En su segundo informe, Nicolás Reyes presumió de aparente austeridad, honestidad y transparencia
ABRIENDO BRECHA
Andrés Rodríguez Cabrera
Para nadie pasó desapercibido que el segundo informe de resultados del alcalde por Morena de Minatitlán, Nicolás Reyes Álvarez, presentado este jueves, inició con fallas en los micrófonos y en el video editado por parte de “profesionales” que ahora contrata para sus eventos.
Pero en lo personal, me causó más asombro el traje nuevo que presume.
Entre los errores humanos, Nicolás Reyes nunca atinó a decir quien estaría presente en su informe por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, aunque horas después un servicial amigo de la titular de la Secretaría de Turismo, Xóchitl Arbesú Lago, expuso que ella debió haber llegado como representante del gobierno del estado, pero no pudo estar con su “amigo” el alcalde porque la retrasó un accidente carretero.
Por favor, la mayoría de las morenistas y los morenistas de Minatitlán saben que ambos son acérrimos adversarios.
Nicolás Reyes tampoco recordó el nombre de su invitada la diputada federal plurinominal por Morena, Rosalba Valencia Cruz.
Pero lo más grave de todo, es que el alcalde morenista solo balbuceaba cuando la mayoría entonaba el Himno de Veracruz.
Después de sortear los errores técnicos y humanos, Nicolás Reyes, abusando de su conocida soberbia e ignorancia, y ahora enfundado en su traje nuevo, una vez más presumió de una estabilidad financiera; según él, debido a una administración austera, honesta y transparente.
En los más de 35 minutos de su exposición –sin resolverse aún el audio del video que se proyectaba a sus espaldas-, Nicolás Reyes magnificó que en este 2019 resultaron beneficiados habitantes de las zonas rural y urbana, en materia de obra pública, protección civil, equidad de género, educación, fomento agropecuario, deporte, domos para escuelas y mercados; y varias mentiras más que ya pocos le creen.
Después de finalizar su discurso, tuvo el cinismo y la desfachatez de expresar textualmente: “Podemos tener errores, pero ninguno de deshonestidad.
Quien tenga errores de deshonestidad, señores, creo que no deben estar aquí.
Por eso, nosotros, próximamente queremos llegar con cero corrupción cuando terminemos, y de ser posible antes de que terminemos nuestro tiempo de 2018-2021”.
Nicolás Reyes se enfocó principalmente en la municipalización del servicio del agua potable y demás, que recuperó la anterior administración municipal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante una controversia constitucional.
Asimismo, dijo que los 110 policías de seguridad pública municipal están certificados y que actúan con eficiencia, eficacia y confianza, después de haber invertido en ellos más de 17 millones de pesos; y que ahora ganan mejores salarios y tienen un mejor seguro de vida.
Reyes Álvarez no puede argumentar austeridad después de haber terminado este 2019 con un subejercicio de más de 95 millones de pesos, que pudiera ocuparlo en otros gastos con la anuencia y/o voto de sus ediles afines en Cabildo, o regresarlo a la federación por no ejercerlos.
No puede presumir de honestidad ante la denuncia administrativa de corrupción –que se hizo pública- en la Dirección de Obras Públicas que le demostró el representante legal de la Constructora Valle del Cauca, S.
A.
de C.
V.
, Lic.
Víctor Molina Hernández 1.
No puede hablar de honestidad cuando: en su propio informe de labores encubre la falta de oficio de la mayoría de sus 13 compañeros ediles que no han dado resultados en beneficio de la ciudadanía; solapa a sus directores y coordinadores que solo llegaron a lucrar con el puesto –donde hay honrosas excepciones-; pulveriza, licita y asigna, obras a modo para poder cobrar el “moche”; y un sinfín de evidente deshonestidad y corrupción.
Quienes desde hace muchos años conocemos a Don Nicolás Reyes lo recordamos como un luchador social cuando se empecinó en exigir la construcción del bulevar Manuel Ávila Camacho de la colonia Cuauhtémoc, demandó que la vía del tren –ubicada frente a su casa- ya no pasara por la ciudad y, por su entonces supuesta honorabilidad, hasta llegó a formar parte del Consejo Municipal de Seguridad Pública que conformó el ex alcalde priista, José Luis Sáenz Soto.
De aquel varón leal a sus ideales, palabra y a sus amigos, ya no queda nada.
Reitero, la soberbia y ambición de poder lo orilló a traicionar a sus amigos de izquierda y disidentes que durante muchos años lo apoyaron política, social y económicamente, para luchar en beneficio de sus derechos y de la ciudad.
Y últimamente, se percibe, que está desconociendo a quienes también batallaron con él en su campaña política para ganar la presidencia municipal.
Nicolás Reyes ahora trabaja con esos “profesionales” de marketing que le confeccionaron un traje nuevo, como aquel traje del cuento del danés Hans Christian Andersen, titulado “El Traje Nuevo del Emperador” y/o “El Rey Desnudo” 2.
Traje con el que se pasea, luce y presume, ante la mirada y voz impotente de su familia.
Actitud y silencio que celebran y gozan sus “profesionales” de marketing, con la complicidad manifiesta de sus lacayos y nuevos “asesores” de cabecera Pablo Alemán Guzmán y Raúl Atanasio Rodríguez Rico, entre otros charlatanes y picaros que han asentado sus mezquinos reales en el Castillo; perdón, detrás del iluso coto de poder de Nicolás Reyes.
Lo bueno de todo esto, es que la mayoría de los que votaron por Nicolás Reyes está decepcionada de su torpe administración, y alguno que otro avispado ya empezó a notar que se pasea desnudo por la ciudad.
Al final del desarticulado y verbal informe de Nicolás Reyes, los asistentes fueron obligados a ver y escuchar el video que falló al inicio del informe.
(1) http://www.
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(2) http://www.
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