López Obrador y Marshall McLuhan: ¿El ego es el mensaje? Plumas del Golfo

CLAROSCUROS   José Luis Ortega Vidal (1) Puede ser polémico, pero no un tema menor afirmar que la frase "El medio es el mensaje" -acuñada por Herbert Marshall McLuhan, filósofo, erudito, profesor canadiense- modificó desde su aparición en 1964 el estatus y las estructuras de los estudios filosóficos sobre el lenguaje y la comunicación de masas en el universo contemporáneo.
Particularmente –incluida en el libro Understanding Media- la afirmación que canaliza al medio la mayor importancia en el proceso comunicativo al ocurrir una simbiosis con el contenido informativo, forma parte de una serie de ideas que han convertido a McLuhan en el profeta de internet, gurú del discurso político, ícono del arte pop, personaje en la música rock, series de televisión, cultura mediática y referencia intelectual obligada; entre otras referencias.
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Eso no es todo: "La aldea global", "La galaxia Marconi", "La galaxia Gutemberg"; "La aldea cósmica", la diferenciación entre "Medios fríos" (TV) y "Medios calientes" (Radio), son definiciones, conceptos, reflexiones en torno a los medios de comunicación, su evolución e influencia específica en entornos históricos determinados, surgidos de una de las mentes más lúcidas que hayan abordado el tema del lenguaje después de Ferdinand de Saussure.
En parte, por todo lo anterior se atribuye a McLuhan la predicción de la aparición de Internet dos décadas antes de su arribo; afirmando la conversión del mundo en una aldea global a partir de la revolución tecnológica y evolución digital.
(2) La BBC de Londres publicó este artículo del que extraemos dos citas de Marshall McLuhan: ´Marshall McLuhan, el "profeta de la era digital" que predijo internet 20 años antes de que se inventara´ BBC Mundo "El nuevo medio, el que sea que venga, podría ser la extensión de la conciencia, incluirá a la televisión como contenido, y no como medio".
"Una computadora como instrumento de investigación y comunicación será capaz de aumentar la recuperación de información, hacer obsoleta la organización masiva de las bibliotecas, recuperar la función enciclopédica del individuo y transformarla en una línea privada de comercializables rápidamente personalizados".
(1) (3) Las frases: "Abrazos, no balazos".
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"No hagan enojar a sus mamacitas".
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"Le muerden la mano a quien les quitó el bozal".
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"La transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado en nuestro país".
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"Pedirles a las madrecitas que nos ayuden con sus hijos".
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Emitidas una y otra vez –algunas durante meses- por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, conforman un discurso difundido con mucha fuerza en las redes sociales, más allá del contenido y de los objetivos del emisor –AMLO- si éstos existen.
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El discurso conformado por estas frases pierde valor al no sustentarse en acciones concretas del monopolio de la violencia que el sociólogo Max Weber contextualizó científicamente a favor del Estado.
Desde la perspectiva del Derecho, la Ley no se crea para ser concedida sino para ser aplicada bajo la premisa de Dura Lex Sed Lex; lo cual no excluye de ninguna manera el respeto a los derechos humanos de la víctima y el victimario.
Confundir el respeto a los derechos humanos de un sicario con una invitación a la intervención de sus lazos familiares a fin de obtener su reintegración social constituye una burla para los afectados en particular y la sociedad en general.
La idea de combatir el origen del sarcoma –extraer el tumor- antes de cortar la extremidad es buena, relativamente.
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Hay circunstancias inevitables para enfrentar al violento enemigo con violencia y no hacerlo genera muertes, más muertes, muchas muertes injustas ante las cuales nace un reproche natural a los representantes del Estado: ¿Para qué están ahí? Más aún: en el proceso de descomposición social de un Estado fallido como el nuestro ocurren diversas coyunturas que van de lo mórbido a lo morboso.
Está el caso de los menores de edad cooptados por cárteles vía fenómenos de imitación, curiosidad, ausencia de valores, familias disfuncionales, engaños.
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A un menor de edad que ha caído en ese engranaje nefasto donde lo capacitan y obligan a matar no se le puede retornar al nido familiar con declaraciones de buena fe porque ocurre que el crimen organizado lo ha esclavizado.
Mucho de esos niños son asesinados al intentar abandonar el cártel que ofertó dejarlos partir cuando lo desearan.
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He ahí un fenómeno sociopolítico frente al cual la propuesta de "abrazos, no balazos" no encaja.
(4) ¿Alguna vez habrá leído el tabasqueño las teorías de McLuhan para enlazar su aprecio por "las benditas redes sociales" con un discurso polarizante que disminuye su fuerza política y del cual abrevan sus naturales enemigos? El concepto y la práctica de un Golpe de Estado también han evolucionado.
Desde el equipo de comunicación de López Obrador se habla de un "Golpe de Estado Suave", apoyado desde la manipulación psicológica de los receptores de mensajes –la población en general- a partir de montajes de noticias falsas e incluso de acontecimientos inventados.
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Bajo esa lógica podrían ubicarse declaraciones de militares afines a la derecha y ultraderecha del país, lecturas mediáticas contradictorias, confusas en torno a casos como la fallida captura de Ovidio Guzmán el 17 de octubre en Culiacán y la trágica e inenarrable matanza de la familia LeBarón –incluyendo niños como ha sucedido en Veracruz-  en Baviste, Sonora.
Me explico: una cosa es el hecho, otra cosa es la información que se recoge sobre ese hecho.
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Luego ocurre la transmisión de la información; entramos a la comunicación –vía diversos medios masivos, hoy las redes sociales donde se incluyen periodistas profesionales y ciudadanos en general- para arribar a la diferenciación sobre el origen de este proceso.
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Una parte de la información y su conversión a comunicación corre a cargo del Estado.
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Otra versión nace en el trabajo del reportero o en el ángulo de visión del poseedor de un celular.
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En este mar de datos nadamos todos –vía medios fríos y medios calientes, según la teoría de McLuhan- y creamos interpretaciones individuales que reproducimos no siempre en forma responsable.
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La gran mayoría de información en redes sociales es falsa y el filósofo italiano Umberto Eco afirmó que "dan derecho a hablar a legiones de idiotas".
(5) ¿Un golpe de Estado suave? Ese concepto forma parte de la sociedad moderna y la era digital.
Por tanto, todos los líderes políticos constituyen una víctima potencial de ello.
¿Un golpe de Estado violento? Aquí entran en juego múltiples factores: inestabilidad política, una fuerza militar de tal envergadura y contraria al grupo en el poder -generalmente de afinidad ideológica de derecha- dispuesta a disparar, matar, para sacudir, tirar y luego intentar reconstruir toda una estructura de Estado.
Al respecto –lo dije en el Claroscuros previo- no se aprecian condiciones en México para un fenómeno de tamaña naturaleza.
Mencionar ese tema así nomás, sin un sustento es un acto de irresponsabilidad por parte del Presidente de la República dada su investidura, pues tiempo ha dejó de ser un ciudadano común.
(6) Hay errores –y graves- en el discurso del Presidente.
En la era digital las redes sociales que lo ayudaron en su ascenso al poder hoy le están jugando en contra, en buena medida por sus excesos y falta de cuidado al construir contenidos lingüísticos que forman parte del medio y no al revés –Marshall McLuhan dixit-.
(7) En muchos aspectos, los enemigos naturales del Presidente no tienen razón; pero en muchos aspectos sí la tienen.
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Debemos ser críticos ante las críticas tanto de los enemigos del Presidente como del Presidente mismo.
Los ciudadanos debemos entender quién manda: nosotros y nos hacemos obedecer a través del voto; ese es el camino siempre a corto, mediano y largo plazo en la construcción de una democracia madura.
Andrés Manuel López Obrador está obligado a modificar su discurso político por el bien del país.
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Sobre todo, para demostrar la claridad de sus objetivos y el verdadero compromiso con ellos, antes de su ego.
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