Texas, a punto de convertir en nacional epidemia de sarampión Diario.mx

Con su brote de sarampión extendiéndose a dos estados adicionales, Texas está en camino de convertirse en la causa de una epidemia nacional si no comienza a vacunar a más personas, según expertos en salud pública.

El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que se declaró eliminada de Estados Unidos en el año 2000, ha resurgido en comunidades del oeste de Texas, saltando cientos de millas (cientos de kilómetros) hasta la frontera norte del Panhandle y el este de Texas, e invadiendo los estados vecinos de Nuevo México y Oklahoma.

Con casos que aumentan continuamente y el resto de la población no vacunada del país a merced del brote, Texas debe crear requisitos de cuarentena más estrictos, aumentar la tasa de vacunación y mejorar el rastreo de contactos para abordar esta epidemia de sarampión antes de que se convierta en un problema nacional, advierten expertos en enfermedades infecciosas y funcionarios de otros estados.

Basándose en la rápida propagación de casos en todo el estado —más de 200 en 50 días— los funcionarios de salud pública predicen que Texas podría tardar un año en contener la propagación.

“Esto demuestra que esta política (de exención de vacunas) pone en riesgo a la comunidad, al condado y a los estados circundantes debido a lo contagiosa que es esta enfermedad”, dijo Glenn Fennelly, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas y vicepresidente asistente de salud global en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas en El Paso. “Estamos corriendo el riesgo de amenazar la estabilidad global”.

El brote de sarampión —el más grande en el estado en 30 años— se ha extendido de dos casos a finales de enero a más de 270 casos, y ahora incluye 11 condados, la mayoría de ellos en la región rural de South Plains.

Hasta ahora este año, ha habido más de 300 casos de sarampión confirmados en 15 estados, al 13 de marzo. El brote de Texas, que constituye la mayor parte de estos casos, solo está vinculado a casos en Nuevo México y Oklahoma, donde funcionarios estatales dijeron este mes que alguien asociado con el brote de Texas estuvo expuesto.

El mes pasado, funcionarios de Texas informaron que un niño en edad escolar, por lo demás sano pero no vacunado, murió de sarampión, la primera muerte por el virus en una década.

Este mes, funcionarios de Nuevo México dijeron que un adulto no vacunado en el condado de Lea, a unas 50 millas (80 kilómetros) del epicentro del brote en el condado de Gaines, que falleció había dado positivo por sarampión. Los funcionarios aún están confirmando si la causa de la muerte fue el sarampión, según el Departamento de Salud de Nuevo México.

“Este es un brote muy multijurisdiccional con tres estados involucrados y aproximadamente siete u ocho departamentos de salud locales diferentes, además de algunas áreas donde el Estado sirve como Departamento de Salud local. Hay muchas partes móviles”, dijo Katherine Wells, directora de salud pública de la ciudad de Lubbock, durante una reunión del martes de la Coalición de Salud de Grandes Ciudades, una organización nacional para departamentos de salud de grandes áreas metropolitanas.

La mayoría de los casos de sarampión en Texas se dan en niños en edad escolar no vacunados y se concentran en la comunidad menonita del condado de Gaines, que tradicionalmente tiene bajas tasas de vacunación.

Wells dijo que los esfuerzos para aumentar las tasas de vacunación en el condado de Gaines, que está a unas 70 millas (112 kilómetros) de Lubbock, y la región circundante han sido lentos, ya que la confianza en el Gobierno parece haber alcanzado un mínimo histórico.

“Estamos viendo, al igual que el resto de los estadounidenses, que esta comunidad ha visto muchas historias sobre vacunas que causan autismo, y eso está llevando a gran parte de esta vacilación ante las vacunas, no la religión”, dijo.

La pandemia de Covid-19 llevó a la politización de las vacunas y a un cansancio general ante los mandatos de salud como cuarentenas y mascarillas. Los funcionarios de salud pública ahora están luchando contra la desinformación y la resistencia pública al sarampión.

Wells dijo que, debido a que el Estado no puede impedir que las personas viajen, espera completamente que este brote dure un año, y los estados circundantes y la nación deberían prepararse para una posible propagación.

“El sarampión va a encontrar esos focos de personas no vacunadas, y con el número de casos y la capacidad de las personas para viajar, existe el riesgo de que ingrese a otros focos no vacunados en cualquier parte de Estados Unidos en este momento”, dijo Wells.

Vacilación ante las vacunas

Fennelly estaba trabajando en el área de Nueva York en la década de 1990 durante un gran brote que llenó los hospitales con bebés enfermos de sarampión que eran demasiado jóvenes para recibir la vacuna contra el sarampión, y luego durante un brote en 2018, cuando circulaban folletos en la comunidad ultraortodoxa local advirtiendo contra los peligros infundados de la vacuna contra el sarampión.

Ahora, años después, Fennelly está viendo la misma serie de eventos desarrollarse en Texas.

“Esto se podría haber predicho. Ha habido tasas constantes de aumento de exenciones por creencias personales durante los últimos años, lo que ha llevado a focos de baja vacunación en todo el estado”, dijo.

En la región del oeste de Texas, la desinformación sobre las vacunas, la desconfianza hacia los funcionarios de salud pública locales y el temor a que la autoridad gubernamental anule la autonomía familiar han reinado supremos, creando los focos que el sarampión infiltró este año.

Sin embargo, este no es solo un problema de South Plains, sino un problema estatal, ya que las exenciones de vacunas continúan creciendo.

“Tenemos varios focos de población que tienen grupos altamente no vacunados. Enviamos una carta a los distritos escolares públicos y privados con bajas tasas de vacunación explicando la situación y pidiéndoles que actualicen las vacunas de sus niños”, dijo Phil Huang, director y autoridad de salud para Servicios Humanos y de Salud del Condado de Dallas, durante la reunión de la Coalición de Salud de Grandes Ciudades.

Texas requiere que los niños y estudiantes obtengan vacunas para asistir a escuelas, centros de cuidado infantil y universidades. Sin embargo, las personas pueden afirmar que están exentas si están en el Ejército, tienen una creencia religiosa o personal que va en contra de recibir inmunización, o si un proveedor de salud determina que no es seguro hacerlo.

Desde 2018, el número de solicitudes al Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas para un formulario de exención se ha duplicado de 45 mil 900 a más de 93 mil en 2024.

Los datos sugieren que las exenciones de vacunas y aquellos que viven en áreas con mayores tasas de exención de vacunas para sarampión y tosferina tienen un mayor riesgo de contraer estas enfermedades. Los autores de esta recopilación de datos concluyeron que “los focos geográficos de exenciones de vacunas representan un riesgo para toda la comunidad”.

Fennelly dijo que los obstáculos para obtener exenciones son fáciles de superar, lo que lleva a un número creciente de personas que rechazan la vacuna.

Los legisladores estatales han presentado más de una docena de proyectos de ley esta sesión que fortalecerían o ampliarían las exenciones de vacunas.

“No tenemos la capacidad en Texas para lidiar con tantos niños enfermos si esto continúa propagándose. Ya estamos en nuestro límite con la influenza estacional y el virus sincitial respiratorio. Nuestros médicos están en su límite”, dijo Fennelly.

Simbo Ige, comisionada del Departamento de Salud Pública de Chicago, tuvo que lidiar con un brote de sarampión en su ciudad hace un año, con 64 personas que dieron positivo, 57 de las cuales estaban asociadas con un refugio. Dijo que la forma más rápida en que controlaron el brote fue administrando rápidamente más de 30 mil dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola.

Un informe del Departamento de Salud de Chicago proyectó una alta probabilidad de un brote de más de 100 casos sin la intervención rápida de la Ciudad.

“Requirió mucha educación y mensajes porque la gente quería la respuesta a por qué necesito vacunarme. Comenzamos a enumerar las razones: los padres no podrán ir a trabajar, los niños no pueden ir a la escuela y, peor aún, los niños pueden enfermarse y morir”, dijo Ige. “Es 2025. No deberíamos tener niños muriendo de sarampión en estos días. Tenemos las herramientas. Solo tenemos que amplificar el mensaje”.

Los funcionarios de salud pública de Nuevo México comenzaron a difundir conciencia sobre las vacunas inmediatamente después de enterarse de que Texas tuvo su primer caso de sarampión y antes de que Nuevo México tuviera su primer caso.

“Comenzamos a establecer clínicas y poner la pelota en marcha”, dijo Jimmy Masters, el director de la región sureste del Departamento de Salud de Nuevo México. “Veamos qué podemos hacer para hacer que la gente entre por las puertas y se vacune de antemano”.

Casi 9 mil habitantes de Nuevo México han recibido vacunas contra el sarampión, paperas y rubéola entre el 1 de febrero y el 10 de marzo. Durante el mismo período del año pasado, los funcionarios vacunaron a 5 mil 342 personas.

Texas ha realizado múltiples clínicas de vacunación en el área del brote, pero según el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, solo se han administrado 350 dosis.

Nuevo México también ha enfatizado su sitio web Vaxview, que realiza un seguimiento de las inmunizaciones de los residentes, permitiendo a las personas preocupadas verificar en segundos si necesitan una vacuna. Texas tiene un programa de seguimiento de vacunas conocido como ImmTrac2, pero es un programa opcional que no tiene la mayoría de los registros de adultos. Si alguien no opta por participar a los 26 años, sus registros no se conservarán.

“Les dijimos a las personas que se comunicaran con nosotros para asegurarse de que su estado de vacunación esté actualizado”, dijo Masters. “Si no están seguros, simplemente llamen a la oficina de salud para que podamos averiguarlo por ellos. Y si no tienen sus registros actualizados para la vacuna, entonces podemos pedirles que vengan y aprovechen las clínicas o vengan sin cita previa”.

Debido a esto, la mayor parte del condado de Lea se considera inmunizada, dijo Masters, por lo que los funcionarios de salud pública en Nuevo México no ven el brote como algo que evoluciona rápidamente.

De vuelta en Texas, está ocurriendo lo contrario. Los consejos de los funcionarios de salud pública aparentemente son ignorados, y los esfuerzos de vacunación se ven obstaculizados.

“Necesitamos tener un mensaje consistente de todos los niveles. Necesitamos reforzar el mensaje de que las vacunas son seguras y las vacunas son la forma de prevenir esto, y nos preocupa cuando otros mensajes diluyen este mensaje”, dijo Huang.

Los funcionarios del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas también están alentando a las personas a vacunarse, pero si las personas escucharán está fuera del control de la agencia.

“La única forma de detener la propagación del virus es lograr que más personas se inmunicen. Estamos... proporcionando educación sobre las graves complicaciones asociadas con la infección por sarampión, y dirigiéndolos a lugares donde pueden vacunarse”, dijo Lara Anton, portavoz de la Agencia de Salud estatal.

Fennelly dijo que la principal diferencia entre el condado de Lea y el condado de Gaines es la aceptación pública de la vacuna y la salud pública en general. Dijo que si Texas quiere mejorar, deberían realizarse estudios sobre por qué las personas son tan reacias a aceptar las vacunas.

“Necesitamos preguntar ¿por qué el condado de Gaines? ¿Cuáles son las preocupaciones? Y ¿Cómo nosotros, los profesionales de la salud y los funcionarios de salud pública, confrontamos y aliviamos de manera más efectiva esos temores?”, dijo. “Las personas no deberían tener más miedo a la vacuna que a la enfermedad”.

Obstáculos para la cuarentena y el rastreo de contactos

Una persona con sarampión visita a un amigo, otra visita a sus hijos en una universidad, y la otra recibe amigos en casa. Los departamentos de salud pública en el oeste de Texas están tratando de rastrear la propagación del sarampión, ya que aparte de sugerir firmemente que las personas se pongan en cuarentena, no hay nada más que los funcionarios locales puedan hacer para evitar que las personas infectadas viajen.

“No deberíamos sorprendernos en este tipo de entorno de que tengamos más casos”, dijo David Lakey, el vicecanciller para asuntos de salud y el director médico del Sistema de la Universidad de Texas. “Creo que necesitamos trabajar con las personas para asegurarnos de que se queden en casa durante un evento como este”.

Los legisladores estatales han quitado el control a las ciudades y condados para implementar mandatos, como el cierre de negocios y escuelas. Si bien algunas de estas leyes se aplican solo a Covid-19, los expertos en salud pública dicen que se ha creado un entorno donde los funcionarios de salud estatales solo pueden ofrecer sugerencias a los texanos con poca aplicación, permitiendo que el sarampión continúe propagándose.

“El estado de Texas se lo está tomando en serio y está tratando de equilibrar cómo abordan esto respetando las leyes del estado y también las libertades de las personas”, dijo Lakey. “Lo están haciendo mientras se aseguran de que estamos haciendo todo lo posible para identificar a las personas, proporcionar vacunas, aislar a las personas y tomar todos los demás pasos para abordar un evento como este”.

Con los niños pequeños particularmente vulnerables a la enfermedad, Lakey dijo que los hospitales deben evaluar a las personas que ingresan a los hospitales.

Wells dijo que ha habido un par de mujeres que dieron a luz en un hospital de Lubbock que estaban infectadas con sarampión o estuvieron recientemente expuestas a él, y los bebés de seis meses o menos han necesitado tratamiento con inmunoglobulina debido a la exposición.

“Eso es realmente por lo que el sarampión es tan aterrador. Es tan comunicable, y es tan fácil entrar en algunas de las áreas muy vulnerables donde los bebés aún no tienen esas vacunas”, dijo. “Serán guarderías, escuelas, hospitales, consultorios de pediatras, y estamos viendo esos casos cada vez más a medida que este brote continúa”.

Esta propagación potencial hace que el rastreo de contactos sea necesario, pero Wells dijo que es uno de los desafíos más significativos de su región, además de las pruebas. Si bien un laboratorio establecido en Lubbock ha reducido los tiempos de espera para los resultados de las pruebas de 72 horas a un día, Wells dijo que el Texas rural no tiene el personal para rastrear los viajes de más de 270 personas.

“Este va a ser un gran brote, y todavía estamos del lado donde estamos aumentando el número de casos, tanto porque todavía estamos viendo propagación como también porque hemos aumentado la capacidad de pruebas, por lo que más personas se están haciendo pruebas”, dijo.

Nuevo México tiene un investigador principal para el rastreo de contactos que entrevista a los pacientes, recopila registros médicos, establece un punto de contacto y organiza vacunas para aquellos que potencialmente estuvieron expuestos, para prevenir la propagación.

Mientras que los funcionarios del oeste de Texas intentan seguir las mismas políticas, el sistema de atención médica está descentralizado, lo que significa que el rastreo de contactos lo realiza primero la autoridad de salud local y luego, si es necesario, el estado se involucra, y posiblemente, la asistencia de los CDC.

Chris Van Deusen, portavoz del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, dijo que si bien el Estado no está necesariamente luchando para rastrear contactos, reconoce la mano de obra adicional que requiere.

“Eso también depende de que las personas hablen con nosotros y compartan esa información. Así que eso puede ser difícil, particularmente cuando se trata de una comunidad más aislada. Puede ser difícil hacer incursiones, y es por eso que el proceso local es importante”, dijo Van Deusen.

Los expertos dicen que a medida que se intensifica la temporada de viajes y si Texas no puede detener la propagación, los estados de todo el país deberían prepararse para lo que pueda venir.

“El mensaje para los departamentos de salud es estar listos, y las escuelas y los funcionarios gubernamentales necesitan pensar en esto porque esto realmente tiene el potencial de crecer más allá de estos tres estados”, dijo Wells.