Los mejores momentos de Back to the beginning Miusyk
El último concierto de Ozzy Osbourne fue uno de los festivales más completos de la historia. Repasamos los mejores momentos.
Es justo aclarar que Mastodon, Anthrax y Rival Sons tuvieron algunos problemas con el sonido y que el personal no terminó de encajar muy bien las versiones que hicieron. Mastodon acertaron, Anthrax se lanzaron con «Into the void» sin mucho acierto y Rival Sons sí que se llevaron a su terreno «Electric funeral».
Tras ellos, llegó uno de los platos fuertes: el regreso de Jake E. Lee que brilló a gran altura en uno de los supergrupos organizados por Sharon.
Fue otro de estos grupos, con el cantante de Ghost al frente, quien se encargó de versionar el clásico «Bark at the moon» siendo este un momento más que interesante.
Iban pasando las bandas, el personal iba entrando en calor y llegó el turno de Guns n´ Roses. Para muchos, fue un pésimo concierto en el que metieron, como todos los demás, temas propios. Aunque es cierto que el tema «It´s alright» lo llevan en su repertorio, se marcaron una versión de «Sabbath bloody sabbath» que demostró que la banda se tomó en serio el concierto.
Nadie esperaba que Steven Tyler y Ron Wood participasen en el concierto. El guitarrista de los Stones colaboró en un tema y Tyler siguió cantando «Whole lotta love» con enorme éxito.
De Tool no podemos decir nada salvo que ignoramos a qué esperan los promotores españoles para traerles fuera de los carteles de los festivales. A la indudable calidad musical de sus componentes se unió una versión de «Hand of doom» impresionante.
Slayer le deben mucho a Black Sabbath y tenían que estar en el concierto. Demoledores e incontestables, ofrecieron una interesante actuación.
Metallica tenían que agradecerle a Sabbath su legado y tuvieron a bien actuar como todos los demás, no ir de estrellas y presentarse casi como un grupo que empieza en esto. Sin duda, son la banda más importante, pero la humildad no tiene por qué ser algo prescindible tal y como ellos demuestran.
Llegaba uno de los grandes momentos de la noche: el último concierto de Ozzy en solitario. Sentado en un trono, le subieron desde el frontal del escenario, lo colocaron en el centro y no dudó en repasar clásicos como «I don´t know», «Mr. Crowley» o «Crazy train». Su voz acusaba el paso de los años, pero incluso sentado y luchando contra los espasmos consiguió que la gente se le entregara.
El gran final corría a cargo de Black Sabbath. Comenzaron algo fríos, pero no tardaron en entenderse musicalmente. Bill Ward demostró que bien podría haber grabado 13 y haber salido de gira. Sigue siendo un batería tan contundente como increíble. Butler es un genio del bajo e Iommi dominó la escena como es habitual. Con temas como «War pigs», «Iron man» y «Paranoid» es imposible no dejarle al personal un gran sabor de boca para una noche histórica.
Añadimos a todo lo anterior que Kathy Rhoads, AC/DC y varios músicos más aparecieron en vídeo para despedirse de Ozzy y de Black Sabbath. Decía Butler que quizá se podría hacer un disco, aunque no hubiera gira. Crucemos los dedos para que así sea.
