De clásicos a clásicos Excelsior

En los años 60 y 70 comenzó a tomar forma la rivalidad entre el América y las Chivas, el gran clásico nacional.
Lamentablemente, el seleccionado mexicano de beisbol cae en su primer encuentro del Clásico Mundial del Beisbol, ante el equipo de Colombia, no fue la tarde de Julio Urías, que había iniciado de maravilla con un dominio importante ante los rivales, pero que el final de su actuación permitió un par de dobles y después un cuadrangular que puso al frente al equipo sudamericano, los nuestros reaccionaron, pero los errores a la defensiva en los extra innings evitaron que los nuestros obtuvieran un triunfo.
El asunto pues, es ganar o ganar esta noche a los Estados Unidos de Norteamérica, el amplio favorito para avanzar en el grupo C, misión muy compleja, más no imposible.
Una lástima pues el triunfo ante los cafetaleros era fundamental para enfrentar con mayor confianza esta noche a los de las barras y las estrellas.
Por cierto que escuchaba a los narradores del balompié mexicano que a todo le quieren llamar clásico, cuyo origen se remonta al futbol americano estudiantil de nuestro país con el partido entre Pumas y Poli, los de azul y oro ante los de guinda y blanco, comenzaron a llenar estadios desde los años cuarenta, y vaya entradones, considerando el tamaño de la Ciudad de México.
En ese entonces, finales de los años 40, la rivalidad entre los equipos de las dos instituciones educativas provocaba llenos, primero en el estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, ubicado en la colonia Noche Buena, ahora denominado estadio Azulgrana, y por mucho tiempo denominado estadio Azul, y después, desde los inicios de los años 50, en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, y lo que es de llamar la atención es que, 70 años después y con nula promoción, siguen provocando llenos en esos recintos.
En esos días también, los años 40 y 50, la afición al futbol era muy incipiente, no tenía comparación con el arrastre del futbol americano estudiantil, que es el origen del clásico.
Después, en los años 60 y 70, comenzó a tomar forma la rivalidad entre el América y las Chivas, el gran clásico nacional del futbol, el que genera la mayor cantidad de aficionados, apuestas y pasión.
Que si el clásico joven, que el clásico norteño, el clásico tapatío, y demás inventos que se hacen para generar afición y expectación, lo lamentable del caso es que en la inmensa mayoría de esos partidos la calidad del espectáculo es muy poca, casi nunca corresponde a la expectación, y peor aún, con una inmensa promoción de todos los medios, no provoca las tremendas entradas de otros años, quizá con la excepción del Tigres versus Monterrey.
Insisto, hay de clásicos a clásicos.
 Columnista: Pablo CarrilloImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0