Presidencialismo mexicano y el amor a Cuba Excelsior

Hace unas semanas el presidente López Obrador invitó al mandatario cubano y le refrendó el respaldo del pueblo de México, en una señal de reproche al bloqueo norteamericano, como lo hicieron los presidentes del régimen posrevolucionario a partir de 1960, cuando Adolfo López Mateos declaró que su gobierno era “dentro de la Constitución, de extrema izquierda”.
 *Fidel Castro había entrado triunfante a la Habana luego de la revolución de 1959.
En 1966, Gustavo Díaz Ordaz fue el puente entre las dos naciones vecinas para beneficiar a esa población y abrió las puertas mexicanas a quienes quisieran salir de la isla y llegar a México como refugiados.
Luis Echeverría defendió ante el foro de la OEA el derecho de los gobiernos del hemisferio a sostener relaciones con Cuba y colmó a la revolución cubana la vía idónea para el desarrollo nacional.
Con José López Portillo señaló: “…la autodeterminación y la soberanía  permite a los pueblos, darse sistemas, darse gobiernos, los que quieren, no los que se le imponen”.
Miguel de la Madrid, con un temperamento tecnocrático, la relación con Cuba fue relegada a segundo plano al conformarse el grupo Contadora en el que la preocupación principal era el conflicto en Centroamérica.
Sin embargo, el gobierno mexicano otorgó al régimen de Fidel una línea de crédito por 50 millones de dólares.
 Con Carlos Salinas, siguió la pauta tradicional en las relaciones con Cuba, insistencia en la reintegración de Cuba a la OEA y la oposición al bloqueo sostenido por Estados Unidos.
Salinas invitó a Fidel a la Primera Cumbre Iberoamericana celebrada en Guadalajara en julio de 1991.
Ernesto Zedillo votó contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, al lado de Estados Unidos, en un proyecto que llamaba la atención sobre la situación de las garantías individuales en la isla.
Vicente Fox también votó en contra de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y tuvo un acercamiento importante con la disidencia cubana en Estados Unidos, se registra el famoso desencuentro del “comes y te vas” en la Cumbre de Monterrey cuando el presidente Fox pidió a Fidel que se retirara de la reunión para no encontrarse con George W.
Bush, presidente de Estados Unidos y “amigo” cercano al mandatario mexicano.
Felipe Calderón, trató –sin conseguirlo– de “renovar” las relaciones con Cuba y propuso a Gabriel Jiménez Remus, y luego a Juan José Bremer, como embajadores de México en la isla para estos propósitos.
Enrique Peña Nieto se reunió en enero del 2014 con Fidel Castro y dos años después viajaría a la Habana con motivo de la ceremonia luctuosa por el fallecimiento del comandante Fidel Castro Ruz.
Y se prosiguieron las relaciones diplomáticas con Raúl Castro.
López Obrador ha demostrado una suerte de inspiración cubana para México y se considera que los miles de médicos cubanos que ha estado trayendo para resolver la demanda de facultativos en el sector salud vienen en realidad a indoctrinar a los pacientes en el comunismo, como lo hicieron con Venezuela.
¿Será? Columnista: Francisco Javier AcuñaImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0