Son infinitas las anécdotas en torno a los zapatos más elegantes o los bolsos que marcaron una época, desde la suela roja de unos Louboutin al mismísimo Kelly que adoraba la princesa Grace de Mónaco. Miles de páginas se han escrito sobre estos complementos, sus distintos diseños o versiones, pero con frecuencia nos olvidamos de uno: el cinturón, con su respectiva hebilla, ha sido durante siglos un accesorio tan práctico como estético, aunque actualmente se conciba como "la última pieza a la hora