentro del equipo y entregó a Aristegui un disco duro de cinco terabytes con miles de archivos: videos editados, conversaciones falsificadas, instrucciones internas, campañas de difamación y apoyo político que se realizaron entre 2018 y 2024.
El material revela cómo Televisa, a través de «El Palomar», alteraba fotos, fabricaba videos, falsificaba chats de WhatsApp, creaba memes y noticias falsas para inundar redes sociales como Facebook, Instagram, X (antes Twitter), WhatsApp y YouTube. La información falsa era propagada mediante blogs, portales de internet, cuentas apócrifas y hasta aparentes notas de medios internacionales como CNN.
La lista de víctimas de estas campañas negras incluye a TV Azteca y su propietario Ricardo Salinas Pliego, el magnate Carlos Slim, la empresa Interjet, un magistrado federal y la propia Carmen Aristegui, a quien intentaron vincular falsamente con la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, acusándola de recibir medio millón de pesos.
El equipo de «El Palomar» también intervino en procesos políticos. Según el testimonio, una de sus misiones fue apoyar a Arturo Zaldívar para su llegada a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, difundiendo contenidos favorables a su figura.
Entre los operadores de «El Palomar» se encuentran dos diputadas, un senador y dos funcionarios del Poder Judicial federal, bajo la dirección de Javier Tejado Dondé. El «búnker» desde el que se coordinaba todo este aparato de manipulación se ubica dentro del edificio de Televisa Chapultepec.
El denunciante, Germán Gómez García, decidió hacer público su testimonio ante el temor de que estas prácticas continúen impunes. «Espanta, da terror ver la capacidad tecnológica que tienen para destruir reputaciones; lo único que se necesita es el poder económico suficiente para financiarlo», dijo Aristegui al presentar la información.
De acuerdo con el material entregado, no se trataba de ataques espontáneos, sino de campañas meticulosamente planeadas, con participación de expertos en informática, redes sociales, cineastas, diseñadores, redactores y editores.
Además del trabajo interno, se pagaba a blogueros, youtubers y creadores de contenido para replicar el material falso y darle apariencia de veracidad, fortaleciendo así el ataque o apoyo a conveniencia de quienes manejaban la operación.
Aristegui señaló que toda esta maquinaria estuvo operando bajo una red de complicidades, en un claro atentado contra la libertad de expresión y el derecho a la información veraz.
La revelación ha generado enorme preocupación en el gremio periodístico y entre organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes exigen una investigación profunda y sanciones ejemplares para quienes resulten responsables.
En un país donde la manipulación de la información es una amenaza constante, el caso de «El Palomar» evidencia el nivel de corrupción y perversión que puede alcanzar el poder mediático cuando no existen contrapesos ni verdadera rendición de cuentas.
La periodista anunció que continuará difundiendo el contenido de los archivos en los próximos días, buscando exhibir la magnitud del daño que estas campañas negras han causado y alertar sobre la urgente necesidad de recuperar la ética en el ejercicio informativo.
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