Tchouaméni, de los pitos al halago Infobae
Óscar Maya Belchí
Madrid, 17 ene (EFE).- Aurelien Tchouaméni fue el más señalado por la afición del Real Madrid tras la goleada ante el FC Barcelona (2-5) en la final de la Supercopa de España. Sonora pitada cuando su nombre sonó por megafonía y en sus primeros toques de balón. Su posición de central no convence al madridismo y en Copa volvió al centro del campo, donde empezó a ganarse el perdón.
14 partidos como centrocampista y 10 ejerciendo de central. De estos últimos, siete han sido desde que se recuperó de un esguince de tobillo a principios de diciembre. Ancelotti apostó por él en el centro de la zaga ante “la emergencia” en lugar de Raúl Asencio, pero el clásico le pasó factura.
Un partido en el que Tchouaméni quedó señalado por sus errores defensivos. Errores en marcajes y coberturas, blando en los duelos (cinco ganados -tres de ellos aéreos- de nueve disputados) y recuperando solo tres balones cuando llegaba al encuentro con un promedio de 7,63.
Números, y sensaciones, que hicieron que la afición que se dio cita para el partido de Copa ante el Celta de Vigo usase los silbidos como muestra de su enfado. También los recibieron Carlo Ancelotti, Ferland Mendy y, en menor medida, Vinícius Junior. Pero Tchouaméni fue el foco de la crítica.
Una presión de la que se deshizo durante el partido. Cada toque de balón del francés provocaba la aparición de silbidos, hasta que se proyectó en ataque con un buen disparo desde fuera del área en el minuto 14 que sacó Iván Villar con una buena parada arriba, que provocó los primeros aplausos y dejó atrás los pitos sistemáticos.
El centrocampista se defendió de la crítica sobre el césped, como pareció hacer minutos más tarde su compatriota Kylian Mbappé. En el 1-0 del Real Madrid, el galo agarró el escudo e hizo un gesto de negación con el dedo índice. Celebración y defensa a los suyos.
El buen nivel de Tchouaméni en su retorno a su hábitat natural lo confirmó al cortar un centro peligroso del Celta de Vigo en área pequeña al inicio de la segunda mitad.
Sin grandes alardes, algo que no acostumbra en su juego el francés, pero sí recuperando la confianza tras sus peores días como futbolista del Real Madrid.
Un buen partido bajo presión que lo demuestran los datos, de BeSoccer Pro para EFE.
Ante el Celta de Vigo recuperó 18 balones, más del doble que el promedio (7,9) en la temporada; y ganó nueve duelos, casi el doble (5) que ante el FC Barcelona.
Además, Tchouaméni demostró personalidad con el balón en los pies. Lejos de esconderse firmó su partido con más pases intentados en la temporada; 85, muy por encima de su media por 90 minutos (58,43).
Tchouaméni se defendió sobre el césped, dejó un mensaje en sus redes sociales -”lo que no te mata…”- y tras el partido volvió a contar con la defensa a ultranza de su técnico.
"El Bernabéu ha pitado para dar un toque de atención y cuando el partido se ha complicado ellos han empujado. Es un toque de atención de la afición a los jugadores y al entrenador. Me parece aceptable por lo que ha pasado ante el Barcelona. Después el equipo ha reaccionado bien, sobre todo Tchouaméni que ha jugado un gran partido", aseguró.
"Es un jugador de carácter absoluto, que ha vuelto a su posición y ha ayudado al equipo sobre todo en el aspecto defensivo, recuperando muchos balones, ayudando a los centrales, siendo bueno en la presión y ayudando con balón a Modric y Ceballos", añadió.
De nuevo, Ancelotti ensalzó a Tchouaméni en el día que volvió a su posición natural. Y 12 horas después de clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey, perdió a Eduardo Camavinga por una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda.
Contratiempo que deja a ‘Carletto’ sin su opción preferida hasta la fecha -Camavinga de pivote y Tchouaméni de central- a la vez que ve como Aurelien se reencuentra como mediocentro. EFE
