¡Pobre México! Excelsior

La sentencia “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, la escuché de mi tía hace más de 50 años, aunque hoy sé que fue acuñada por Nemesio García Naranjo en 1962.
Y, ciertamente podemos lamentarnos de lo que ocurre en el país, y pensar en las vicisitudes de la señora Presidenta, que no sólo recibió un país literalmente en ruinas, sino que además se enfrenta a problemas nunca antes vistos.
Pobre México, con mexicanos que deciden ignorar la realidad, y otros que se aprovechan para mentir, robar y destruir al país.
Cuando pienso en el esfuerzo que tiene que hacer la señora Presidenta cada mañana para recibir las tristes noticias de muertos, desaparecidos, mujeres violadas y demás, y luego se tiene que presentar con una sonrisa en el podio de la mañanera, realmente no sé si la admiro o la compadezco.
Porque la realidad es que nunca en los años recientes habíamos tenido tantos problemas juntos; el señor que ya se fue dejó al país hecho pedazos, con la economía en crisis como nunca, la salud destruida, la educación ausente, los transportes en crisis, las carreteras deshechas, los pueblos secos o inundados, Pemex como basura, el Infonavit, saqueado por el agricultor que acabó con Pemex; hoy hay cientos de miles de enfermos sin medicinas, sin vacunas, sin tratamientos para cáncer, y a todo eso se tiene que enfrentar, sin conseguirlo, la señora Presidenta.
Pero ahora hay más, la llegada a la presidencia de Estados Unidos a un individuo ignorante, incapaz, mentiroso, violento, agresivo, ladrón y abusador, multiplica los problemas de nuestro país, porque ha decidido dañar todo lo posible a México y los mexicanos, afirmando que hay un “narcogobierno” y se debe encarcelar a los responsables.
Y así tenemos a la señora Presidenta, frente a las primeras amenazas, que recurre a la poesía y afirma: “Para enfrentar la amenaza tenemos al Himno Nacional”, frase inolvidable que causó sonoras carcajadas en Mar-a-Lago, donde Trump juega golf.
Abrumada por las amenazas de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, la señora Presidenta intentó calmar los ánimos, y mandó a miles de soldados a la frontera para detener a migrantes y envió 29 malandrines a Estados Unidos para que allá los juzguen y los condenen; no pasó nada.
Y mientras los secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y de Economía, Marcelo Ebrard, hacen lo suyo tratando de calmar a la fiera sin conseguirlo, la señora Presidenta convoca a un mitin nacional para “informar qué son los aranceles y qué va a hacer México frente a ellos”, y de inmediato surgen los apoyadores, que buscan sacar raja de los problemas del país, y una gobernadora ofrece enviar miles de ciudadanos a la capital.
¡Pobre México!, cuando la señora Presidenta sigue siéndolo sólo de los morenistas, y no voltea a ver a la oposición y a quienes piensan distinto, porque el señor que ya no está aquí así lo ordenó; pobre México cuando dentro de Morena hay traidores que quieren que fracase y se vaya o resigne; ¡Pobre México!, cuando en plena crisis Rogelio Ramírez de la O, exsecretario de Hacienda, decide renunciar;  ¡Pobre México cuando en todo el país se ha perdido la cordura, la sensatez, los valores y los principios que nos hicieron un país digno y respetado.
Y cuando en otro de sus pronunciamientos, el infame presidente Trump juega a la matatena y retrasa la entrada de los aranceles un mes, la señora Presidenta, alegre, decide convertir el mitin de hoy en una fiesta nacional, en la que habrá música, alegría, himnos cantados a más no poder, y por supuesto agresiones contra Trump: “ChSM Trump”, “Muera Trump” o tal vez surja una hoguera para quemarlo vivo”.
¡Pobre México!, enfrentado a sí mismo, sin un proyecto de nación que nos pueda salvar y con un enemigo inclemente, al que no podemos enfrentar porque nosotros mismos estamos enfrentados.
¡Pobre México!  Columnista: Rafael Álvarez CorderoImágen Portada: Imágen Principal: Send to NewsML Feed: 0